Yo creía que sabía todo o casi todo sobre los libros, lo que significaban lo que te hacían sentir. Hasta ese día que me encontré aquel libro de Edgar Allan Poe. Resultó que aún tenía mucho que aprender.
Unas calles antes de llegar al trabajo cerca de las paradas de autobuses me bajo de la bicicleta porque ese tramo de calles es muy imperfecto y resulta más cómodo hacerlo andando. Fue cuando vi el libro.
Estaba en el suelo junto a una papelera, como si hubieran intentado botarlo sin preocuparse si caía dentro. Me detuve a recogerlo ¿Quién no rescataría un libro? Recogí el libro, era un libro de poemas. Estaba en perfecto estado, sólo un poco húmedo en la contraportada. Tenía unas cuantas páginas dobladas en pequeños triángulos en la esquina superior. Yo no lo hago jamás porque me gusta mantener los libros intactos, de todas formas ¿tan difícil es tener un punto de libro? Siempre tienes algo a mano una tarjeta, un clip, un volante....lo que sea para marcar. Aunque también me gusta pensar que algunas personas encuentran párrafos tan interesantes que desean marcarlas para no olvidarlas nunca.
Miré a mi alrededor, para ver si había alguien cerca que pareciera haber perdido el libro, buscando con la vista en el suelo. Ni rastro de alguien buscando. Pensé dejarlo en el borde de un escaparate pero con el tiempo que hacía se echaría a perder, así que lo metí en mi mochila y seguí mi camino hasta la tienda de libros de segunda mano en la que trabajo desde hace diez años, desde los quince.
Los miércoles entro más tarde porque los martes me quedo hasta tarde por el club de lectura, al que sólo le prestamos el sitio no lo organizamos, por suerte; así puedo desentenderme cuando no me apetece oirlas y tomarme una taza de té, ordenar las estanterías cosas que no puedo hacer tranquilamente cuando la tienda está abierta, es increíble lo que puedes hacer cuando no te interrumpen continuamente. Aizawa dice que si dependiera de mí la librería parecer la una vieja tienda de comestibles con mostrador y los estantes detrás, y nadie podría desordenar los libros. Yo le digo que no es justo, pero lo cierto es que me encantaría un "carnet del buen cliente", deberían seguir ciertas reglas básicas: dejar el libro en su sitio, tratarlo con cuidado y tratar amablemente al personal de la tienda. No es nada complicado.
Ya se me había hecho un poco tarde por culpa de Allan Poe. Pero llego a tiempo de todas formas, a veces me quedo después de cerrar para que Aizawa haga la vista gorda si algún día necesito irme antes. Puse el candado a mi bici y entré a la cafetería de al lado para pedir un té para mí y un café cargado para Aizawa antes de empezar mi turno.
Me encanta entrar por la puerta de Plus Ultra, huele a papel y humo de kiseru. Aizawa ya no fuma en la tienda pero sospecho que si lo hace cuando está solo. Pero el olor se quedó incrustado por todos los años que lo ha hecho. Le di su café.
- Gracias, como siempre tan eficiente- cogió su kiseru- Voy tomar un poco el aire, portate bien en mi ausencia Izu-kun.
- ¡Como siempre!- dije.
Junto a los ventanales y la puerta de entrada hay un enorme escritorio de roble precioso, debajo de las montañas de papeles que lo cubren. Justo donde acaba el escritorio está el buzón, donde se acumula el correo y el periódico de tres días, yo los tiro pero Aizawa sólo pone más cosas encima.
El ventanal del otro lado tiene un pequeño banco que a la vista es comodísimo pero luego de un rato allí sentado parece que tiene espinas. La gente no dura mucho sentada.
Tenía mucho que hacer. Se supone que debería agradecer el haber dormido un poco más, pero sólo tengo la sensación de que el día va más de prisa que yo. Lo único bueno es que no he tenido que lidiar con las bolsas de libros que deja la gente en la puerta porque no diferencian una tienda de segunda mano de una ONG.
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Lost Books
FanfictionIzuku prefiere los libros a las personas, la librería de segunda mano en la que trabaja hace unos años es su refugio que lo protege de su pasado. Pero un día comienza a recibir señales de que su pasado volvía a atormentarlo. Narrado en primera pers...