Kim Taehyung es un pintor muy reconocido en todo el mundo, sobre todo en su natal Italia. Sus obras eran la sensación del momento, y eran exhibidas en varios museos por toda Europa.
Después de que surgiera un pequeño escándalo que lo involucraba, decidió tomar un descanso indefinido que solo duró unos cuatro meses, debido a que sus seguidores pedían más material del joven artista, y fue así como decidió retornar.
Taehyung estaba acostumbrado a sorprender al público con sus obras, le gustaba escuchar a la gente apreciar su trabajo y reconocer su gran esfuerzo.
Aunque Kim Taehyung escondía algo muy sucio.
Como todo artista, Kim mantenía una cábala algo inusual y perversa, ésta consistía en matar prostitutas luego de acostarse con ellas. Era el método que siempre empleaba cuando necesitaba inspirarse.
Nadie lo había descubierto. Él y su mejor amigo, Jimin, se encargaban de desaparecer los cuerpos por precaución.
Ahora iba en busca de su próxima víctima.
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Taehyung se dirigía al lugar de siempre: un hotel con fachada de lujo pero que por dentro tenía el mejor prostíbulo de Italia.
Al llegar, no tardó en identificarse y dirigirse al sótano, dónde estaba el salón. Su amiga Jennie, la dueña, lo recibió con mucha algarabía y efusividad.
- ¡TaeTae! ¡Cuánto tiempo sin verte querido! Ha pasado mucho desde la última vez que viniste. - la joven abrazó al más alto.
- Es un gusto volvé a verte, Jennie. - el rubio besó su mejilla.
- ¿Cómo ha estado todo? Pensé que nunca regresarías por aquí.
- Todo ha sido de maravilla, y de seguro ya te enteraste que volveré a pintar. - sonrió.
- ¡Por supuesto! Todos hablan de eso luego de que lo anunciaras a la prensa. - sonrió. - Y ya creo saber por qué estás aquí, puesto a que nunca vienes a charlar. - elevó una ceja.
- Me atrapaste. - alzó ambas manos.- Quiero a la mejor.
La castaña le miró algo apenada. - Tae, creo que no es buen momento. Todas mis chicas están ocupadas.
El rubio soltó un bufido. - Se supone que soy tu cliente favorito. - hizo un puchero. - ¿No hay alguien libre para mí?
Jennie sonrió levemente. - Veré que puedo hacer, te sorprenderé. Espera en la habitación de siempre. - la joven abandonó el salón dejando al artista solo.
Kim empezó a caminar hacia la habitación que siempre iba cuando venía aquí. Realmente estaba necesitado, no había tenido acción desde que anunció su descanso.
Ya había pasado media hora y nadie llegaba, empezaba a impacientarse. Unos cinco minutos más y decidió salir del lugar, pero en el momento en que recogía sus pertenencias, alguien llegó.
- ¿Es el señor Kim Taehyung? - habló la otra persona presente. Su voz no era nada parecía a la de una mujer.
El rubio, que se encontraba de espaldas, volteó y quedó sin aliento al ver a quien tenía al frente. Un hombre. Taehyung se aclaró la garganta y habló:
- Creo que hay una confusión, yo pedí a una mujer. - dijo enfatizando la palabra 'mujer'.
- No sabía señor, Jennie sólo me indicó que venga aquí. - el muchacho agachó la cabeza. - Entonces, será mejor que me vaya.
Taehyung lo pensó y negó con la cabeza. - No, quédate. - tomó su mano y se acercaron al pequeño sillón. - ¿Cuál es tu nombre? - acarició su mejilla con suavidad.
- Jungkook, señor. Jeon Jungkook. - el rubio sonrió.
- Llámame Taehyung, Jungkook. - Le dio un corto beso en los labios. - La pasaremos muy bien. - sonrió maliciosamente.
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Me demoré mucho en publicar... sorry bae 🎼
Esperen a la segunda parte 😊 aunque seguro me demoraré otra vida en escribir 😥 pero...YA PRONTO SALGO DE VACACIONES
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