Capítulo dieciséis

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Rato después de haber salido fuera del bar junto a Jimin, entré de nuevo, aunque se me olvidó avisarle.

Me acerqué lentamente a la barra y entré quedando junto a Nam. - Hey, Nam... - Hablé con suavidad. - ¿Te importa si me voy antes hoy? No me siento muy bien.

Él se giró de inmediato hacia mí e hizo lo último que me esperaba. Besó mi frente con suavidad, y al separar los labios de mi piel, colocó un brazo alrededor de mis hombros. - Si no te encuentras bien puedes volver a casa, cariño. Aunque no me gusta que vuelvas solo estando un poco mal... ¿Por qué no esperamos media horita y si no entra nadie nos vamos juntos?

Una leve sonrisa surcó mis labios, y agaché la cabeza asistiendo. - Vale.

- Oye, desgraciados, ¿planeáis echarme en media hora? ¿Qué hay de la mano de póker, Nam?

Apreté los labios esperando la respuesta. No creo que se fuese conmigo si tiene planes con...

- Lo dejaremos para otro día, YoonGi. - Aquello me hizo levantar la cabeza y mirarle un poco asombrado. - Prefiero cuidar de mi Príncipe. - Se me encogió el corazón con su tono dulce, y más aún cuando se acercó a besarme suavemente. Solo entonces me percaté de un detalle.

Sus labios no sabían a alcohol.

💋

- Kim...

- ¿Qué? - Respondí, sin girarme a mirar a Jeon.

- Estás tan sexy lleno de heridas...

Sonreí de lado y me di la vuelta para mirarle. - Lo sé. - Vi cómo rodó los ojos, y antes de dejarle suspirar dejé un beso en sus labios.

Me observó confundido, y luego cambió su semblante a uno serio. - Tengo que preguntarte algo.

- ¿Tendré que responder?

- Esa es la idea.

- Dispara.

- ¿Cómo te hiciste todo eso? Todos los cortes y marcas extrañas.

¿Le digo que horas antes estuve en una pelea contra demonios y de compañero con la persona que más odia? Nah.

- Solo un pequeño accidente.

- ¿Cómo de pequeño?

- Ehm... Bien, una pelea.

- ¿Seguro? Porque hace un rato estuviste con HoSeok. ¿No tendrás gustos que no me contaste?

- ¿Cómo? - Reí. - ¿Qué me estás llamando?

- ¿Y te ríes? No sabía que te gustaba andar de puta, y encima de puta masoquista.

- JungKook, te estás montando películas.

- ¡No me digas eso, sabes que es cierto, ya te dije que eres mío! ¿Tengo que matar a HoSeok para demostrártelo? - No dejé que siguiera hablando. Me acerqué de golpé y le tomé por el cuello, apretando con toda mi fuerza. En el fondo, temía partirle el cuello, pero otra parte de mí deseaba eso más que a nada.

Los 7 príncipes del infierno ▪BTS▪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora