No Me Sueltes ~~( Jun y Tú)

¿Te gustó?

"Jun"

Pude sentir su exaltación al momento que toque sus labios, pero no me separé, deje otro pequeño beso, y proseguí a seguir besándola, mis labios se abrieron un poco más para proporcionar un beso más profundo.

Movía mis labios con lentitud mientras ladeaba mi cabeza y tomaba sus mejillas, tenía miedo que ella no me correspondiera, pero afortunadamente sí lo hizo, aunque movía sus labios, podía sentir cómo se dejaba llevar por los míos.

Nuestros labios no se sincronizaban, fue algo torpe, lo admito, eso no me importó, mi corazón latía muy rápido, sentía que mi rostro y todo mi cuerpo se calentaba ¿Qué debo hacer? Sus labios eran realmente cálidos y era totalmente glorioso poder probarlos de esta forma.

Realmente deseaba seguir en lo que estábamos, se estaba volviendo mucho más profundo e intenso y me estaba faltando el aire, pero me estaba gustando demasiado.

Sin embargo, debía hacerlo, aunque no quería para nada. Debía separarme, por el bien de mi cordura, y la de ella también.

Me separé lentamente, soltando sus mejillas y dejando otro pequeño y suave beso. Nuestras respiraciones estaban agitadas, aún sentía mi corazón latir con fuerza y cuerpo caliente.

Se apresuró a quitarse el pañuelo que cubría sus ojos y mi me lanzo una mirada totalmente sorprendida y atónita.

"_________"

¿Qué acababa de pasar? ¿Esto es enserio? ¿Cómo pasó algo así? ¿Estoy soñando? ¿Dónde estoy?

Sólo... no podía, no sabía cómo reaccionar al respecto, apenas si podía asimilar lo acababa de pasar, lo hermoso que fue, pero esa era la parte que no terminaba de asimilar ¿Cómo fue tan hermoso?

- Jun... ¿Que-é que fue eso? - Dije aún nerviosa.

- El postre - Lanzo una sonrisa nerviosa mientras se escogía de hombros.

- ¿Qué? - Dije entre risas.

- Mmm... ¿No te gustó? - Preguntó desanimado.

¿¡Qué si no me gustó!?
¡Cómo no me va a gustar si besas increíble!

- No, no es eso, es que... fue muy... repentino.

- Ah, Bueno ¿Qué te había prometido?

¡Por Dios! Enserio que este hombre quiere terminar con mi cordura. Y apenas estaba empezando.

Sólo pude soltar otra pequeña risa nerviosa mientras que evitaba mirarlo a los ojos de la vergüenza.

Me apresuré a tratar de recoger todos los platos que mis manos pudieran tomar para salir de la habitación y de la situación rápidamente.

No era nada, sólo que... como que había mucha tensión sexual y pues, no sabía si estaba lista para otro beso así o para algo más.

Él rápidamente me detuvo.

- ¿Por qué tanta prisa? - Preguntó.

- ¿Qué dices? - Dije nerviosa.

- Podemos recogerlos después - Se acercaba.

- No, ahora puedo yo hacerlo, está bien, sí no quieres ayudarme.

Me lanzó una sonrisa - De acuerdo, si quieres hacer eso ahora - Tomó los demás platos - Entonces lo haremos.

...