Jakunzel one shorts

pidiendo mas tiempo

Mi nombre es Rapunzel Corona Solaris, si tengo algo que decir, es que estoy satisfecha con mi vida, mi novio y yo estamos a punto de graduarnos en la universidad de magia.

Nosotros somos tipos elementales, así que somos unos de los mas poderosos, bueno no sabría describir mis poderes, dado que represento un elemental extraño, soy una de las grandes rarezas de Magic. Por que no soy fuego pero puedo crearlo, puedo hacer crecer plantas pero no soy tierra, puedo curar y no soy agua.  Puedo volar y no soy aire.

Pero un día paso algo peculiar, recorría el bosque cuando escuche a un anciano quejarse de dolor, acudí a el rápidamente.

— ¿Señor que le a pasado? — Pregunte mientras le volteaba, tenia una herida muy grabe en el abdomen, hice lo que tenia que hacer y le cure rápidamente. Cuando comenzó a respirar tranquilamente solté un suspiro de alivio.

— ¿por que me has ayudado? — Pregunto el hombre, que pareció rejuvenecer. Eso me sorprendió pero no me asusto, hay algunas especies que son tan viejas que cuando tienen una herida o mueren se hacen polvo, por que su cuerpo se vuelve mortal.

— ¿Por que no hacerlo? Usted estaba en peligro.

— Pudo haber sido una trampa

— Me alegro que no lo fuera — El alzo la mirada y me miro sorprendido, tenia ojos rojos brillantes y una piel tan pálida que brillaba a la luz de la luna.

— ¿Por que no me tienes miedo?

— ¿por que debería?

— ¿No te has dado cuenta de quien soy? — Pregunto intrigado, mire a los lados.

— Eres un Tweyes — Dije tranquila, los Tweyes son criaturas que vienen aquí a llevarse las almas al árbol sagrado, en otras palabras, cuando esta el significa que alguien morirá.

— ¿No tienes miedo de que te lleve?

— Si vinieras por mi ya no estaría aquí, estoy feliz de que estés bien, sin ustedes no habría equilibrio en el mundo y les doy las gracias — Me incline a el, mi abuelo le tiene un tremendo respeto a su especie y yo también.

— Me has curado, incluso a los inmortales le llega su hora y se niegan a aceptarlo, uno de ellos me hirió. Estaba a punto de morir y me salvaste. Como recompensa cuando llegue la hora de tu muerte vendré por ti dos días antes para que te despidáis correctamente. — Bueno eso me pondrá paranoica, pero... Saber... Que día morirás y tener la oportunidad de despedirte correctamente...

— Muchas gracias — Le dije con sinceridad y se fue.

Hace un año de aquello, mi prometido y yo vivimos en un hogar, pero como las reglas van, dormimos separados ya que la pareja no puede tener contacto asta casarse. Se llama Jack Frost, es atento y encantador.

— ¿Nos vamos Jack? — Le pregunte en el aire, nosotros pertenecemos al circulo imperial de magia.

Narrador normal...

— ¿Por que no puedo dormir un poco mas? — Se quejo el peliblanco frotándose los ojos.

— Por que no hay que llegar tarde, recuerda que iremos al pueblo Hoja para poder traer felicidad al mundo — El sonrió observándola, tenía una gran sonrisa soñadora.

Para Jack, Rapunzel era como una niña, pero a la vez era muy seria cuando se trataba de luchar, tanto que nadie del circulo imperial le falta al respeto. Después de que ella luchara contra el líder que cometió traición, casi lo mata y mas con su aterradora habilidad para quitar poderes.

— Ya voy — Tomo su báculo y comenzó a volar junto a ella, Jack tomo su mano y ella le sonrió con un sonrojo, mientras que los que veían desde abajo sonreían al ver aquella peculiar pareja.