Capítulo dedicado a Xjossxxjoss
Quedé así después de leer tú comentario en el cap anterior
Me encanta que comenten, así puedo leerlos uwu❤
•••••••••••••••••••••••••
La toalla húmeda cayó junto a la cama, quedando totalmente desnudo. Las manos de Alan de forma lenta fueron acariciando mi torso, enviando aquellas corrientes por cada fibra de mi cuerpo, me separé un poco para quitarle su camiseta, dejándola caer al suelo.Mis manos acariciaron de igual forma su pecho, bajando con suavidad hasta su abdomen, volví a unir nuestros labios cuando adentre mi mano dentro de su pantalón, sacándole un jadeo de sorpresa al aprisionar su miembro.
Fui subiendo y bajando lentamente mi mano por su miembro, masturbando, atrapando sus gemidos con mi boca mientras iba incrementando la velocidad de los movimientos, hasta que después de algunos minutos se corrió soltando un gruñido ahogado por nuestros labios.
Me separé de su rostro unos milímetros viendo a Alan respirar agitado, recuperándose del orgasmo, mantenimiento sus párpados cerrados.
Los abrió unos segundos después, mirándome en silencio con los labios entreabiertos; hinchados por los besos de momentos antes.
«Te amo» Quise decirle, aunque hayamos estado poco tiempo juntos, sin conocernos demasiado. Pero no lo hice... Además, aunque doliera admitirlo, me había dado cuenta que él no sentía lo mismo, no con la misma fuerza.
-Te quiero- Murmuré en su lugar, rozando los nudillos de mi diestra con la piel de su mejilla.
Alan tomó mi mano derecha bajo mi atenta mirada, y la llevó a su rostro dejando un beso en la palma, y luego frotó su mejilla contra esta en una caricia.
-Tambien yo- No hizo falta que dijera algo más, sólo uní nuestros labios nuevamente.
Haciendo a un lado la cobija, tiré del borde de su pantalón de pijama hasta sacárselo por completo, Alan se encargó de deshacerse de si bóxer, mientras me giraba a dónde había quedado mi mochila tirada, sacando un pequeño sobre plateado. Mordiendo un extremo de este, lo abrí tirando hacia otro lado, sacando y colocándome el preservativo.
Me posicioné en medio de sus piernas, atrapando sus labios, proporcionando caricias a sus pezones erectos, sonreí satisfecho bajando mi mano a
un costado de su cadera mientras iba entrando en él lentamente.Alan respiraba agitado, bajé mi boca por su cuello hasta llegar a su pecho, inspiré su olor y pasé mi lengua por su pezón, saboreando su piel. Comencé a moverme dentro de él, prestando atención a los gemidos que se escapaban de sus labios, en un vano intento por retenerlos.
-Ian- Musitó mi nombre en un susurro, seguido de un suspiro.
Me incorporé un poco para verlo tendido en la cama por completo, con los ojos cerrados, acerqué mi rostro al suyo y junté nuestros labios de nuevo, sintiendo como sus brazos rodeaban mi cuerpo, aferrándose con fuerza cuando aceleré las embestidas, arqueando su espalda ante cada embate.
Nuestros cuerpos se encontraban sudorosos, la piel de Alan brillaba por la gotas de sudor que perlaban su frente, esa imagen quedo en mi mente en cuanto él alcanzó el clímax apretando con fuerza la yema de sus dedos en mi espalda. Me deje caer sobre él cuando me corrí, respirando con dificultad, al igual que Alan.
Me levanté de la cama y caminé de regreso al baño, botando el condón en el bote de basura. Apagué la luz y regresé a la cama, pegando la espalda de Alan a mi pecho, rodeando con mis brazos su cuerpo.
Cuando desperté, noté que estaba solo en la cama, apoyando mi antebrazo sobre mi cara cubrí mi vista mientras intentaba espabilarme. Con algo de pereza me incorporé en la cama hasta sentarme, algo desorientado observé la habitación buscando a Alan, agudizando el oído para saber si se encontraba en el baño.
-¿Alan?- Me levanté de un salto al obtener sólo silencio, mirando la habitación de esquina a esquina y revisando el baño, sin encontrar a Alan-¡Mierda!
Me vestí rápidamente con la ropa que había empacado en la mochila, y apresurado salí del cuarto colocándola sobre mi hombro. Alterado me dirigí a recepción, donde la misma chica de anoche se encontraba con los brazos recargados sobre el mostrador mientras sostenía un smartphone en sus manos.
-¡Oye!- La llamé importándome un carajo la educación-¿Dónde esta el chico con el que estaba anoche? La habitación número trece- Añadí con el ceño fundido.
-Él salió, dijo que volvería en un par de horas...- Contestó mirándome un poco extrañada y asustada.
-¿A cuento esta el siguiente autoservicio?- Volví a preguntar, con más calma.
-Una hora.
Me alejé del mostrador con la angustia recorriendo mi sistema por completo, por que de alguna forma sabía que se había ido y no volvería.
No, él ya no volvería...
Al estar fuera del establecimiento, sólo pude respirar varias veces casi con desesperación en un intento por tranquilizarme, sin embargo la furia iba creciendo cada vez más. Llevando mis manos a mi cabeza con frustración, negué un par de veces hasta que mi mirada cayó sobre un vehículo que se estaba por estacionar cerca de la entrada.
Una idea pasó por mi mente. Deslizando un poco mi mochila por mi hombro; abrí el cierre, sacando en objeto que había guardado al sentir levemente el filo con la yema de los dedos. Cuando el auto estuvo estacionado, esperé a que en conductor bajara del vehículo.
-Oiga- Le hablé, captando su atención cuando salió del auto.-¿Me permite estacionar su coche?
Era un hombre, de aproximadamente cuarenta años, mirándome con desconfianza y cautela mientras me acercaba.
-Aquí no hay servicio de parking- Masculló sagaz.
-Es cierto, sólo dame las malditas llaves- Exigí, presionando la punta del cuchillo contra un costado de su cuerpo al precipitarme hacia él.
A pesar de mostrarse sorprendido por mi amenaza, no vaciló al intentar defenderse levantando una pierna para que perdiera equilibrio, sumando que al mismo tiempo me empujó con ambas manos sobre mis hombros. Aún mas furioso que antes, no perdí tiempo y ensarte el filo del cuchillo en su abdomen, enterrándolo con más fuerza ocasionando que el sujeto se doblara del dolor.
Después de quitarle las llaves subí al vehículo, dejando al tipo en el suelo que en poco tiempo empezó a soltar alaridos llamando así la atención de la recepcionista y algunos huéspedes de alguna habitación, y me puse en marcha pisando el acelerador.
Tenía que encontrarlo, eso era en lo único que pensaba.
ESTÁS LEYENDO
Tóxico Amor
Short StoryIan Brown ha sufrido maltrato por parte de su madre desde pequeño, él quiere cambiar su vida y lo conseguirá con ayuda de su compañero de química, quién ha decidido no separarse de él un minuto. Pero... ¿Qué pasa cuando dos personas mentalmente ines...