Capítulo 79

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Narra Lali.

Con Joaquín preso era imposible ocultar a Norma la verdad. Cuando Peter me llamó salí desesperada hacia la comisaría.
- Oficial, tiene que haber un error -le dije por quinta vez al policía que estaba en la mesa central- Joaquín es buen chico.
- Señora, le voy a pedir, por favor, que se siente.
- No. No me voy a sentar ¡Esto es una injusticia! -di un golpe en la mesa y él me clavó la mirada.
- Perdón -dije enseguida- Mil perdones. Pero es que están equivocados. Él no hizo nada.
- Lali, por favor. Sentate -me pidió Andrés.
- Esta gente hace todo mal -le dije cuando me senté a su lado por lo bajito- ¡Con la cantidad de chorros que hay por acá y ustedes deteniendo a gente inocente! -dije en voz alta, para que todos me escuchen. Pero ningún policía me hacía caso.
- Peter esta dentro con él y el abogado. Esperá a que salga y nos diga que pasa.
- Lleva ahí dentro tres horas ¡Yo no doy más!
Peter salió con el abogado, le dio la mano y aquel señor se fue a hablar con el policía.
- ¿Y? -preguntó Andrés.
- Le tendieron una trampa. Joaquín se metió con gente jodida, por miedo a que cuenten cosas que sucedieron en el pasado y después por venganza...
- ¿Venganza de qué? -pregunté intrigada
- Por la muerte de tu mamá. Uno de los que esta con esa gente es el que la mató... -me dijo arrastrando las palabras.
Me empecé a sentir mareada y tuve que sentarme. Peter me trajo un vaso de agua y Andrés comenzó a darme aire con una revista.
- ¿Me podes explicar que fue todo lo que paso? ¿Vos sabias algo?
- Sólo sabía que había tenido problemas con los que estaban en Corazón De Jesús. Lo demás no... Yo estaba intentando que se aleje. Metieron presos a muchos, pero como Joaquín los traicionó el jefe le tendió una trampa. Un tal Charly. Le dieron una paliza.
- ¿De que lo acusan? -preguntó Andrés.
- Un par de robos que hizo con los mafiosos esos. Los que metieron en cana hace unos días dieron su nombre. Se ve que lo tenían pensado... Pero también lo acusan de asesinato.
- ¡¿QUÉ!?- grité y me puse en pie
- Tranquila mi amor. -me dijo Peter y me hizo sentar
- ¿Cómo que asesinato Peter? ¡No puedo estar tranquila!
- Dijeron que mató a uno de ellos. Parece que al que mató a tu mamá... Encontraron el cuerpo en un galpón.
Me acerqué al policía de la entrada y lo miré fijamente.
- Quiero hablar con Joaquín.
- No puede.
- Necesito hablar con Joaquín.
- Y yo necesito que se siente y me deje hacer mi trabajo.
- ¿Qué trabajo? ¡Ustedes se la pasan haciendo una mierda. Son todos unos corruptos hijos de p...! -Peter me tapó la boca y me obligó a salir de allí.
- Te van a meter en cana a vos, con panza y todo -me dijo cuando salimos.
- Hace algo Peter. Sacalo de ahí.
- No puedo hacer nada. Hay que esperar... hoy va a pasar la noche acá -me abrazó.
- ¿Vos crees que lo mató?
- Me dijo que lo quería meter preso... Pero no quiso hablar más.

Narra Joaquín.

Había estado en la cárcel cinco días, hasta que el abogado pudo conseguir que saliera bajo fianza. Me sentía una basura por el momento que les hice pasar a todos. La noticia de mi detención había salido en televisión e Internet y los chicos no paraban de dar la cara por mi para defenderme. Cuando llegué a casa, las cosas estaban raras. Todos los chicos me miraban con rabia, pero nadie decía nada. Camila se acercó a mi y me abrazó. Había intentado ir a verme mientras estaba preso, pero yo siempre rechazaba su visita. No quería que me vea así, en ese lugar.
- No maté a nadie - dije a todos.
- Lo sabemos -me dijo Lucho y me abrazó- No pasa nada. No hagas caso.
- Para vos no pasa nada -soltó Guido- Vos sos mayor de edad y ya podes hacer con tu vida lo que quieras pero acá muchos somos menores y anda a saber a que infierno vamos a terminar yendo por culpa de este pelotudo.
- ¿De que hablan? -pregunté confuso.
- Puede que le quiten la custodia de todos nosotros a los chicos -me dijo Juan.
- Nadie nos va a quitar la custodia -dijo Natalie que entró con Andrés y detrás venían Peter y Lali.
- Somos una familia - dijo Peter- Y la familia está en las buenas y en las malas.
- Joaquín tenía miedo e hizo lo que le pareció mejor. Nosotros no lo juzgamos, así que ustedes tampoco lo hagan -pidió Lali y me agarró la mano.
- ¿No mataste a nadie? -preguntó Leo.
- No... Les voy a contar que pasó -me senté.
Me sincere con todos. Eran mi familia y los necesitaba. Conté cada detalle de todo lo ocurrido con la chica que vi morir en la calle y con mi compañero de habitación del orfanato. Todos escucharon en silencio, hasta algunos empezaron a llorar. Camila, mi colorada hermosa y mi amor, se acercó con lágrimas en los ojos y me abrazó con fuerza cuando terminé.
- Te amo -me dijo mirándome fijamente y en ese momento supe que jamás la iba a dejar ir de mi vida.
- ¿Y que pasó con el que mató a mi mamá? - me preguntó Lali con miedo.
- Te juro que quería hacer justicia Lali... - la miré a los ojos y le tendi mi mano para que la agarre con fuerza- Lo mataron delante de mi cara. Ya no les servía... después pusieron mis huellas en el arma.
- Estas al horno ¿no? -me preguntó Leo.
- Parece...
- No. No lo estás. No vas a ir a la cárcel -me aseguró Lali y yo deseaba creerle.

Amor Eterno ||Laliter||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora