Por obra del destino que pude entrar a la casa. Pesé que con mi suerte tendría que quedarme fuera.
El sol está saliendo y yo recién me voy a acostar. Ja, así era mi antigua rutina, pero salteándome la parte en la que rescato mujeres de una sobredosis, y de un novio de mierda.
Abro la puerta del cuarto sin importarme que esté en pelotas, durmiendo, o con ganas de matarme.
―¡Golpea antes de entrar! ¿Quieres? ―Ahí están, las ganas de matarme. Farfullo algo que ni yo entiendo mientras me desplazo a lo zombie. Ella alza las cejas, sorprendida―Sé que no me incumbe pero, ¿dónde estuviste todo este tiempo? ―Me arrojo al colchón que está libre, y continúo balbuceando con la cara entre la almohada―¿Al menos sabes qué hora es?―Apostaría el sueldo que no tengo a que se cruzó de brazos.
―No...
―Las nueve de la mañana― .Señala su reloj parlanchín.
¡¿Las nueve?! No me jodas, con razón estoy hecho polvo.
Siento como se acerca y me pega una olfateada. Sí, ella hace eso, es raro, pero ya me acostumbré.
―¡Qué asco! Hueles a chica sin bañar. ¿Estuviste en algún bar de cuarta?―Pues bastante cerca, tiene talento―Bueno. No quiero enterarme.
Sonrío de forma impulsiva:
―¿Estás celosa, amor?―La escucho gruñir.
―¿Por ti? ¡Ja! Claro...lo que me molesta que apestes mi cama, idiota―.La voz le sale chillona.
―Tranquila, princesa. Eres mi ciega favorita―me pega con un zapato― auch.
―Te lo merecías, Cuero mojado ―me río. Así me llama de "cariño". Sombra no le gusta, y como no le he dicho mi nombre...―. Ah,¡vamos! Al menos comenta si fue divertido ―¿No que no quería enterarse? Mujeres, el misterio de la naturaleza.―¿Había música? ¿Luces? ¿Cómo eran? ¿Me describirías las luces?
Alguien, por favor, sálveme.
―Si prometo contarte luego, ¿me dejarás en paz?―No ando de humor para mantener una conversación, o la conciencia.
―¡Lo prometo!―Y ni una palabra más.
Despierto ya más relajado, vivo (no literal) y con un hambre de mil revoluciones por minuto.
Mis manos se topan con una manta que cubre mi cuerpo. ¿Qué?
Me levanto confundido y observo que no traigo los zapatos puestos.
Luego de colocármelos voy hacia el escritorio, allí hay un sándwich con un vaso de agua y un papel al lado todo mal escrito.
"Tonto, dormías como puerco así que fui a clases sin ti. Ahí tienes para entretener el estómago. Si no te alcanza hay más en el refrigerador. No lo dejes vacío. Ángel".
Alzo la mirada, pensativo. ¿Escribió sin ver sólo para avisar? Que chica tan rara...
Pero es buena, eso no voy a negarlo.
Tomo el celular para pasar el rato pero no tiene batería, y no sé dónde mete el cargador. Tal vez haya uno en... No, ella dijo... Bah, ella NO dijo que no podía entrar.
Pues bien, veamos el cuarto de la fallecida. Señora, no se me vaya a aparecer a lo monstruo, no voy a faltarle el respeto.
Salgo hacia el pasillo y me dirijo a la puerta del final. Toco el pestillo y por suerte se encuentra sin llave, así que ingreso en un parpadear.

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Infierno
Teen FictionÁngel es una chica que quiere verlo todo, y él, un idiota dispuesto a ayudarla. ¿Por qué? Para sumar puntos...y ganarse el cielo.