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Se me fue el alma en este capítulo. Apoyenlo y comenten mucho.

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Narrador omnisciente:

Lauren y Camila tenían aproximadamente cuatro meses sin verse. Para Lauren era complicado viajar con el paso del tiempo por dedicarse a su verdadero deber y buscar que los hombres de la mafia confiaran en ella. No solo eran mafiosos sino machistas, se les hacía muy difícil ver que una mujer pudiera hacer el trabajo de ellos aunque solo se dedicaran a dormir, beber, vender la mercancía y de vez en cuando ir a los llamados especiales.

Y si, para ellos la mujer servía para satisfacerlos era raro si una quería entrar al negocio pero Lauren Jauregui o en este caso Michelle les estaba demostrando lo contrario.

La situación no era fácil, sus salidas a cualquier lugar eran monitoreadas de alguna manera. No podía salir sin que alguna persona -hombre- la acompañara. Trataba de hablar con Camila en las madrugadas cuando la morena podía. Los entrenamientos eran fuertes en la universidad y Lauren lo entendía, ella alguna vez estuvo en su lugar.

Camila por su parte sospechaba sobre la lejanía de su novia. En las llamadas las cosas estaban perfectas pero al colgar, Lauren desaparecía por mucho tiempo. No estaba la mayor parte del día, los mensajes eran en la madrugada y siempre objetaba que no podía viajar a verla por falta de tiempo y dinero.

Alejandro en una oportunidad le había comentado a Camila la proposición que le hizo a Lauren sobre prestarle el dinero para el boleto de avión por un fin de semana pero esta lo rechazó.

Allí fue donde las alarmas en la cabeza de Camila se hicieron presentes.

La situación no era fácil para Camila considerando que no podía salir del campus hasta las festividades de Navidad. Era el único respiro que les daban a los estudiantes y aún faltaba mucho tiempo, no se daría el lujo de perder a Lauren.

—Mila ¿Estás segura de lo que estás haciendo?— Ally preguntó preocupada mientras veía a su mejor amiga empacando varias prendas de ropa en la muleta amarrilla.— Nadie en Miami sabe que vas y puede ser un peligro.— Trató de hacerle entender la situación.

Camila miró por un leve momento a su mejor amiga con frustración. Sabía en que se estaba metiendo ¿No?

—Enana, no me quedaré miles de kilómetros lejos de Lauren sabiendo que algo pasa y acostarme a esperar que un día me llame y diga que lo nuestro no está funcionando. Lo correcto es que si ya no siente lo mismo me lo diga de frente. Aparte, solo era por una semana, creo que los profesores entenderán si les haces saber que estoy enferma.

—¿Con quién te quedarás cuando llegues? A tus padres no les gustará tenerte en épocas de estudios.

—Todo este tiempo estaré con Lauren, pretendo conocer donde vive. No habrá ningún problema.— Camila respondió tranquila terminando de guardar sus cosas y buscando su teléfono para verificar su vuelo en la madrugada.

—¿Y si tus padres o Sofi te ven en la calle con Lauren?

Ally trataba de convencer a Camila por todos los medios posibles de que no fuera a Miami.

Verán, desde pequeña siempre fue aplicada y obediente, mucho más cuando se trataba de los estudios. Cuando tenía catorce años, la última película de su saga favorita se estaba estrenando y no quería llegar al día siguiente y que sus amigas les contaran el final. Su madre no la dejó ir porque irían a una cena con unos amigos de la infancia y debían estar juntos como familia y no podían llevarla al cine esa noche. Ally rompió su alcancía y vio que contaba con el diferente suficiente para comprar la entrada y algunos bocadillos. Como consecuente, esperó a que su padre arrancara el auto después de dejarla en la entrada de su colegio y se fue a pie al centro comercial.

Weak For You (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora