Sex Shop

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— De ninguna manera voy a trabajar aquí, Hoseok.

Murmuró Jungkook, golpeando con un paquete de papas fritas al chico que estaba a su lado. Se sentía molesto, avergonzado y con unas ganas de echarse una pelea con su amigo en plena vía pública.

— Vamos, no es tan malo, Kook.

— ¿No es tan malo? Cierto, ¡es mucho peor! — gritó, alejándose de su lado. — ¡Te pedí que me ayudaras a conseguir un trabajo, y sales con esto!

Estaba llegando a su límite. Sabía que Hoseok era un idiota, lo confirmó en repetidas ocasiones, pero nunca pensó que tanto.

— Tú me pediste un trabajo, y esto fue lo mejor que conseguí. — respondió señalando el establecimiento ubicado en frente de ellos.

— Yo quería un trabajo decente. ¡No esto! — llevó un par de dedos al puente de su nariz para tranquilizarse. — ¿Fue mucho pedir? ¿Acaso ya no me quieres?

Hoseok bufó ante el pésimo dramatismo de su amigo. Cansado.

— Si lo vas a aceptar o no, es asunto tuyo. La otra opción es que seas el asistente del señor Kwon.

Jungkook suspiró resignado. Prefería trabajar en un Sex Shop antes que ser el asistente de un viejo verde que tenía como profesor.

— Al menos tendré dildos gratis.

[...]

No creía que estaba haciendo esto.

Cuando ingresó con Hoseok en la pequeña tienda, empezó a sofocarse por la incomodidad que sentía. Su vista fue a parar en la gran cantidad de juguetes, lencería, lubricantes y más, que habían en el lugar.

No pudo evitar cerrar los ojos al ver cuadros de hombres y mujeres teniendo sexo que colgaban de todos lados.

— Estoy reconsiderando mi decisión...

— Basta de estupideces. Voy a presentarte al quien será tu nuevo jefe.

El de chamarra negra lo guió hacia una diminuta oficina al lado de los baños. Jungkook juró que pudo escuchar unos ruidos extraños.

Una vez en el interior, Hoseok saludó a otro joven, un completo desconocido para Jeon, pero de buena pinta y muy simpático.

— Kook, él es Kim Namjoon. Nam, él es Jeon Jungkook, el chico del que te hablé.

El chico hizo una pequeña venia y sonrió, dejando aparecer unos lindos hoyuelos en cada mejilla. Jungkook lo imitó.

— Mucho gusto, Jungkook. Hoseok me dijo que estabas interesado en el trabajo.

— Sí, lo estoy. — mintió.

Namjoon asintió y se acercó al pequeño escritorio que había. — Espero que puedas adaptarte. Esta es una camiseta que usan todos los que trabajan aquí. — sacó una bolsa negra de uno de los cajones y se lo entregó. — Llamaré a alguno de los chicos para que pueda orientarte e iniciarías mañana.

Jungkook asintió con una linda, pero fingida, sonrisa cuando el moreno salió de la oficina dejándolo junto a Hoseok.

— Creo que estoy loco.

— Ya lo estabas de todos modos.

El menor bufó ofendido y se acercó a él dispuesto a gritarle, pero Namjoon había regresado junto a otro chico.

— Él es Taehyung. Te enseñará todo lo que debes saber, Jungkook.

El mencionado parpadeó un par de veces al observar semejante hombre que tenía delante. Su cabello rubio, los labios rojizos...¡agh! Era jodidamente hermoso.

— C-claro, vamos.

El rubio se hizo a un lado permitiéndole el pase a Jungkook y luego lo siguió. Tenía una sonrisa de oreja a oreja y una mirada muy pícara.

— ¿Con qué debería iniciar? — su mirada vagó por todo el espacio y aplaudió cuando notó el área de los juguetes. — Allá, vamos allá.

Jungkook siguió el mismo camino que él y miró sorprendido hacia donde se dirigían.

— ¿Qué es eso?

— Un vibrador.

— ¿De ese tamaño? — preguntó asombrado, ganándose una risilla de su acompañante. — No parece humano.

— Te sorprenderías al saber la cantidad de personas que lo compran.

El menor soltó un gemido. — Parece bueno.

Taehyung sonrió malicioso. — ¿No quisieras probarlo?

[...]

— Gracias por el apoyo, Nam. Jungkook hará un excelente trabajo, créeme.

— No es nada. Confío en él. — sonrió.

Hoseok observó su reloj preocupado. — Debemos irnos. Jungkook tiene que estar en su casa antes de las once.

Namjoon asintió y lo acompañó hacia el exterior, donde probablemente estarían su amigo y Jungkook. Ambos jóvenes se sorprendieron al percatarse que ninguno de ellos estaban en ahí.

— Hye, ¿dónde está Taehyung? — preguntó el moreno a la cajera, quien estaba atenta mirando su teléfono.

— Se fue con un chico al baño. Llevan casi una hora dentro.

Tanto Namjoon como Hoseok se miraron, provocando un silencio incómodo.

— Eh...¿unas hamburguesas?

— Sí, claro. 

🔥🔥🔥

Jungkook me mató con esa fotos.
Adiós. 💕

Drabbles | TaeKook   ; en edición ;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora