4: Persuasión

6.9K 443 14
                                    

Capítulo 4: Persuasión

Habían pasado ya dos meses desde la desaparición de mi padre, todos tratabamos de fingir que estabamos bien. Mi hermana lissy era la que menos fingía, con su guapo esposo y su bebé, le era más llevadera su tristeza.

Mi hermano Richard salía a buscarlo  y lo había escuchado gritarle por telefono a la policia más de una vez lo incompetentes que eran. Si, mi hermana tenía telefono, y un automovil también cuando nosotros a duras penas poseíamos un carruaje y un caballo. Carruaje el cual estaba en proceso de reparación, y caballo quien al igual que yo, iba saliendo de sanar sus heridas.

Dos meses desde la desaparición de mi padre. Las personas creen que así como yo salí volando del carruaje, mi padre pudo haberlo hecho también, sólo que en dirección al bosque. Piensan que los lobos se lo llevaron, o quizá un oso. Yo me río de lo inteligentes que pueden llegar a ser las personas en este pueblo... mi padre no dejó rastro, no fue un animal quien se llevó su cuerpo.

Al doctor Cullen lo frecuentaba seguido, pues él mismo venía a casa de mi hermana y de su esposo a mirar mi mejoramiento. Cuando nos dejaban a solas, le preguntaba si había investigado algo, y él siempre contestaba que no sabía nada.

No soy la mujer más inteligente del mundo, pero suelo notar cuando me ocultan algo. Hoy vendrá nuevamente, la última vez que nos vimos me dijo que probablemente hoy me daba de alta.

8 p.m, el timbre sonó puntual como siempre. Lo escuché saludar a mi familia, y hacerle un poco de cariño a la bebé. Sonreí al imaginarme con un bebé del Dr. Cullen en los brazos, pero rapidamente traté de esfumar ese pensamiento. El Dr. Cullen es un hombre casado.

-¿Puedo pasar?- Preguntó con su tono de voz tan caracteristico por su dulzura. Mi familia le concedió el permiso alegremente.

Toc, toc.

-Soy el doctor Cullen, ¿puedo pa...

-Adelante, Carlisle.- Contesté con atrevimiento. Escuché al Doctor Cullen reir antes de entrar.

-Haré un chequeo rapido. He quedado con mis hijos ir a jugar una partida de baseball...

Comentó mientras abría su maletín. Miré al exterior a través de mi ventana.

-Parece que caerá una tormenta, Dr. Cullen... del 1 al 10, ¿qué tan bien se siente?- pregunté con burla, en el mismo tono con el cual me preguntaba todos los días cómo me sentía.- Veo que se ha cortado el cabello. Se ve mejor.

-Gracias, señorita White.- Respondió el Dr. Cullen. Amablemente tomó mi brazo, y empezó a tomar la presión, después mi respiración, y por último, pidió permiso para levantar mi blusa y ver la herida.- Ha cicatrizado completamente, señorita White, usted puede seguir con su vida normal.

-Doctor Cullen...

-¿Si, Señorita White?

Sonreí amablemente-Por favor llameme Elizabeth.

-Muy bien Elizabeth, ¿qué sucede?

Carlisle estaba guardando sus "cosas" de doctor, ni siquiera me miraba, eso me molestó. Él sabía que le preguntaría de mi padre, y siempre parecía evitar ese tema.

-No preguntaré sobre mi padre.

Carlisle dejó de empacar sus cosas y me miró con sorpresa y preocupación.

-Preguntaré por esa mujer... ¿qué era?

Me levanté de la cama y me sitúe frente al Dr. Cullen, él tenía su mirada fija en mi. Un trueno sonó demasiado fuerte, y yo me asusté por eso, al Dr. Cullen le pareció gracioso.

-Mis hijos me están esperando, Elizabeth.- Me recordó amable, con la intención de caminar hacia la puerta. Le impedí el paso, colocandome frente a él.

-Carlisle, he estado pensando mucho en el tema. No tenía nada más que hacer con el reposo que me recomendaste.- Le dije buscando su mirada. Sabía que una vez conectaran nuestras miradas, no la apartaría nuevamente. Tenía ese efecto en las personas, soy consiente que mi efecto de persuación en las personas era sólo por mi belleza; me negué a que fuera solo por eso, así que también empezé a leer para agudizar mi mente sólo un poco.

Cuando me enteré que yo no era considerada la mujer más bella de la zona, recibí una punzada de lo que jamás había sentido: "envidia", me habían descrito la belleza de la hija e hijo del Dr. Cullen, si la descripción es real, sus hijos debían parecer angeles. No dudo que así sea, pues el mismisimo Dr. Cullen posee una belleza a la que mis ojos no acostumbraban, así que supongo mi belleza no ha de ser nada persuasiva para él.

-La escena se repite una y otra vez. Esa mujer debió voltear el carruaje de un solo golpe, mi hermano me describió el accidente, el carruaje no resbaló por el hielo. Lo golpearon con tremenda fuerza.- El Dr. Cullen subió su mirada a la mía, tuvo la intención de hablar pero no lo hizo. Algo tiene que decir, pero me da la impresión de que se prohíbe hacerlo.- Luego esa mujer, pasó como un rayo... se llevó a mi padre con facilidad en demasía.

Me acerqué a él, con mirada suplicante y coloqué mis manos en su pecho.- Sé que sabe más de lo que dice saber Dr. Cullen, le ruego que me diga si siente usted algo de compasión por mi. Le juro por lo más sagrado en mi vida, que es mi familia, que si es un secreto que amerita discresión, me callaré ante todos y solo yo investigaré el paradero de mi padre... o el de esa mujer. No me puedo quedar de brazos cruzados.

Nuevamente se escuchó otro ensordedor trueno, pero esta vez no me asusté. No podía apartar la mirada del Dr. Cullen si quería que me dijera algo, lo que sea que me ayudara a salir de esta nube de dudas.

Carlisle tomó mis manos en su pecho, y las apartó amablemente sin soltarlas. Suspiró con pesadez antes de mirarme nuevamente a los ojos.

-Es un secreto que puede costar la vida por revelarlo. A mi, y a toda mi familia, incluso a ti, y a quien se lo cuentes.

Asentí ansiosa por saber dicho secreto. Apreté sus manos y le miré con aprensión:- Guardaré ese secreto con mi vida, lo juro, Carlisle.

-La mujer que miraste llevarse a tu padre, no era humana. Era una especie más fuerte y veloz, que suele vivir en secreto de los humanos. Revelar su existencia te cuesta la vida, tienen reglas.

Asentí frenetica, una sóla vez.

-Existen criaturas mitologicas para los humanos, que realmente no lo son. La mujer que miraste, era una vampiresa.

El doctor Cullen analizó mi reacción, tal vez pensó que no le creería, pero no fue así. Yo ya sabía de antemano que esa mujer no era humana, sólo que no sabía que era. Una vampiresa tenía sentido ahora.

-¿que me recomienda hacer? ¿sabe como se asesina a una vampiresa? ¿donde suelen alojarse? ¿son debiles al sol, iglesias, agua bendita?

-Asesinar a un vampiro, resulta imposible para un humano. No lo intentes. Tratar rastrear a un vampiro para un humano es una perdida de tiempo, los vampiros no mueren por estacas, pueden entrar a tierra santa e iglesias, el agua bendita solo los moja.

Solté nuestras manos molesta por la respuesta.

-¿Entonces no puedo hacer nada contra esa... maldita?- Pregunté con rabia, pero con la esperanza de que contestara algo positivo.

-No, sólo estar alerta. No sabemos si el ataque fue coincidencia o algo personal.- Respondió amablemente Carlisle. Miró la hora en su reloj, y luego a la ventana pues otro trueno se escuchó- confío en que no le contarás esto a nadie, y serás prudente.

Asentí tratando de poner rostro amable.- Protegeré el secreto con mi vida, ya lo he jurado.

El Dr. Cullen me sonrió, y antes de irse palmeó mi espalda. Le oí despedirse de mis familiares, antes de escuchar la puerta principal cerrarse.

Prudente, no puede pedirme que sea prudente cuando se trata de proteger  a quienes amo. Si esa mujer tiene a mi padre, los encontraré, y si lo ha herido la mataré. No soy tonta, no lo haré sola... si existen vampiros, existe algo que los caze. La naturaleza es sabia y pone equilibrio siempre.

✔️Media Luna [CREPUSCULO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora