Amor Eterno ||Laliter||

Capitulo 28

Narra Peter.

Nunca había estado tan nervioso como en este momento, en la sala de espera de la clínica, esperando que el doctor nos diera los resultados de la prueba de paternidad.
Andrés caminaba de un lado para el otro, estaba nervioso, le era imposible ocultarlo.
- Amor -le dijo Natalie entre dientes -¿Podés sentarte? Me ponés más nerviosa de lo que estoy.
Andrés hizo oídos sordos y siguió dando vueltas en la sala.
- Sentate y déjate de joder -le dije de mala manera y me levanté de la silla.
- ¿Que carajo te pasa? -me preguntó amenazante y se acerco a mi.
- ¡Hacele caso a Natalie y sentate! -le contesté apoyando mi frente en la suya.
- ¡¿Pueden dejar de portarse como dos pendejos pelotudos?! ¡Sólo por un minuto! -nos dijo Lali bastante enojada y se sentó al lado de Natalie, que había empezado a llorar -No están ayudando una mierda con esta actitud.
Lali agarró la mano de Natalie con fuerza, mientras Andrés me tendió la mano en modo de tregua y acepté.
El médico apareció a los pocos minutos.
- ¿Van a entrar los cuatro? -nos preguntó.
- Si, por favor -contestó Natalie.
Los cuatro nos sentamos en la consulta y él le tendió un sobre a Natalie.
- Los dejo solos unos minutos para que vean el resultado -dijo mientras salía por la puerta.
Los cuatro nos quedamos mirando el sobre en silencio.
- ¿Quién lo abre? -preguntó Andrés.
- Si quieren lo miro yo -se ofreció Lali.
- Si, por favor -le dijo Natalie y le tendió el sobre.
Lali lo agarró, bajo nuestra atenta mirada, tragó saliva y lo abrió.
- Juan Pedro Lanzani -leyó y se puso pálida.

Narra Lali.

El silencio fue, realmente, incómodo. Parecía eterno y yo deseaba que alguien tuviera algo que decir.
Natalie me miró fijamente, así que decidí hablar.
- Van a tener un hijo hermoso -dije aguantando mis lágrimas y me levanté para darle un abrazo -Felicidades -sonreí.
- Gracias -susurró ella.
- Vamos fuera La, dejemos que hablen solos -me dijo Andrés y salió antes de que pudiera decir nada.
- ¡Andrés, pará! -le pidió Natalie y salió detrás de él.
- Voy a ser papá -dijo Peter todavía en estado de shock.
- Si, mi amor -dije poniendo mi mano en su hombro. -Vas a ser un papá increíble.
- Necesito salir de acá -dijo casi sin aire y salió como un rayo de la consulta.
Salí de aquel lugar y en el aparcamiento, vi como Andrés discutía con Natalie.
- ¡Dejá de gritar! -le pedí mientras me acercaba a dónde estaban - Está embarazada y el médico dijo que necesita tranquilidad. Ya bastante tuvo con esto de la prueba de paternidad.
- ¡No te metas Lali porque esto es una mierda para los cuatro! -dijo bastante molesto.
Antes de que pudiera contestar, Natalie le partió la cara de una bofetada.
- ¡MI HIJO NO ES UNA MIERDA PARA NADIE, PELOTUDO! -le gritó y se subió al coche.
- ¡No pará! -le pidió él -Amor, no quise decir eso.
Natalie decidió no escucharlo, arrancó el auto y salió a toda velocidad del parking.
- Te fuiste a la mierda.
- Ni falta hace que me lo digas.
- Vamos a tomarnos whisky a algún bar de carretera -le dije mientras empecé a caminar hacia mi auto.
- ¡Vos si sos una amiga! -me contestó con una sonrisa.
Sabía que tanto Peter como Natalie, necesitaban estar solos para procesar toda la información. Mientras yo, sólo pensaba en tomar unos cuántos chupitos de whisky y tratar de aceptar esta situación, igual que Andrés.
- Al menos Peter es buen tipo -dijo Andrés después de tomar el tercer chupito.
- Natalie es divina, va a hacer todo más fácil.
- ¿Crees que van a querer volver y formar una familia?
No había pensado en esa posibilidad. Pedí el cuarto chiquito y me mantuve en silencio el resto de la noche.

Narra Peter.

Después de horas dando vueltas con el auto, fui a casa de Nico y la China, sabía que eran los ideales para escucharme en este momento.
- No sé si volver con Natalie y hacer lo correcto.
- Ninguno de los cuatro quiere eso -me dijo Nico.
- Quiero creer que dijiste eso sólo porque estas traumatizado en este momento. -comenzó a decir Euge - No entiendo tanta tontería. ¿Que importa que ese hijo sea tuyo? ¡Yo te felicito y me alegro! -dijo con una sonrisa -Mírame a mi, tengo a Rufina y estoy separada de Cabré. ¿Y por eso dejé de buscar el amor? -me preguntó y miró a Nico - Ahora tengo a Nico, vuelo a tener a mi primer amor y soy feliz. Déjate de joder y de ser tan antiguo, ¡la puta madre!. Te hacés cargo de ese bebé, dejás a Natalie feliz con Andrés, que es un divino y después te vas a casa a hacerle cuatro pibes a Lali. -dijo con total seriedad -Se merecen ser felices y este hijo, es un regalo hermoso para tu vida. Acéptalo y disfrútalo.
Sabía que Eugenia tenía razón, era posible tener este hijo con Natalie y seguir mi vida con Lali. Podía hacerlo... aunque sería un gran escándalo, para todos, cuando saliera a la luz.
Salí de ahí enseguida y llamé a Natalie.
- Natalie, por favor necesito que me atiendas el teléfono. -le dije a su contestador. -Tenemos que hablar de... de nuestro hijo. Te quiero y voy a estar ahí.
Me fui a mi casa, necesitaba dormir, pero me resultaba imposible sabiendo que Natalie tenía el celular apagado.
Perdí la cuenta de las veces que la llamé, hasta que al fin, me mandó un whatsapp.

Natalie: Voy para tu casa.
Peter: Acá te espero.

Llegó a la medía hora, con los ojos hinchados de tanto llorar y se tiró a mis brazos.
- Me siento una mierda Peter.
- No digas eso ¿Por qué te sentís así?
- Porque es una situación complicada y delicada, pero a la vez me siento feliz de tener este bebé y de que sea tuyo...
- Yo me también me siento feliz, aunque asustado. Pero estamos juntos en esto.
- Te quiero -dijo dándome un fuerte abrazo.
- Los quiero -contesté tocando su pancita inexistente, por ahora.