Capitulo 13 | No me sueltes

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Justo entonces Poché que estaba sensible comenzo a llorar. Eso despertaba en Daniela enormes deseo de protegerla.

P: Ultimamente tengo miedo de todo -decia entre sollozos la peli azul.

Daniela no se resistio en consolarla y la envolvio con sus brazos.
La apretó tan fuere que tuvo que reducir la intensidad del abrazo si no queria causarle daño.

P: no lo hagas. No me sueltes. -le suplicó.

Pero Daniela si la soltó. Necesitaba mirarla.

Perderse en esos ojos cafés se habia vuelto una necesidad mucho más imperiosa que beber café por las mañanas. Justo al despertar.

Entonces Poché no pudo evitar acercase a Daniela. Eran centímetros lo que separaban sus frentes.

DC: prométeme que dejaras de preocuparte por algo que nadie puede tener control, excepto él mismo.

P: le temo a todo. Soy una mierda.

Daniela nunca la habia visto así antes. Estaba realmente mal.

Entonces levantó su cabeza, la miro a los ojos y le dijo:

DC: escuchame, eres la mujer más buena e inteligente que he conocido, la que ha provocado que el pensar de madrugada se convierta en costumbre y el dormir sea un privilegio, porque me es imposible cada noche. Vueltas y vueltas en mi cabeza, eso provocas, en mi estomago y en mi cuerpo ya mejor ni te cuento.
-Y se acercó aún más.

P: no lo hagas, -le susurró, aunque no sonaba muy convencida. Sin fuerzas de alejarla realmente.

Daniela pudo sentir el cuerpo de Poché estremecerse ante su cercanía.

P: por favor, Daniela te suplico que te vayas. -aunque no movia ni un musculo para apartar a la tatuadora.

DC: ¿Por que no dejas de huir de esto que sentimos y simplemente bajas la guardia un momento? Yo se que en estos momentos me necesitas, no me alejes porfavor.

Y entonces sucedió. Estampo sus labios contra los de Poché.
No fue algo violento, pero si muy decidido, un toque sutil que hizo que los labios de Poché se entreabrieran para dejar paso a los de Daniela.
Dandole entrada a que se prolongara el beso.

Poché no puso impedimento, y la siguió besando, era algo correspondido.

Algo lento, con deseos de parar el reloj, parar el tiempo para siempre.
Las manos de Poché bajaron a la cintura de Daniela, abrazandola, mientras Daniela le sujetaba la mandibula, a la vez que sus labios le hacian estremecerse.

Daniela paró para mirar a Poché a los ojos, mientras le agarraba la mano, le sujeto con la otra la cara y le dijo.

DC: "amor a primera vista"

Mientras poché sonrió, ella le dio un pico en su sonrisa, para posteriormente besarle la frente y dormir abrazadas en aquel enorme sofá.

Con las ganas [CACHÉ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora