Ella tenía un sueño muy tranquilo, cualquier cosa ligera podría despertarla. Desde una simple taza de plástico cayéndose, a... un par de medias enrolladas golpeando contra su ventana, produciendo un golpe seco. Su ventana, que en realidad no era precisamente, su ventana.
Ella estaba acostada en la cama de su mejor amigo, en su lado del autobús. Habían discutido por una hora media de si ella debía o no dormir allí.
—No dejaré que duermas en la parte trasera, Mike—le había dicho la primera vez que él le había soltado la idea.
Él rio, negando con su cabeza.
—No, yo no dejaré que duermas en la parte trasera, Jo—le dijo él, negando con su cabeza. Estaban ambos sentados en aquella parte trasera de la que estaban hablando, rodeados por sus amigos.
Luke, Ashton, Calum y Victoria se miraron, para luego volver fijar sus miradas en aquella peculiar pareja de amigos.
—Bueno, ¿y qué pasa si yo quiero dormir aquí?—inquirió la castaña cruzándose de brazos.
Michael rodó los ojos, tocando la punta de la nariz de ella con su dedo índice, y acercando su rostro al de ella.
—Te conozco, gatita, no quieres—declaró, moviendo su cabeza de lado a lado y articulando las palabras con detención, como si hablara con una niña pequeña, lo que la molestó.
—No me hables como niña pequeña.
Él sonrió con ternura y volviéndose a sentar a su lado, pasó su mano por el cabello de ella, despeinándolo.
—Eres tan adorable—dijo, fingiendo una voz aguda y algo maternal, lo que desencadenó carcajadas de parte de los cuatro que estaban allí observando toda la escena.
—Parecen una pareja de casados peleando—soltó Victoria, la mejor amiga de Janet, sin pensarlo ni un segundo.
Por una milésima de segundo, Mike y Jo compartieron una mirada, que ocultaba algo. Y a pesar de que fue rápida, y solo ellos sabían que había significado, la morena que los miraba notó algo. Pero antes de que ella pudiera decir lo que pasaba por su cabeza, o lo que ella había notado en esa mirada, ellos dos se voltearon hacia sus amigos, exclamando al unísono: — ¡No lo somos!
Provocando que todos ellos rieran más.
La tarde siguió, y todos volvieron a sus cosas. Luke y Calum estaban demasiado entretenidos jugando a la Play Station, Ashton con su teléfono, Victoria con el suyo... y los dos restantes seguían con su discusión. En realidad no era una discusión en sí, ninguno estaba gritándole al otro, ni llamándose nombres. Solo estaban intentando convencer al otro de que cada uno tenía razón en su punto. Cada tanto, la menor de todos ellos alzaba su mirada de la pantalla que tenía entre sus manos hacia ellos. Se los quedaba mirando, y luego la bajaba. En cierto momento, no pudo soportar más sus dudas, y se puso de pie, yendo hacia donde ellos estaban, sujetándose de todo lo que tuviera cerca, ya que el autobús estaba en movimiento.
—Oigan, chicos...—les llamó la atención, y voltearon a verla— ¿No tienen nada que quieran contarme?—les preguntó, abrazando a ambos por sus hombros, y pasando sus ojos de uno, al otro, varias veces, intentando incomodarlos un poco.
Michael enarcó una ceja y sonrió de lado, soltando una baja risa entre dientes, mientras que Jo elevó ambas cejas, sin comprender.
— ¿De qué hablas, Lulu? —quiso saber la castaña, ladeando su cabeza ante la confusión.
— ¡Oh, no se hagan los desentendidos! Jo, soy tu mejor amiga, escúpelo—le pidió, frunciendo un poco su ceño.
— ¿Qué quieres que ella escupa, Vic? —intervino el muchacho de cabello verde, ganándose un bufido de parte de la recién nombrada como respuesta.