leona.

6K 127 19
                                    

6 de Agosto. Andorra. 

Era una ilusa por pensar que no podíamos vivir el uno sin el otro, por pensar que no se iría a Madrid de verdad y sobretodo por pensar que me terminaría hablando.

Ya han pasado cuatro días. Cuatro días desde aquel portazo que me dejo helada y sola en una habitación de hotel.

Aquel día no entre mucho a twitter -para variar- pero sabia que se había formado drama a causa de una foto de Luis que salio en el aeropuerto con una fan. Era muy transparente y se podía ver incluso en fotos lo enfadado que estaba. Claro que esa foto y que se fuera antes de mi actuación encendieron las llamas. Llamas que ninguno de los dos se encargo en apagar pues nos ignoramos todo lo que pudimos y más en las redes sociales.

Habia llegado al hotel de Andorra la ultima intentando no encontrarme con un momento incomodo pero cuando llegue todos estaban en una sala. Ana y Roi jugaban a algo con sus manos y... Cepeda y Miriam estaban abrazados en el sofá, la cabeza de la medio rubia apoyada en el hombro de lo que esperaba que fuera todavía mi novio. ¿Que diablos estaba sintiendo?¿Eso eran celos? No, claro que no. Yo nunca me pondría celosa de Miriam, seria una autentica tontería.

- Hola chicos.

Mi tono de voz era de vergüenza ya que me sentía como si hubiera llegado para romper la harmonía del grupo.

- ¡Aiti!

Ana se levanto para abrazarme nada mas verme y lo mismo hicieron Miriam y Roi. ¿Cepeda? Se quedo con el culo pegado en el sofá. Si él no iba a hacer nada por arreglar aquello desde luego no iba a ser yo quien diera el primer paso.


Casi me tocaba salir a cantar No Puedo Vivir Sin Ti por lo que estaba a un lado del escenario mentalizandome de que todo estaba bien, de que no íbamos a dejarlo por una tonta discursión o unos días sin hablar. Si no me decía eso a mi misma seguramente iba a terminar llorando en mitad de la canción.

Nos encontrábamos en medio del escenario mirándonos a los ojos pero esta vez esos ojos no decían nada, estaban vacíos, vacíos de ganas de cantar aquella canción estando como estábamos.

Ya para empezar y raro en mi entre antes a la canción pero supe arreglarlo a tiempo antes de cantar el estribillo. No le estaba cantando, le estaba contando que verdaderamente no podía vivir sin él. Mis ojos suplicaban por un poco de atención por su parte pero eso nunca llego.

Luis o mas bien Cepeda no me estaba contando nada, solamente cantaba sin querer darme aquel mensaje. Estaba frío y la distancia entre nosotros era mas de la que habitualmente teníamos. Hice el amago de dar un paso adelante un par de veces para acercarme a él pero me daba miedo que el hiciera lo mismo hacia atrás por lo que solo me quede en mi lugar, esperando y deseando por primera vez que la canción llegara a su fin.

Juntamos nuestras manos como ya era típico y luego volvimos a mirarnos. Tuve que sonreír de forma forzada para no llenar las revistas con titulares de crisis y me acerque a abrazarlo. Necesitaba sentirle cerca aunque solamente fueran unos segundos. Sentí como me dejo un beso en la cabeza y luego salimos del escenario abrazados. Pero no duro mucho, en cuanto llegamos al backstage me soltó, volviendo a desaparecer.

Habíamos cantado el No Puedo Vivir Sin Ti mas incomodo y raro de la historia.

Quedaba poco para que termináramos el concierto pero escuche como Miriam decía que tenia una sorpresa, algo que todos siempre pedían mucho en las redes sociales y luego Luis salio al escenario.

Ellos ya habían cantado Pedacitos De Ti, sin embargo allí se encontraban los dos con el piano a punto de cantar Say Something. Yo solo cantaba una canción con él, ¿por qué ella tenia que cantar dos?

De nuevo tenia la misma sensación de esta mañana al verlos abrazados. Una sensación que me parecía ridícula pero que aun así la tenia.

¿Y si a Luis le gustaba Miriam? Me preguntaba una y otra vez mientras los veía cantar aquella canción mirándose sin dejar de sonreír. Quizás era verdad lo que decían y era demasiado pequeña para él.

Hable con Miriam para que en Camina cantara ella mi parte con Luis. Ya lo habían hecho hace unas semanas en uno de los conciertos de Cadena Dial por lo que no pasaba nada si volvían a hacerlo. Solamente quería que Luis estuviera bien y sabia que iba a estar incomodo si lo hacia conmigo. Tuve que mentirla diciéndola que no me encontraba bien que me dolía la garganta y prefería solamente cantar mi parte.

Para poner las cosas peor cuando cantamos Camina los cinco cada uno estábamos en una esquina diferente. Se palpaba en el ambiente que lo nuestro estaba llegando a su final y que lo mas seguro es que el hilo que sujetaba nuestra relación se rompiera aquella misma noche.

Echaba de menos a Amaia. Quería muchísimo a Ana, ella era la mejor cuidándome y protegiéndome pero sabia que Amaia diría cualquier comentario de los suyos que me haria reir, que empezaríamos con nuestras tonterías y terminaría olvidándome de lo que estaba pasando. Pero no, ella no estaba. Parecía que en aquel momento no estaba nadie.

En la pequeña furgoneta negra que nos llevaba al hotel iban hablando de salir de fiesta. Cuando me miraron todos ante la pregunta de si me unía negué con la cabeza mientras miraba por la ventanilla para no tener que mirar a ninguno. Seguramente ya sabían que no me encontraba bien pero tampoco quería que se quedaran encerrados en el hotel porque a mi no me apetecía salir.

Tocaron la puerta de mi habitación y cuando abrí los vi a todos bastante arreglados. Mis ojos fueron directamente a Luis fijándome que tenia unos vaqueros ajustados y una camisa negra remangada hasta los codos. La verdad que estaba bastante guapo e intente alejar los pensamientos mas perversos que pasaron por mi cabeza fugazmente.

- Pasarlo bien chicos. Si me animo voy pero me duele bastante la garganta, es mejor que descanse.

Volví a sonreír de forma forzada. Ya no me acordaba de las veces que había tenido que hacer eso en los últimos días.

Me asome al pasillo para ver como se iban. Luis le paso un brazo por los hombros a Miriam para atraerla a él y en ese momento me pregunte si seguíamos juntos o ya no. Si hacían algo aquella noche no quería terminar siendo una cuernuda.

Me regañe a mi misma por pensar que Miriam me haría algo como eso y cerré la puerta para irme directamente a tumbar en la cama.

Al cabo de lo que parecía ser una media hora sonó la puerta. Me había quedado dormida y había perdido la noción del tiempo.

Me levante con el corazón bombeando con esperanza y abrí la puerta.

Nocturnos » eróticaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora