XXXVIII

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Sunny se encerró en uno de los pequeños compartimentos del baño de su instituto, mientras las lágrimas amenazaban con inundar su corazón.

¿En serio había pensado por un momento que Diego se enamoraria de ella?

Bueno, lo seguía pensando, pero no sería tan fácilmente. No permitiría que su corazón se ahogara, para eso existen los flotadores. Sacó el teléfono y llamó a Gwen.

SunnyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora