No Hablemos de Eso

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¡___________- ah!— Gritó esta persona con un tono aliviado, al percatarme de quién era la voz, y volteé a mirar con seguridad.

¡Mingyu~~! — Sollocé al verlo.

¡O Dios mío! ¿Qué te pasó? ¿Estás bien? — Se acerco y toco mi brazo herido.

¡AHHH~! — Pegue un alarido de dolor.

¡Lo siento, lo siento! ¿Qué sucedió? — Hablo con desespero.

¡Me caí~~~! — Volvió a sollozar — Me lastime el brazo y el tobillo.

¡O Dios! ___________, — Me miro dulcemente, mientras me tomaba el rostro de igual manera.

En una situación normal, estaría apartadolo a patada, pero me sentía tan vulnerable, estaba cansada del dolor y el alivio, la felicidad de verlo era más grande que mis resentimientos, solo pude sonreírle, mientras las lágrimas salían de mis ojos, quería irme de allí, y nunca estuve tan feliz de verlo.

Vamos, tenemos que salir de aquí.

¿Sabes dónde estamos?

En realidad no, pero no te preocupes encontraremos la manera de regresar ¿Puedes llevar mi linterna?

Sí, claro, pero...— De repente se acercó y suavemente me levantó en sus brazos, teniendo especial cuidado con mi brazo roto.

Se sentía muy raro, me estaba cargando en sus brazos como princesa, sostenía la linterna aputando al suelo, caminaba muy cuidadosamente, pero con rapidez cuidando de no pisar una piedra, rama o cualquier otra cosa que estuviera en el piso que podría hacerse que ambos cayeramos hacía él. Me quejaba literalmente de por su movimientos, estaba muy herida, y no teníamos ni idea de dónde estábamos, no sé cuál era su prioridad exactamente, pero la mía, era de irme a mi casa.

De repente vimos una luz a lo lejos, y rápidamente nos acercamos a ella, al llegar nos percatamos que era un cobertizo grande, no sé podría ver muy bien, la única luz que tenía solo iluminaba la puerta, la cuál estaba cerrada. Él me dejó con cuidado en el suelo, aún así no pude evitar soltar quejidos, Mingyu trataba de consolarme, diciendo que todo iba a estar bien, que nos iban a venir a buscar y me podría mejor, sin embargo el efecto de la adrenalina había pasado casi por completo y me estaba muriendo de dolor, y no estaba llorando aún o con una expresión especialmente de angustia por el mismo, pero no podía ocultar que estaba muy herida.

De repente se arrancó las mangas de su camisa (dejando ver unos brazo... Pues diría que bastante bien trabajando (No voy a mentir)), los amarró entre ellos y me hizo un tipo de cabestrillo, inmovilizando mi brazo roto, grité, obviamente, lo cual me hizo soltar algunas lágrimas, pero fue lo más cuidadoso que pudo.

Lo siento, es lo más que puedo hacer por ti, por ahora — Me consoló mientras estaba agachado frente a mí.

Está bien... creo que puedo soportarlo... Creo — Soltó una risita —¿Puedes reír en un momento así? — Pregunté indignada.

Lo siento ¿Cómo te sientes?

¿Es necesario preguntar?

Pero... ¿Qué sucedió? ¿Cómo terminaste así? — Dijo notablemente preocupado.

Pues yo...— Fue horrible, realmente no quería decir lo que pasó exactamente, sin embargo, también deseaba decirle la verdad — Estaba... con un chico de otro clase, él... Me estaba molestando, y de repente... Me empezó a perseguir y caí...

No Me Sueltes ~~( Jun y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora