Capítulo diez

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- Vale, para. YoonGi, yo realmente no entiendo que...

- ¿Piensas callarte algún día?

- Tan solo intento aclararme... - Aunque quizá no era el mejor momento para eso. YoonGi estaba duchándose, y yo estaba haciendo dibujos en el cristal empañado, sentado en el suelo.

- Lo que yo no entiendo es qué haces en mi ducha, con ropa, empapándote mientras yo estoy desnudo e intentando lavarme.

- ¡Te dije que me siento bien con el agua!

- ¡Estoy desnudo, Jimin! ¡Si giras medio palmo tu cuerpo, vas a tragarte mi polla! No creo que sea el mejor lugar para "sentirse bien con el agua".

- ¡Y-YoonGi! - Me sonrojaba siempre que hablaba de forma tan obscena.

💋

Tras meditarlo durante horas, finalmente me había decidido y le había mandado un mensaje de texto al pequeño Jeon.

"Eres un chico con suerte. Soy capaz de hacerte hueco en mi apretada agenda. Ven a mi casa en este instante"

¿Así o más egocéntrico?

Después de todo, ¿qué más daba? Tan solo era un humano más. Tendría sexo y lo mataría de una vez por todas.

Me relajé en el sillón mientras me tomaba una copa de vino tinto con tranquilidad.

Cuando el timbre rompió el silencio, dejé con suavidad la copa sobre la mesa y me levanté. Caminé hasta la puerta aparentando tranquilidad y abrí. El dulce rostro de JungKook apareció ante mí.

Él parecía tenso.

- ¿Qué pasa pequeño? ¿Un día duro? - Dejé salir una ligera risa.

- Oh, cállate.

- Calma. No quieres ser castigado.

- ¿Qué...?

- De momento solo te daré un masaje. ¿Te parece?

Él suspiró. - ¿Tengo opción?

- Claro que no.

👑

Después de perder tantas veces la noción del tiempo, encerrado en aquel bar junto a Amon, finalmente estaba en mi apartamento.

No sabía cómo ni cuándo había llegado allí.

Tampoco me importaba...

Estaba demasiado destrozado.

¿Así se sentían los humanos? ¿Como objetos de usar y tirar?

Es obvio que sí.

Solo quería regresar al infierno. Barajé la opción de suicidarme, pero no les daría el gusto. Amon no ganaría aquel juego.

Lo ganaría yo.

Me lo merecía después de todo, ¿verdad?

¿Verdad?

💋

En menos de lo previsto, ya le tenía frente a mí sin camiseta. Mis manos masajeaban su espalda y sus hombros, hundiendo sensualmente los dedos en aquella perfecta piel que deseaba marcar. Marcar como mía, y luego matarle. Sí, eso haría.

Los 7 príncipes del infierno ▪BTS▪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora