6: Te encontré

5.2K 361 5
                                    

Capítulo 6: Te encontré

Acomodé mi bolso nuevamente, como si eso ayudara a disminuir el trabajo que cuesta llevarlo en la espalda. Llevo conmigo un botiquín completo de primeros auxilios, comida, agua, una manta y un termo con chocolate caliente, además de equipo de escalar y un arma (esta está debajo de mi falda, en una media).

Respiré profundo al observar nuevamente que mi padre no se encontraba debajo de un tronco hueco, donde se pudo haber escondido muy bien. Decidí que era momento de descansar un poco, segun mi reloj llevaba 4 horas en el bosque buscando a mi padre; hasta ahorita solo he encontrado un poco de sangre en las hojas y más adelante el cuerpo de un ciervo, el cual parecía estar seco y sin sangre. Me asusté un poco al pensar que el animal que atacó a ese ciervo estuviese cerca, pero después de dos horas no he topado con ninguna fiera.

Me senté en el suelo, y pasé mi bolso frente a mis piernas para sacar un botella de agua. Lo abrí, y bebí para hidratar un poco mi boca y garganta. Me detuve un momento a admirar la belleza del bosque, era hermoso, tan hermoso que tal vez en otro momento venga haciendo un picnic con mi familia.

El arbusto a mi lado izquirdo se movió como si un animal estuviese en el. Me puse de pie nuevamente y saqué el arma de mi falda, le quité el seguro y la cargué, luego apunté al arbusto.

De entre las ramas de los arboles que cubrían la parte superior del arbusto, salió una mujer.

Esa mujer es mi madre. Debo estar alucinando, talvez me ha picado un bicho o tocado algún hongo.

-Elizabeth, debes regresar a casa. El bosque es muy peligroso para una niña como tú.

Mi madre estaba frente a mi, riñendome como solía hacerlo en el pasado. No sé que hongo toqué o que bicho me picó pero quiero saber como se llama para tenerlo conmigo siempre y así ver a mi madre... aunque no sea muy exacta su imagen, porque por alguna razón sus ojos son de un color rojo intenso.

-Elizabeth, soy real. Sé que todos piensan que estoy muerta y bajo tierra, y yo quería que así fuera hasta que tu hermano y tú maduraran un poco más, para manejar la información que estoy apunto de revelarte, y así ustedes eligieran si quieren o no ser como yo.

Bajé el arma y ladeé la cabeza. Estaba confundida, esta visión estaba siendo demasiado realista.

-¿Er-res real?- Pregunté con voz temblorosa, examinando aquella imagen de mi madre.

Ella se acercó lentamente a mi, dudando si debía hacerlo. Cuando estuvo frente a mi, al verla tan real la abrazé.

Ella está viva. La siento, la siento. Había deseado tanto este momento, tener nuevamente mi madre en mis brazos.

-Madre, mi papá está desaparecido. Sé que no es lo que esperabas oir al revelarme que estás viva, pero te juro que en otros momentos te trataré como la reina que eres madre.

Me separé de ella, y miré su vientre. Estaba plano. Miré interrogativa a mi mamá, cuando ella supuestamente murió, estaba embarazada de meses. Mi hermanito ya nació. Sonreí.

-Sé lo de tu padre querida, he sido yo quien se lo ha llevado. Tranquila, él está bien, junto con tu hermanito.

Retrocedí con cautela, de pronto como un flash el cabello castaño de aquella mujer apareció en mi mente, lo comparé rapidamente con el de mi madre. Eran identicos.

El carruaje volteado, mi hermano saliendo de él tambaleandose, mi abuela aterrada, mi caballo herido, mi padre preocupado por mi. Yo herida, meses llenos de preocupación y dolor por sus supuestas muertes... ¿mi madre provocó todo eso?

Fijé mi mirada en sus ojos rojos, luego la recorrí de cabeza a pies. Era tan palida, tan hermosa. Me había seguido por el bosque, y sólo hasta que se dignó a presentarse me he dado cuentade su presencia. Mi madre era una vampiresa, eso me quedaba claro, el Dr. Cullen me dijo que aquella mujer era una... pero algo seguía sin tener sentido para mi:-Estuvimos en tu entierro, te vimos en el ataúd y como lo cerraban para luego cubrirlo de tierra. Todos lo vimos.

Mi madre sonrió con ternura.

-Tengo la habilidad de imponer o modificar recuerdos en la memoria de cualquiera. Por eso todos creen recordar mi entierro, suceso que jamás sucedió, sólo está mi lápida para cubrir la mentira.

-¿Por qué nos mentiste?- Pregunté seca. Estaba tan molesta con ella, no podía entender los motivos que la llevaron a herir tanto a su familia.

-Por su bien, no podía dejarlos con la incertidumbre de dónde estaría mi cuerpo, qué me había sucedido. Yo no podía estar cerca de ustedes mucho tiempo, me era muy díficil controlarme, el unico motivo por el cual logré controlarme fue porque los amo.

Mi madre se acercó temerosa a mi reacción, y me tomó por los hombros. No podía reaccionar, tenía miedo de ella, además me encontraba confundida, ¿qué emoción tenía que mostrar? ¿molestía, tristeza, alegría?

-El motivo por el cual eres la unica que recuerda a una mujer llevandose a tu padre (que ahora sabes, era yo), es porque modifiqué la memoria de todos menos la tuya. Estabas herida, no estaba segura de si podía controlarme al inhalar el olor a sangre.

Mi madre pasó su mano sobre mi mejilla, limpiando las lagrimas sobre esta.

-Claro, ahora estoy segura que pude haberme controlado, pero nunca podré saberlo. Ese doctor Cullen y sus hijos adoptivos no me dejaron acercarme a ti, siempre tratando de atraparme... hasta hace poco. Hablé con ellos y les expliqué todo, ellos comprendieron muy bien.

Aparté su mano de mi rostro, ¿el Doctor Cullen era un vampiro? Porque para poder haber alejado a mi madre, siendo ella una vampiresa, tienen que ser sobrenaturales.

-Cuando te conviertas, tendrás unas habilidades increíbles.- Mi madre sonreía orgullosa, tal vez imaginandome a mi como una vampiresa. Comodó su cabello hacia atrás, y se recargó en un troco de árbol.- Me contó el Doctor Cullen como casi lo has obligado a decirte aquella información que a nadie le hubiera contado, tienes tanta persuasión. Tu belleza siendo humana es asombrosa, y será mucho más cuando seas inmortal... además tus habilidades dentro del bosque no están nada mal.

Imité la acción de mi madre, y me recargué en otro tronco. La miré observando al bosque, maravillada por la naturaleza que nos rodeaba.

-Mamá, ¿papá es ahora como tú? ¿Cómo es posible que naciera mi hermanito?

Mi madre dejó de observar las copas de los arboles y me miró. Talvez los vampiros tengan diferentes ojos de color, dependiendo de algo. Los de mi madre son rojos, los del Dr. Cullen de un dorado digno de dioses, ¿cómo serán los de sus hijos y los de mi padre? ¿cómo serán en un futuro los míos?

-Tú padre es un vampiro también, al igual tu hermanito. Tu padre no es bueno controlando sus impulsos de sed, así que le prohibí acercarse a ustedes por su seguridad.

La miré desconcertada:- Que mal por mi padre... pero ¿Cómo es posible eso de mi hermano? ¡Es un bebé!

Mi madre a un movimiento veloz, estuvo frente a mi tapando mi boca. Llevó su dedo a la boca y me insitó a callarme. La miré sin entender que demonios sucedía, pero no fue necesario que respondiera a nada mi madre, pues miré a 5 lobos enormes saliendo de entre los arbustos.

Gruñían a nuestra dirección, parecían realmente molestos y dispuestos a despedasarnos en segundos. Me tranquilizó saber que mi mamá era una vampiresa, y que facilmente nos sacaría de este aprieto.

✔️Media Luna [CREPUSCULO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora