Con las ganas [CACHÉ]

Capítulo 15 | El último

Bogotá, 19:00
*narra Daniela*

Llegó la hora.
Salí del ultimo tatuaje, justo a tiempo para ir al hotel a recoger mis cosas. Me puse unas gafas de sol porque no me habia dado tiempo a maquillarme, me pregunté si debía textearle a mario antes de irme, aunque estuvo muy mal lo que hizo con poché. También me pareció extraño que el no me preguntara por ella. Pero no, no lo hize, no le escribi, no le pregunté nada, y no iba a darle información sobre poché y como estaba ella, no quería que volviera a molestarla.
Fuí rapido al hotel a por mi maleta, lo más rapido que pude. Quería que me diera tiempo a despedirme de poché, aunque fuera un minuto. Tomé mis cosas y las metí en el maletero de mi Mustang rojo.
Posteriormente me dirigí a la casa de Poché.

Casa de Poché, 19:30
*narra Daniela*
Toqué el timbre esperando a que me abriera y poder abrazarla, tenía realmente muchas ganas de saber como se había encontrado esta tarde.

P: que bueno que viniste
DC: ¿como estás?
P: podría estar mejor. -dijo con un ton ode voz bajo.
DC: ¿será que podemos hablar un rato antes de irme?
P: por favor.

Nos sentamos en un lugar cómodo de la casa.

DC: mira poché, se que las cosas entre nosotros ha pasado rápido, es más, han sido extrañas, porque nadie, al menos yo, se imagino que esto iba a suceder, fue algo así como una casualidad.

P: una hermosa casualidad. *sonrió*
Poché habia comenzado a sollozar, estaba a punto de llorar, pero trataba de sonreir para no afectar a Daniela. Ella realmente quería que Daniela de quedase. Pero sabía que debía dejarla ir. Tenía su vida allí.

P: ha sido muy bonito todo lo que ha habido dentro de mí desde que te conocí. Se que empezaste cayéndome mal, pero desde que te ví. No me explico que sentí, se revolvio todo y cambió. Empecé a preguntarme porque te veía de esa manera, y que tenias que no podia parar de pensar en tí.
Pero lo más bonito es como me has hecho sentir. *levantó el mentón de Daniela, mirandola a los ojos y acercando su cara*
Eso, eso no lo voy a olvidar nunca.

Poché se acerco entreabriendo sus labios y le dió un tierno beso, le estaba devolviendo todo el cariño y ternura con el que Daniela le habia tratado. En ese beso, que podría ser el último.
Se abrazaron durante unos minutos, justo antes de que Daniela se tuviera que levantar, para abandonar la casa y ponerse rumbo al aeropuerto.

Daniela se levantó del sofá, sin soltar la mano de poché, aunque cabizbaja, no quería mirarla, no podía.