PDV Alan
Luego de terminar de copiar todo con Ian y despedirnos, regresé a casa caminando mientras la noche se sentía fresca.
Media hora después ya había llegado a los suburbios donde vivía, al pasar junto a la casa de Bianca me detuve un momento contemplándola, solía quedarme con ella cuando no quería estar en casa, pero desde que me mintió respecto a Ian luego de preguntarle si preguntó por mi, me distancié. Sabía cuándo me mentía.
En este momento la necesitaba, sabía lo que pasaría por llegar algo tarde y más sin avisar. Me tenían controlado desde lo que paso con mi hermana, hipócritas.
Sin más entré a mi casa cerrando de un portazo para que supieran de mí llegada.—Ya era hora que aparecieras, tú madre estaba preocupada.— Sólo escuchar la voz de este tipo, me da asco.—¿Para que tienes un celular si no vas contestar?
—Lo lamento.— Respondí con impotencia. Estoy harto, sin embargo no puedo hacer nada. No ahora.
Mi madre apareció al escuchar la discusión.
—Tendrias que, por lo menos, dejar un mensaje diciendo dónde estás.— Dijo ella con rigidez.—¿Dónde estabas Alan?
—Estudiando en una cafetería, copiando las tareas junto a un compañero, y mi teléfono quedó sin batería.— Contesté impaciente.—Ya comí allí... ¿Me puedo retirar a mi habitación?
Mi madre asintió aún molesta y se marchó en dirección a la cocina, me apresure a subir las escaleras sintiendo la mirada de ese tipo sobre mi espalda causando un escalofrío, hijo de puta.
Cerré mi habitación con seguro, la última vez me había descuidado al no bloquear la puerta, y ese bastardo entró sin más mientras yo dormía, no le bastó con tocarme; también tuvo que golpearme por cerrar mi habitación. No asistí a clase por ello. Toda esta pesadilla empezó con mi hermana, en un principio solía abusar de ella, hasta que comenzó a consumir drogas. Y murió de una sobredosis hace casi tres años, irrumpió en mi habitación una noche a unos meses de su muerte, desde entonces me di cuenta por que murió. Ella quería escapar.
Y yo haría lo mismo.Dejé mi mochila sobre la cama, me senté pasando mis manos en mi rostro con frustración. Tengo que irme, no importa cómo. En ese momento pensé en Ian, le caigo bien aunque me conoce hace poco y se a que se debe; le gusto. Aún así, no puedo confiar totalmente en él, mostró una cara que no creí tuviera, esa vez en el baño. Pude percibir algo diferente y a la vez familiar, pero creo que él no se dio cuenta de ello.
Me levanté y fui a darme un baño, dejando de pensar en eso un rato. Al salir de la ducha miré el espejo empañado, lo limpie con la mano observando ahora mi reflejo; estaba demasiado delgado y mi rostro era más pálido que antes, baje la vista hacia los moretones aún visibles en mi torso. Que asco.
Me estoy convirtiendo en mi hermana, soy el reemplazo de una muerta.
Eso me asusta.
Apague la luz y me fui a dormir, estaba agotado. Me despierta el ruido de la perilla; trata de abrir la puerta, y se va al notar que tiene seguro. Sonrió con burla aun adormilado, volviendo a conciliar el sueño.
Maldito infeliz.
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Hola de nuevo, bueno esta vez es un capítulo desde el punto de vista de Alan, para que conozcan más al personaje.
Otra cosa, quiero aclarar algo. Algunos creen que Ian es el pasivo en esta "Relación", pero lamentablemente es al revés, me veo obligada a aclarar este punto porque al parecer eso creen y no puedo aguantarlo, por decirlo de algún modo. :'v
El siguiente cap tendrá algo de Hard e.e
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Tóxico Amor
Short StoryIan Brown ha sufrido maltrato por parte de su madre desde pequeño, él quiere cambiar su vida y lo conseguirá con ayuda de su compañero de química, quién ha decidido no separarse de él un minuto. Pero... ¿Qué pasa cuando dos personas mentalmente ines...