Capítulo 28: No estás sola.

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Todo tiene consecuencias.

Nada había sido igual desde aquella vez con Yveltal, las pesadillas eran cada vez más recurrentes, y todas terminaban igual: soledad.

Era lo que White sentía cada vez que cerraba sus ojos, a pesar de tener a su hermana siempre a su lado, a Bianca e incluso a sus Pokémon, White se seguía sintiendo sola. La crisis de Yveltal la había dejado mal, a pesar de no haber sufrido daños, el hecho de que presenciara la "muerte" de Ash la había cambiado.

Las cosas en el grupo no habían estado bien, Ash trataba de incluirse en el pequeño grupo que White había formado, pero la castaña evitaba el contacto con él. Todos habían regresado a Lumiose después de la batalla con Korrina, ya que la ruta hacia la siguiente ciudad había sido cerrada por obras.

-¿Cuánto falta para llegar?.- Preguntó una cansada Mei, pues llevaban caminando por horas en el bosque y después en la ciudad.

-Ya casi llegamos, sólo hay que dar vuelta en la siguiente esquina y…listo, ya llegamos.- Dijo Ash al indicar el edificio del laboratorio

Todos entraron al laboratorio de Sycamore, pues sus Pokémon tenían tiempo de no revisarse, Ash estaba concentrado en su Honedge pero de reojo pudo ver cómo White se separa del grupo, al azabache se le hacía extraño el comportamiento de la joven, pues siempre era la primera en revisar a detalle a sus Pokémon. El profesor se dio cuenta del extraño comportamiento de la castaña, así que se acercó con el equipo para revisar pokemón.

-Supongo que tus pokemón están en buenas condiciones, o habrías sido la primera en revisarlos.-

White se sobresaltó, pero seguía callada. Ash entonces supuso que algo no andaba bien, así que invito a Mei y a Bianca a que llevaran a sus pokemón a jugar fuera. Sycamore invitó a la chica a sentarse en un sillón frente a su escritorio, la chica aceptó y fue cuando comenzó el interrogatorio.

-¿Qué está pasando entre ustedes?.- Dijo el profesor mientras señalaba a el azabache, quién sacaba de su pokeball a la pequeña Ralts.

-No es nada profesor, no sé porqué me trata de hacer una sesión psicológica, todo a estado normal.-

El profesor no sé lo creyó, el lenguaje corporal de la chica indicaba que estaba incómoda.

-Nada de lo que digas saldrá de esta habitación, puedes decirme que es lo que piensas.- El profesor se quitó la bata que llevaba puesta y la colocó en el respaldo de la silla

La chica dudó al principio sí hablar o no, pero al ver que sus amigos estaban tan ocupados y felices jugando, comenzó a hablar.

-No sé sí lo sepa, pero las cosas que nos han ocurrido en las últimas semanas no han sido precisamente buenas. Desde lo de Yveltal no he dormido tranquila.-

-Supe lo que pasó en el bosque, Ash me contó todo, pero no es necesario que te culpes por eso, nadie pudo saber que ayudar a Diance traería consigo tantos problemas.-

-¿Y acaso Ash le mencionó que Yveltal lo mató ese día, acaso le mencionó que todos nosotros tuvimos que verlo convertirse en piedra?.-

El profesor se quedó callado, si bien Ash le había contado el desastre del bosque, el hecho de escuchar que Yveltal había atacado y lastimado al chico lo dejó mudo.

-Sólo soy una chica de 16 años, debería preocuparme por cosas normales: mis pokemón, mi familia, tal ves algún chico, no por que algún pokemón nos mate. No puedo con ésto.-

La chica se soltó a llorar, el estrés reprimido había logrado llevarla a un punto de quiebre. Sycamore la dejó desahogarse, sabía bien que una persona no podría soportar tanto, y menos si era alguien joven cómo White.

Después de que la chica dejó de llorar, el profesor continuó hablando.

-Lamento todo lo que ha pasado, me gustaría saber que decirte en este momento pero…no tengo palabras. Sólo hay algo que puedo recomendarte: dile a Ash cómo te sientes.-

La chica se quedó pensando, nunca había querido decirle al chico que pensaba pero, sabía que tarde o temprano una discusión normal entre ellos podría salirse de control. La castaña agradeció al profesor la atención, le pidió que llamara a sus familiares para poder hablar con Ash y se dirigió hacia sus amigos.

-Bianca, Mei, el profesor necesita su ayuda. Dijo que sus pokemón tienen algo que podría interesarles.-

Las dos chicas se levantaron y salieron corriendo, White se armó de valor y le habló al azabache.

-Ash, hay algo que quiero hablar contigo. Es personal.-

El azabache se levantó de la silla y se puso cara a cara con la castaña, su rostro se mostraba desconcertado por el tono de la chica. White le contó todo lo que pensaba: sus miedos, sus dudas sobre si seguir el viaje juntos, las pesadillas que cada noche le aquejaban. El azabache guardó silencio todo el tiempo, cuándo White terminó de decir todo lo que quería, Ash habló.

-No te culpo por lo que sientes, yo también he pensado mucho todo lo que ha pasado, cada vez que llego a una nueva región los problemas parecen seguirme. No puedo obligarlas a seguir viajando conmigo, esa decisión les corresponde enteramente a ustedes, pero también disfruto mucho de su compañía. Aunque no sepa que deba hacer, quiero que sepas que no estás sola.-

La castaña tuvo un leve sonrojo por lo último dicho, nadie jamás le había hablado así. Ash le puso la mano en su hombro en señal de apoyo, el azabache se fue pensando en si debía dejar que las chicas anduvieran solas por Kalos, pero eso sería para otro día.

Justo cuando ambos se disponían a entrar, unos Froakie comenzaron a lanzarles agua, haciendo que ambos entraran corriendo a secarse.

Los 4 amigos decidieron ir al centro pokemón al final de la calle para hospedarse, afortunadamente habían suficientes habitaciones disponibles.

Ya en la noche, White seguía pensando en lo que el chico le dijo, incluso se sonrojaba de vez en cuando al recordar su sonrisa. Si bien jamás le había interesado un chico en especial, al pasar tiempo con Ash se había encariñado con él. Siguió recordando la sonrisa que el chico le dió, al igual que sus palabras.

-Esa maldita sonrisa me confunde mucho.- Susurró la chica. -Aunque…debo admitir que es bastante lindo.-

-¿Quién es lindo?.-

White no se dió cuenta que Bianca había entrado a su habitación sin hacer ruido. La chica se puso roja de la vergüenza.

-¡¿Qué rayos haces en mi habitación?!- Gritó una avergonzada White.

-Olvidé la manta de mis pokemón y entré a revisar si la tenías, jamás imaginé que estarías fantaseando con alguien.- Dijo Bianca mientras sacaba la manta de la maleta de su prima. -¿Quién es?.-

-No es nadie, es alguien que conozco de mi escuela.-

-Pero fuimos a la misma escuela, ya sé, debe ser ese chico…cómo se llama, a sí, es  Hilbert Black!!!-

-No lo es, ya déjame dormir o mañana te despertaré a las 5 de la mañana.-

White aún tenía que preguntarles a las chicas si es que deseaban seguir el viaje con Ash, pero por el momento esperaría un poco más. Aún quería conocer más a ese chico que tanto le recordaba a su primer amor.

-"Ash…¿porqué me siento así contigo?"-.

Viaje con novatas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora