No Me Sueltes ~~( Jun y Tú)

Pues...

Me encontraba aún en los brazos de Jun, mientras veía como la luna se posicionaba más arriba, que cuando recién habíamos salido del restaurante dando a entender que ya era más tarde, me empecé a cuestionar si íbamos a poder encontrar un taxi a estas horas y de  donde estábamos.

Sin embargo y al contraste conmigo, Jun se veía muy tranquilo, incluso cuando ya llevaba como 15 minutos cargandome, se le notaba muy sereno y relajado, debo decir que en algunas ocasiones le pedí que me bajara, para que no se cansará, pero se negaba y caminaba más rápido.

Pudimos ver al fin la avenida que estamos buscando y por la cual habíamos caminado tanto (bueno más Jun que yo 😁). Llegamos a ella, después de otros 5 minutos, Jun me bajo de sus brazos, pude asentar los pies en el suelo después de un rato de no hacerlo, y realmente fue un buen rato, fue lo que pensé, uno de mis pies se torció un momento y casi me caía, y junto conmigo las bolsas que tenía. Jun se percató rápidamente y tomó de mi brazo igual de rápido.

— ¿Estás bien? — preguntó.

Sólo lo mire tiernamente y asentí con la cabeza.

— ¿Estás segura que podrás seguir caminando con esos tacones? — preguntó otras vez, preocupado — No quiero que te lastimes — agregó.

Le sonreí — Estoy bien, los tuve puestos casi todo el día, puedo soportarlos un rato más — lanzó un suspiro y finalmente agregó un...

— Ok, Está bien.

Estuvimos como unos 15 minutos más parados allí esperando que pasara un taxi, aún que, ya estaba empezando a dudar, de si íbamos a podernos ir tan pronto, conocía el lugar, estamos algo lejos de la ciudad, no es un lugar muy concurrido, ya que era una vía alterna que no muchos tomaban, (pero qué le íbamos hacer, era la carretera más cercana al restaurante) así que no pudimos ver ni a una sola alma, y mucho menos a las 10:00 PM, ¿ Y un domingo? Pensaba seriamente de nuestra situación, y a pesar de que obvio, me gusto pasar tiempo con Jun, al final del día, enserio quería ir a casa y quitarme estos condenados zapatos.

Milagrosamente, ¡Apareció, apareció un taxi! ¡Dios, gracias!, Después de unos minutos al fin, paso un taxi, lo tomamos obviamente, por suerte el conductor se veía muy amable y confiable, ya saben, no tenía cara de que nos quería cortar en pedacitos o algo peor, así que pudimos ir tranquilamente a casa.

...~*...*~*...*~...

Después de otros 20 minutos más o menos, ¡Finalmente! Habíamos llegado, habíamos llegado al edificio, ¡Yes!, Jun le pago al amable señor que se había dignado a pasar por dónde estamos y nos trajo hasta aquí (bueno está bien, estoy exagerando un poco, pero igual lo estaba amando en ese momento, realmente, quería llegar) Salí rápidamente y tome las bolsas que traía conmigo, camine un poco y luego, me los quité, me quité esos tacones, ya no los aguantaban más, y lo sé, Jun los compró para mí, y se lo agradezco, pero tal vez lo tenga en mi casa de decoración porque no creo usarlos en mucho tiempo.

No me importó que aún estaba pisando el pavimento o la cera fría, solo quería quitarmelos. Jun pudo alcanzarme, sabía que estaba cansada así que tomo las bolsas de compra que tenía dejandome solo con loszapatos en las manos, volteé para asegurarme de que ya estábamos solos, y si efectivamente ya lo estábamos, volteé a ver Jun, que estaba mirándome, le sonreí y él hizo lo mismo, a pesar de que quería quedarme allí viéndolo, también quería llegar a mi cama y dormir (¿Ya dejé claro cuánto quería ir a casa?)

— ¿Entramos? — dice Jun.

Salí del trance que tenía, y solo le asentí, con una mirada cansada.

Él me sonrió una vez más, libero una de sus manos y tomo una de las mías.

— Vamos entonces.

...

Entramos al edificio, me sorprendió ver que el señor Lee, aún estaba allí, pensé que ya se había ido.

Lo saludamos rápidamente, no quería quedarme allí conversando, pues... Ya saben por qué.

Subimos al ascensor, estaba a punto de presionar el botón de nuestro piso, pero Jun, lo hizo primero, sin embargo me sorprendió y a la vez me desconcertó, ya que no había marcado el piso donde vivimos, si no el último, donde está la azotea.

Rápidamente lo voltee a ver, con una mirada cansada y algo enojada, él me volteó a ver también, y solo me dijo que sería un momento.

— ¿Por qué? — pregunté, algo malumorada, ya le iba hacer un berrinche.

— Sólo, será un momento — dijo cariñosamente, tratando de calmarme.

No dije nada más, estaban tan cansada y enojada para decir algo, así que me mantuve callada mientras subíamos.

💙🌙💙