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Después de tres meses, decido contarle a Ian que le escribí una canción especialmente a una chica, que la he grabado y que en una semana podrá escucharla por todos lados. Por eso mismo los dos estamos sentados en la barra de un bar platicando tonterías que nos hacen reír a carcajadas y yo busco el momento adecuado para contarle a mi mejor amigo la locura, llevo casi dos horas intentando decirle, pero cuando estoy por hacerlo, no me resulta posible y hablo acerca de otra cosa. Veo como da un largo trago a su quinta cerveza, pero sigue actuando bastante sobrio, lo que me lleva a no pensarlo más y decir las palabras.

Primero; se queda paralizado por unos segundos.
Segundo; me mira de arriba a abajo, verificando que en verdad lo haya dicho.
Tercero; deja el vaso en la barra para procesar la información y me da un puñetazo en el hombro.

—Soy tu mejor amigo, tuviste que verme dicho desde que se te ocurrió la idea...

—La idea fue de Sasha, en realidad.

—No cambies el tema de que eres un pésimo mejor amigo, el peor de todos.

Lo miro algo avergonzado. Me inventé tantas escenarios de lo que podría ocurrir y nunca cruzó esta idea por mi cabeza.

—Lo siento, pero ya te lo dije. Te enteraste antes de que lanzara la canción y por mí, eso arregla algo ¿no?

—Por supuesto que no, pero tengo una duda ¿por qué estás tan seguro que Lía va a escucharla? —pregunta dándole un pequeño trago a la cerveza para procesar la información que tiene.

Guardo silencio un momento para buscar las palabras adecuadas o más bien, saber cómo decírselo.

—Porque soy Nolan Harford —me mira no convencido de la respuesta— . Voy a hacer todo lo posible para que sea una de las canciones más escuchadas y cuando la esté promocionando, diré que está dedicada para una chica, de esa forma todos van a querer averiguar para quién es y le darán mayor difusión.

Ian no comenta nada, se cierra en sus pensamientos y presta atención al juego de basquetbol que están transmitiendo por el televisor del bar, lo imito, haciendo que nos quedemos en silencio, aparentando que estamos viendo el partido cuando ninguno de los dos nos interesa en absoluto, pero eso ayuda a no sentirnos incómodos al no hablar

No estoy pensando para nada en la situación con Lías y tal vez por eso se me viene a la mente la conversación que entablamos cuando le hablé por primera vez. Llega a mi mente el recuerdo de porque ella me conocía y el nombre de su amiga aparece presente en mi cabeza. Escupo lo poco de bebida que tenía en la boca captando la atención de Ian que me mira con asco e inmensas ganas de asesinarme, lo ignoro por completo y de manera apresurada busco entre mi galería las fotos que le tomé a la lista de invitados.

—¿Qué ocurre? —pregunta el chico sin entender el cambio drástico de mi comportamiento.

—¿Recuerdas a la chica que nos encontramos haciendo las compras y que me pidió una foto para su hermana? —Ian afirma con la cabeza— ¡Ella es la mejor amiga de Lía!

Mi amigo también escupe su bebida sin poder creer lo que ha escuchado, ni si quiera yo logro asimilarlo. No entiendo he sido tan idiota para no verme dado cuenta mucho antes. Había tenido a la persona indicada para que me llevara con Lía y perdí la oportunidad sin darme cuenta.

Lo único que me queda por hacer es encontrar el nombre de esa chica apuntado en la lista que nos había dado Marc y comienzo a rogar a quien sea que pueda escucharme que el nombre esté ahí.

Sidney Benson

Mi dedo se detiene en ese nombre por varios segundos, sin poder creer que se encuentre anotada, ella puede hacer que vuelva a hablar con Lía Gray.

No puede ser real lo que está sucediendo.

Le muestro el nombre a Ian y este me lanza mi móvil para marcarle y me pregunto como es posible que no le haya marcado, se supone que ya lo había hecho con todos.

Empiezo a presionar los números en el celular y coloco el móvil en mi oreja para escuchar el sonido de espera. Estoy demasiado ansioso, nervioso y preocupado, es imposible calmarme porque mi amigo se encuentra de la misma manera y cada vez se va pegando lo más que puede a mi celular para ver si logra escuchar algo.

—¿Hola? —una chica responde el teléfono, abro la boca para articular palabra y no puedo, no logro hablar, estoy paralizado— ¿Hola?

¿Dónde estabas en la mañana? ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora