<< Hay pieles diferentes y niveles de dolor.
Sumisión no implica masoquismo, ya que son dos cosas distintas.
Uno, es el gusto por ceder el control y las órdenes.
Lo otro, tiene que ver con el gusto por el dolor. >>
Como un tatuaje.
De los cientos que lleva y tapizan su cuerpo.
Quedó grabado en mí, sus palabras esa noche que me buscó en el bodegón y después de nuestro encuentro en mi trabajo.
- El SSC es un término indispensable en esta práctica, Matilda. - Caminó hacia mí. - De safe, sane and consensual. - Su grave voz me lo recuerda.
Seguro, sano y consensuado.
- Porque, lo primero... - Prosigue suave y dibujando el contorno de mi espalda desnuda con su mano, como queriendo grabar cada centímetro de mi cuerpo.
Uno, que ahora era suyo.
Le pertenecía.
- ...es tu seguridad. - Me explica y finaliza.
¿Un juego perver?
¿Asignatura al flagelo?
¿O una disciplina de humillación, porque te avergüenzas terriblemente?
Muerdo mi labio, expectante.
Pero, que al hacerlo te excita.
Y como te excitas, te da más vergüenza.
Entonces, más excitada y estimulada estás.
Agitada.
Húmeda.
Y atenta en cuclillas, sin verlo a los ojos.
Porque, al amo no se lo mira.
Y los pies descalzos de Santo, se detienen frente a mí.
Se lo siente...