"Te necesito" [Kaneki y Touka]

🌸Capítulo 6🌸

"Bienvenido"

Narrador omnisciente

-Disculpe, Maestro... Antes de que se vaya me gustaría revelarle algo-Tooru bajó su mirada al mismo tiempo que se acercaba a él.

-¿Qué cosa?-Se extrañó.

-Algo que jamás tuve el valor para decirle-Comenzó mientras le agarraba peligrosamente de la corbata-¡Maestro!¡Me gusta!

Los ojos de Haise se abrieron de par en par ¿Había escuchado bien?

-¿Qué cosas dices, Tooru?-Sonrió nerviosamente antes de apartar su mano de la corbata.

Creía que estaba jugando. Que sólo era una simple mentira para que lo convenciera de quedarse. Pero al parecer, no lo era.

Tooru parecía estar hablando enserio.

-¡Lo que digo es cierto!-Sus labios temblaban-¡No puede irse!¡Yo he estado con usted por año y medio!

Haise rasco su mejilla nervioso, jamás en lo que iban trabajando juntos pensó que Tooru sintiera eso por él.

No quería lastimarla, la apreciaba mucho, pero no podía hacer otra cosa.

-Tooru...Escucha-Comenzó Haise-Lamento no poder corresponderte. No te veo como algo más que una amiga... Por más que hayas estado conmigo y los demás por año y medio, mi família me necesita. Me he perdido el primer año de mis propios hijos... No los veo desde que tenían apenas unas semanas de nacidos. Realmente me intrigaban mis memorias pasadas... Pero por fin les encontré-Se arrodilló en el suelo, puso sus palmas en el suelo, se inclinó y agregó- Lo siento mucho Tooru. No se si estoy siendo egoísta, pero lo que más deseo ahora es ser feliz con mi família.

"No estas siendo egoísta... Estas siendo cruel" Pensó Tooru antes de irse de la habitación dando un portazo.

Sus ojos estaban completamente cristalizados. Había sido rechazada "de la peor manera" según ella.

Haise se levantó del suelo con una expresión melancólica. Había sido lo mejor, aunque le constaba digerir un poco su declaración.

Con la declaración en mente, siguió empacando sus cosas.
No quedaba mucho por guardar, solo su ropa y uno que otro libro de cocina.

Luego de unos minutos, ya todo estaba en su lugar. Por fin podía desplomarse en la cama para descansar.

Mañana se tendría que despedir de esta casa, y darle la bienvenida a su família.

Con esos pensamientos en mente, se acurrucó entre las sábanas, tomó su móvil en manos y leyó un mensaje que le había enviado Touka.

Era una linda y adorable foto de sus dos niños gateando por la cama donde pronto dormirían Touka y él.