Capítulo quince

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Ok, me disculpo por no actualizar en mucho tiempo :"). Estuve ocupada, y para recompensar preparé un maratón de 5 capítulos.


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Miraba junto a Jin a YoonGi y NamJoon, quienes parecían terriblemente borrachos. - Y tú... ¿Tienes heridas de guerra?

NamJoon asintió. - Mira... - Se quitó la camiseta, dejando a la vista su torso; lleno de heridas recientes. Vi cómo YoonGi pasó sus manos por sus abdominales.

- Oh, NamJoonie... ¿Seguro que no serías el de abajo por mí?

- ¡Min YoonGi! - Él me miró alarmado por mi grito. - Para si sabes lo que es bueno.

- Ah, Park, no puedes ordenarme nada.

- ¿Quieres decirle hola a la abstinencia?

- ¡Hola, Abstinencia!

- Borrachuzo idiota... Despídete del sexo como mínimo por un mes. Vámonos Jin.

Él asintió y salió junto a mí del bar.

- Y bueno, Jimin, ¿qué...? - Le tapé la boca y tiré de él hacia el callejón.

- shhh... Jin, mira. - Señalé a la peliazul que conocía bien, junto a un chico que parecía bastante más joven que nosotros.

¿Sería él uno de los demonios que va al Instituto?

- Oh, es esa maldita zorra...

- ¿Uh? ¿La conoces? - Me puse un poco alerta.

- Ojalá no lo hiciera. Se la pasa revoloteando alrededor de NamJoon, y tuvimos una... Una fuerte discusión por su culpa.

- Así que va a por NamJoon, ¿ah? - Asentí y volví la mirada hacia la pareja, pero ahora solo quedaba el chico. Aproveché y corrí contra él, chocando su cuerpo contra la pared.

- ¡Hey, más cuidado!

Tuve que subir la cabeza para mirar fijo a los ojos de aquel chico de bellas facciones. - ¿Quién eres? ¿Qué hacías con ella? ¿Qué quería? ¿Qué eres?

El levantó las manos y me alejó con cuidado sujetándome por los hombros. - Wow, tranquilo pequeñín...

- ¡No soy un pequeñín!

- Eres muy bonito... ¿Cuál es tu nombre?

- Yo pregunté antes.

- Soy TaeHyung, y no hacía nada, solo la echaba tras un buen polvo agorafílico.

Sentí mis mejillas sonrojarse. ¿Cómo podía hablar así a la ligera? Bueno, yo tenía mis momentos, pero aun así...

- Ohh, el pequeñín se avergüenza... ¿No tendrás parafilias, por casualidad? ¿Hematofilia? ¿Falofilia? ¿Tal vez insectifilia? ¿Sadismo, masoquismo? ¿Voyeurismo o exhibicionismo? ¿Frotismo? No voy a juzgarte. Es más, Mochi, si quieres yo te satisfaceré.

Sentí mis mejillas arder más intensamente. - ¡¿Pe-Pero qué te pasa?!

El extraño chico solo respondió con una sonrisa cuadrada. - Era broma.

Le miré durante unos segundos sin acabar de creérmelo. - Soy Jimin, Park Jimin.

Le vi asentir y metió un pequeño papel en el bolsillo trasero de mi pantalón, pero no me dio tiempo a reprocharle, pues plantó un beso sonoro en mi mejilla y salió corriendo mientras se despedía a los gritos.

💋

Después de conocer a ese sexy chico, acabé tirado de nuevo en el sillón de mi apartamento. Me había quedado con ganas al tocar aquel voluminoso trasero. Ugh, extraño al culo de JungKook...

Miré hacia ambos lados y al instante me sentí un idiota. Vivía solo, podía hacer lo que quisiera. Por lo que enseguida me desabroché el pantalón y empecé a masturbarme mientras mordía mis labios. Sería penoso gemir por esto.

El sonido del timbre me hizo levantarme muy enfadado. Me bajé la camiseta tapando mi pene, ni siquiera me iba a molestar en guardármelo. Abrí un poquito la puerta y me asomé. Iba a soltar una bordería, pero vi a la persona adecuada en ese momento. Abrí la puerta de golpe y le agarré de los hombros, obligándole a entrar, cerrando la puerta y chocándole con fuerza contra esta, para luego lanzarme a devorar sus labios mientras frotaba mi entrepierna contra él. Escuchaba ligeros jadeos, y de repente un quejido. Me mordió exageradamente fuerte el labio, quería separarse, pero a mí me gusta lo fuerte, así que solo me prendió más, hasta que me dio un fuerte empujón. - ¡TaeHyung!

Le miré confuso y muy excitado. - ¿Qué? - Aunque le escuchaba, me lancé a besar su cuello.

- Tú... Ah, mierda, debería estar enfadado contigo.

- ¿Por qué, muñeco?

- T-Tú... Te acostaste con HoSeok.

- ¿Y qué?

- ¡¿Y qué?! - Ahora sí me empujó fortísimo. - ¡Tú eres mío! Solo mío, ¿me has entendido?

- Ajá... Creo que es al revés, muñeco. - Aprovechando mi altura, me acerqué amenazadoramente a él, acorralándole y apoyando ambas manos a los lados de su cabeza. Sentí que le faltaba el aire. - Tú eres mío, no al revés.

- P-Pero...

- Shhh, cállate o te follaré la boca hasta que lo hagas, ya sea a la fuerza. - Él entreabrió los labios y asintió sumisamente. - Escúchame, tú eres mío, completamente mío. ¿Entendiste? - Volvió a asentir. - Y yo puedo acostarme con quien me plazca, ¿bien? - Esta vez tiré de su pelo al preguntar.

- Pe-Pero, Tae...

- ¡Silencio! - Tiré más fuerte. - Te pregunté algo. - Bajó la cabeza y asintió. Volví a tirar de su pelo levantando su mirada. - Ahora, ¿estás listo para Daddy~? - Mi voz salió ronca de mi garganta, sé que eso le encantó. Como respuesta, él se arrodilló y me miró fijamente, mientras sacaba la lengua y extendía las muñecas juntas, listo para ser atado.













Los 7 príncipes del infierno ▪BTS▪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora