Capítulo 7

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¡HOLAAA! Soy yo y estoy viva (¿alguien puede creerlo? Porque yo no XD). Decidí que en estas vacaciones, me voy a dedicar de lleno a esta obra, pues me parece injusto pausarla por más tiempo y seguir con otros proyectos. ¡Espero que les guste! :D (Y si no, ¿cuál hay? Seguiré igual :P, jaja).

¡Saludos desde mi rincón! :D.

Después de que casi asalto un carrito de salchicas, a la muy avarienta le dio por alimentarme con comida recalentada...pero no voy a quejarme, al menos no es de esas locas curiosas que comienza a joderte con preguntas.

-Oye...-cierra la puerta del gabinete y se sienta en frente- Sé que no debería preguntar, pero...¿qué eres?, ¿por qué nadie puede sentirte?

Sí, ya decía yo que se estaba portando bien. ¿Por qué no podía tocarme una muda?

-Porque la gente es idiota-. Me llevo un poco de puré de papas a la boca.

Ella frunce el ceño y apoya los codos en la mesa:

-Para tu información, mi padre no es un idiota...así que dime de una buena vez qué eres, o ya no tendrás dónde quedarte.

Blanqueo los ojos y como un poco más de carne...genial, ahora a la tipa se le antojó que quiere saber de mí. ¿A caso tengo pinta de ser una amiga chusma? Pff.

<<Debes tratar de explicárselo con precaución.>>

<<Para el carro Rafa, ¿explicárselo?, ¿quieres que se lo explique?>>Ya, es obvio que al pollo humano se le botó la canica.

<<Sabes muy bien que no podemos mentir, y tú tampoco... ¿O quieres que te restemos más puntos? >> Ah, y su novio se mete también. Me encanta, estoy siendo acosado por una enclenque ciega y dos prostitutas lampiñas. ¿En qué momento se jodió mi vida? Cierto...cuando la perdí.

-¡Ey!, ¿me dejaste hablando sola? -Mueve la cabeza hacia todos lados, sin enfocar en ningún sitio.

Pues si quieren que sea honesto, que se metan su "precaución" donde no les da el sol.

-Bien, ¿quieres la verdad? Te diré la jodida verdad-Gruño. Ella gira su rostro hacia a mí algo asustada. Sí, soy un maldito bipolar, ¡¿cuál es el problema?!-. Soy el tipo con la peor suerte del mundo. Morí atropellado y caí en el infierno, ahí me iba genial, todo bien...pero vinieron dos put...zorras aladas-me rectifico al oír la queja de Ariel- con la idea de que tenía pinta de ser buenito, y que, si juntaba puntos a favor, podría ir allá arriba con el viejo barbudo. ¿Qué pasó? ¡Hace días que estoy en esta mierda de ciudad y no he podido ganar ni uno!... ¡¡MATÉ A UNA VIEJA!!, ¡¿puedes creerlo?!-Acabo golpeando la mesa con tanta fuerza que hago vibrar los vasos y el florero. Ángel levanta los brazos alarmada, sin parpadear ni emitir palabra. No me digas que también la maté.

<<Pues no sería una sorpresa, ¡tienes menos tacto que una piedra! >>

<<Tú cállate, lo tengo bajo control>>. Ariel se desvanece con un suspiro pesado.

¿No tienen nada mejor que hacer? Se nota que están al pedo.

-Entonces...-me llama con un hilo de voz. Vaya, que está pálida y todo-¿Eres una especie de demonio?

Se pone de pie y retrocede, chocando con la encimera.

Una sonrisa maliciosa se escapa de mis labios...un demonio, ¿eh? Pues creo que asustarla un poco más no traería problemas, la quiero sumisa y calladita.

Me aproximo a ella como lo haría con una chica en el bar. Con las manos en los bolsillos, rodeándola.

-¿Tú qué crees?- Apoyo ambas manos en la mesada y me río en su oído, incluso noto cómo se le erizan los pelos de la nuca.

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