No Me Sueltes ~~( Jun y Tú)

Un Día en Casa

Era domingo, había planeado salir son Jun este día, pero me sentía muy mal, creo que fue la comida que me dio Jun, (￣^￣)

Hijo de su madre me dio esa comida y creo que me enveneno.

Me sentía tan mal que no podía ni estar enojada. Me había levantado algo tarde, eran como la 1 de la tarde, y mi salida con Jun era a la 2, pero no iba a poder ir, así que tenía que llamarlo para decirle que no iba a ir.

(...)

Después de llamarlo no pasaron ni 5 minutos antes de llamará a la puerta, a duras penas me pude levantar del sofá para poder abrirle, inmediatamente que lo hizo entro muy preocupado.

— ¿Estas bien? — preguntó preocupado.

— Sí, Oye ¿Por qué entras así? ¿Parece mi madre?

— Oye, aunque digas que estas bien, no te oigas bien.

— ¿Por qué te preocupas? Estoy bien.

— ¿Por qué eres terca?

— ¡Todo esto es tu culpa! — hice un puchero — Tu comida me hizo mal.

— ¿Mi comida? Ja, claro que no — me tocó la frente — Ahh, Claro tienes un resfriado, te dije que no te mojaras.

— ¿Quien eres tú para decir me que hacer?

Harto, me cargo en sus brazos y me llevo a mi habitación. Yo golpeaba su pecho, para que me soltara, pero fue inútil, me deposito suavemente en mi cama, me arropo con las mantas, tratando de inmovilizar me en la cama.

— ¡Ya calma te! — decía él.

— ¡No! ¿Qué rayos quieres? — decía, dando algunas patadas.

— ¡Quédate quieta ____, no podré ayudarte si no lo hace!

— ¡Ya sueltame Jun! — me moví tanto que hizo que su brazo fallará y quedará encima de mi. Era extraño, él me miraba fijamente y yo a él, no se si era, el hecho de que estaba enferma o que era, pero volvía a sentir eso que simpre siento cuando estoy con él, mi corazón latía con fuerza, mis manos me sudaban y me sentía nerviosa, al tenerlo tan cerca, me sentía ansiosa, pero también algo incómoda. Enseguida el se levantó y sólo quedó arrodillado en la cama.

— Iré a prepararte, una sopa — dijo él, se levantó y salió de la habitación.

Me destape de ese intentó de encierro y me dirigí hacia la cocina, donde Jun estaba preparando la sopa.

— ¿Por qué estás haciendo esto? — me apoye a la pared.

— Soy tu amigo ¿No? Además...quise venir a cuidar te, no te oigas bien por teléfono.

— Tú me podrás peor, si sigues peleando.

Solto una pequeña risa — Tú, eres la que está peleando.

— Bueno ya, haz eso rápido, tengo hambre.

— Jeje, ok esta bien, ve acostarte — hice una cara de resignación, y me fui a mi habitación.

(...)

Después de unos minutos, la sopa que Jun había preparado estaba lista, él entro a la habitación, yo me estaba congelado, tenía mucho frío, él se dio cuenta, dejó la bandeja con la sopa aún lado y corrió hacia a mi, se dio cuenta que hasta estaba temblando, busco varias cobijas y me las puso encima. Estaba totalmente envuelta en las cobijas así que él tuvo que darme la sopa, me sentía totalmente incómoda, no me gustaba la idea que me dieran comida en la boca, me sentía como una niña pequeña que no podía hacer nada, pero era Jun quien lo estaba haciendo así que no era tan horrible.

…~*…*~*…*~…

Cuando ya había terminado de comer, tenía sueño así que, me estaba quedando dormida. Aún sentía frío y seguía temblando, Jun se encontraba sentado en frente de mí, me veía con una mirada penetrante y...  se acercó para darme un pequeño abrazo, se separó, me miró y me lanzo una sonrisa.

— Duerme Bien, cualquier cosa que necesites, yo, estaré afuera — se levantó de la cama y salió.

Me sentí extraña de nuevo, ¿Qué estaba haciendo Jun conmigo?

Pero estaba cansada, así que cerré los ojos y me quedé profundamente dormida.

(…)

— ¡No! ¡ESPERA YOUNG MI! — gritaba — ¡No! No te vayas, abraza me — le suplicaba — ¡No! Me dejes Abraza Me... ¡ABRAZA ME!

— ¡_____!,¡ _____ despierta! — escuchaba a Jun que me llamaba.

Me desperté de golpe y... Jun estaba junto a mi, lo vi fijamente por unía segundos y me lancé a sus brazos.

— ¡Jun!— exclame llorando.

— Ya ____, todo está bien, sólo fue una sueño — decía abrazando me y tratando de calmar me.

— Fue...horrible, sentí... que iba a morir — seguía llorando.

— Ya, ya todo está bien — acariciaba mi cabello — yo estoy aquí, todo está bien.

— Jun, por favor... sigue me abrazando y... No me Sueltes — después que dije eso, Jun se aferró más a mi, me abrazo más fuerte. Nunca me había abrazado así, aún sentía frío, pero se sentía tan cálido que no podía y no quería que se acabará.