I can't leave you now

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Su cuerpo estaba helado, ni el abrigo que llevaba lo resguardaba del frío; mientras tanto, la neblina se intensificaba y la poca luz del bosque indicaba que pronto llegaría la noche. Y no, eso no significa nada bueno.

Un camino rocoso era su única brújula hacia Dios sabe donde. Por si fuera poco, no tenía nada más que sólo su escopeta y la poca agua que aún le quedaba.

Sin temor siguió su recorrido, despreocupado de lo que pueda suceder.

Avanzó un poco hasta llegar a las orillas de una laguna bordeada de rocas y pasto. En las copas de los árboles se distinguían unas flores de cerezo, y una dulce fragancia llenaba el ambiente.

Cansado, se recostó en el verdoso césped con el último rayo de sol apuntando en su rostro. La paz y  tranquilidad lo invadieron y deseó que ese momento nunca acabara.

Jamás había sido fanático de la vida en la ciudad. La contaminación, la peste de las personas y el desinterés disfrazado de compasión nunca lo hicieron sentir orgulloso del lugar que provenía. Es por ello que se refugiaba en lo profundo del bosque, desconectándose de todo, olvidando su miserable vida por unos minutos.

Cerró sus ojos, concentrándose en su débil respiración y el leve sonido del agua chocando contra las rocas. Jamás se había sentido tan vivo.

Cuando la noche llegó, no tuvo otra solución que quedarse ahí hasta el amanecer, con la luna siéndole su única compañía. Decir que no había peligro sería una mentira, pero no le importaba. Y sólo cuando escuchó un aullido cerca de él se alarmó.

Un gran lobo blanco estaba a un lado de él, desprendiendo furia y soltando gruñidos. Estaba invadiendo su territorio, lo comprendió, y debía actuar rápido si no quería ser una víctima mortal del animal.

En cuestión de segundos estaba de pie sujetando su arma en frente del lobo, amenazándolo. Su cuerpo estaba rígido, presa del miedo, y antes de apretar el gatillo algo sucedió.

Aquel lobo se había transformado en un hombre.

Jungkook pestañeó repetidas veces esperando estar observando mal, convenciedose de que era sólo una alucinación. El arma entre brazos cayó, se enfocó en el hombre desnudo frente a él y no tuvo tiempo para reaccionar cuando ya lo tenía adelante.

— ¿Qué haces por aquí? ¿Cómo has llegado?

Su voz sonaba firme, llena de impotencia y demanda. Tenía una mirada seria, inspeccionandolo de pies a cabeza.

Jungkook palideció. ¿Podría hacerle daño?

— Sólo...vine.

— ¿Eres consciente de en dónde te estás metiendo?

Jungkook negó con la cabeza, y el peligris sonrió. - Así que tenemos un curioso... 

El más alto se estremeció al sentir las suaves manos del chico acariciando su cuerpo. No sabía por qué no se inmutaba, pero le gustaba. Y en demasía.

Estaba tan hipnotizado por la belleza del hombre, absorto en las sensaciones que su cuerpo comenzaba a sentir, que no se percató que era despojado su camisa. Las manos ajenas aumentaron las caricias, tocando toda la piel blanquecina expuesta. Jungkook había caído muy rápido. 

— Llámame, Taehyung...

Sin prisa fue quitándose las demás prendas quedando completamente desnudo. El desconocido admiró su fornido pecho y anchos hombros, pasando la yema de sus dedos por ésta hasta llegar a su miembro erecto y descubierto, y empezó a chupar con rapidez. 

Jungkook soltaba pequeños jadeos tomando el cabello de Taehyung, incitándole a chupar más profundo y rápido. El de piel canela paró para llegar a su altura y comenzar a devorarle la boca en un excitante beso. Ambos estaban entregándose al otro, juntando sus cuerpos y erecciones con mucha necesidad. 

Taehyung se recostó en el pasto  sin soltar al pelinegro, abriendo las piernas para darle comodidad y arqueando su espalda. Se alejaron para poder respirar un poco, mas no apartaron la mirada del otro. 

 — Házlo, Jungkook.

El nombrado asintió y sujetó las delgadas piernas con cuidado para colocarlas sobre sus hombros, teniendo más cercanía a su pelvis. No esperó y se introdujo con fuerza dentro del muchacho, quien soltó un grito y clavó sus uñas en su brazo. 

Los movimientos comenzaron lento pero se intensificaron una vez tomó un buen ritmo. Taehyung gemía descontrolado, sintiendo su piel quemar de excitación y disfrutando de las aceleradas embestidas de Jungkook. Mientras que el otro tomaba su cadera y aumentaba sus movimientos tocando aquel punto sensible que hacía delirar al chico debajo suyo.

— ¡Ah, sí! ¡Ahí, Jun-jungkook! ¡Más, rá-rápido!

Las paredes anales de Taehyung se contraían sobre el pene del pelinegro, que expulsaba líquido pre-seminal   de a pocos. Su orgasmo llegaría pronto.

— M-me voy a correr, Koo-kookie. ¡Más rápido!

— ¡Oh, Tae!

Las últimas embestidas fueron bruscas y suficientes para llegar al clímax que llevaban esperando. Jungkook se corrió en su interior mientras era manchado por el semen de Taehyung, luego se recostó sobre su pecho, abrazando al delgado cuerpo con delicadeza y respirando con dificultad.

— Esperé mucho tiempo por esto. 

— ¿A qué te refieres?

Siempre te he vigilado, Jungkookie. Te vi cada vez que venías aquí y jamás pude sacarte de mi mente, y ahora no pienso dejarte nunca. 

— Que bueno, por yo tampoco pienso dejarte ahora, Tae.

▪▪▪▪▪▪

Más rápido no pudo ser :v espero no haya sido tan kk.

Adiós 💞

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Adiós 💞

Drabbles | TaeKook   ; en edición ;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora