Amor Eterno ||Laliter||

Capitulo 32

Narra Peter.

La panza de Natalie apareció de repente, estaba de cinco meses y deseábamos saber si sería nena o nene.
- ¿Vos que querés?- preguntó Natalie mientras miraba un libro con nombres para bebés - ¿Nena o nene?
- Un hijo sanito, eso quiero.
- ¡Y hermoso como vos! -pellizco mi mejilla.
- ¿Natalie Pérez y Juan Pedro Lanzani?- preguntó la enfermera y nos pusimos en pie- Adelante, chicos, vamos a ver a ese bebé.
La enfermera le puso un gel en la panza y enseguida miramos hacia la pantalla, para mirar la ecografía.
- Los latiditos del bebé- dijo emocionada.
- ¿Se puede ver si es nena o nene?- pregunté.
- Vamos a ver- dijo ella- Si, está vez se deja. Felicidades chicos, van a tener un varón.
Esas palabras fueron suficientes para que no pueda aguantar las lágrimas, como llevaba haciendo tanto tiempo. No pude evitar llorar, de emoción, de felicidad... pero también de miedo.
Natalie me abrazó con mucha fuerza, sujetó mi cara con sus manos y me dio un beso en la frente.
- Te quiero- susurró.
- Yo también, Nati- dije secando una lágrima que caía, en ese momento, por su mejilla.
Salimos de la clínica y fuimos caminando hacia casa, Natalie se había empeñado en no ir en coche hasta allí. Necesitaba tomar aire fresco. Había refrescado un poco, así qué la abracé.

***

"PETER Y NATALIE, MÁS UNIDOS QUE NUNCA"

Un hijo, es motivo suficiente para que dos personas que habían decidido separarse, se vuelvan a unir.
Ya que Lali, estuvo dando unos conciertos en Europa y Andrés, grabando en Perú, Natalie y Peter, pasan mucho tiempo juntos, pensando nombres para el que será el primer hijo de ambos. Esta mañana, Peter, ha compartido con sus seguidores, en twitter, que esperaban un varón. ¿Volverán a estar juntos dejando atrás a Lali y Andrés?

***

Narra Lali.

Recién llegaba a Buenos Aires y ya tenía que aguantar miles de portales de Internet, hablando de lo cercanos que estaban Peter y Natalie ¡Pero claro que están cercanos! ¿Que esperaban? ¡Van a ser padres!
Sólo me había ido unos días, pero fueron suficientes, para darme cuenta de que me afectaba muchísimo que Peter, estuviera tanto tiempo a solas con Natalie. Me sentía insegura, muy insegura. Pero a estas alturas, no podía hacerle ningún planteo.
Me había pasado las noches hablando con Andrés por skype, él estaba en Perú y me entendía más que nadie cuando le hablaba de mis celos.
- ¡Bienvenida a casa chiquita!- me dijo Andrés, cuando estaba por abrir la puerta.
- ¿Cuando llegaste?
- Hace unas horas.
- Que lindo que nuestras parejas no vengan a recibirnos- dije molesta, cuando entramos.
- Fueron a lo de la ecografía y después iban a comprar cosas para el bebé.
- Me siento horrible... ¿Como puedo tener tantos celos?
- Supongo que es normal, La... nosotros ahora, estamos aparte y cuando nazca el bebé, más.- dijo y se sentó.
- ¿Un té?
- No, gracias. ¿Sabés que empezaron a hacer estos días?
- ¿Qué?
- La habitación... Está quedando muy linda.
- Bueno, después iré a verla. Cuando venga Natalie... A ver cuando empiezan a hacer la habitación acá.
- ¿Que habitación?- preguntó Peter ni bien entró, con un ramo de flores.
- ¡Mi amor!- le dije con una sonrisa y me tiré en sus brazos- ¡Te extrañaba!
- Yo también chiquita- dijo y me besó- Hola Andrés- le dio la mano- Ahora cruza Nati, dejamos unas cosas en tu casa y ella se quería cambiar.
- ¡Hola, hola, hola!- dijo Natalie cuando entró y fue directa a darle un beso a Andrés- Peter y yo nos encargamos de la comida ¿les parece?
- Si, dale. Me voy a dar una ducha- dije después de darle un abrazo- Estoy muy cansada.
Me fui hacia las escaleras y pude escuchar a Peter hablar por lo bajo.
- Hagan ustedes la comida, yo voy a comerme entera a la petisa.

Narra Peter.

No le dí ni tiempo a entrar en la habitación, la agarré por la cintura en el pasillo, le levanté en mis brazos y la empotré contra la pared dandole un beso casi desesperado.
Era increíble lo que me provocaba sentir su piel.
Llegamos a la cama, ya sin ropa, ella me miró a los ojos y acarició mi pelo.
- Tengo grabada a fuego nuestra primera vez- dijo con dulzura.
- Te voy a hacer el amor como la primera vez... -dije mientras besaba su cuello, bajando por su hombro- Muy despacio, con cuidado...
Ya no había tiempo ni espacio. Ya no existía nada. Sólo éramos ella y yo, muertos de amor.