XXV

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Al día siguiente Sunny no tenía ni idea de como actuar si lo veía por el instituto. Sentía...una profunda vergüenza, aunque ese sentimiento se mezclaba con aquel zoológico entero que tenía dentro del estómago formando un cóctel de emociones contradictorias. Incluso pensó en no asistir a los entrenamientos de baloncesto de Diego, pero aquel acto se había convertido en un ritual para ella y negarse a aparecer por el polideportivo del instituto sería una enorme blasfemia.

Estaba sacando los libros de la clase siguiente de su taquilla cuando sintió unas manos en sus caderas.

- Buenos días- le susurró una voz al oído.

Le tomó unos segundos reconocer a quién pertenecían aquellas manos que medio la abrazaban. Diego.

-¡¿Qué estás haciendo!?- exclamó mientras se apartaba y miraba a su alrededor en busca de miradas no deseadas.

- Soy tu novio, ¿ recuerdas?

Oh, aquello iba a ser más divertido de lo que Sunny esperaba.

SunnyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora