Lost Books

Capítulo 4: Entre Kanto y Kansai

  

   La tarde del viernes me encontraba fatal, tenía mal aspecto lo sé porque Denki dijo: "Izu- chan no tienes buen aspecto hoy". No suelo enfermar pero cuando lo hago me pongo malísimo. Aizawa me dejó salir antes el sábado, dormí durante todo el domingo y parte del lunes, que es mi día libre, pensando que para el martes ya estaría mejor,  pero estaba peor. Llamé a mi jefe, se ofreció a venir a recogerme y cuidar de mí. Pensé en ir al médico pero por la noche se dejó caer Aizawa, me traía comida en una olla, la puso al fuego mientras me decía lo mal que me veía. Abrió las ventanas, hacía un frío horrible pero no me quejé llevaba días encerrado y el aire estaba muy viciado.

   - Ve a darte una ducha bien caliente, mientras caliento la sopa.
  
   Iba a decirle que se fuera, pero es mi único amigo aunque sea mi jefe. Cuando salí de la ducha la mesa estaba puesta, los platos sucios fregados y había aireado en sofá que parecía la cama de un vagabundo.
  
   - Gracias, Shota-sensei.
  
   - Come.
  
   Después fregó lo que habíamos ensuciando, mientras charlaba yo me senté en el sofá a escucharle y de a ratos no. Oí el nombre de Denki y el de Shoto, al parecer había "algo" entre ellos. Esperaba que Shoto lo tratará mejor que a mí, Denki era un poco más descarado que yo así que podría irle mejor.

   Mi jefe había cambiado de tema, decía algo sobre unas cajas que había traído Eijiro "en su mayoría basura pero podría haber algo que valiera la pena" que traducido era "no pienso molestarme pero podrías echarles un vitazo". Me gustaba Eijiro era cuidadoso con las cajas y los libros.

   - Hoy ha venido Bakugo- me cabreé con mi estómago por dar un vuelco al oír su nombre- Me pidió que te recordará que la próxima vez pagarás la entrada.
  
   No dije nada, pero me pareció divertido. Cretino presuntuoso.

   Volví el sábado al trabajo, la tienda estaba llena. Las chicas del club de lectura: Ochako, Asui y Mina estaban sentadas con Aizawa.
  
    - Ah mi pequeño granuja ha vuelto.
  
    - Hey- dije pero no fui rápido para evitar lo inevitable.
  
   - Pequeño granuja?- preguntó Ochako.
  
   La risa de Aizawa me siguió mientras me alejaba, no tenía que escuchar lo que ya me sabía de memoria.
  
   - Cuando conocí a Izuku tenía 15 años, vino de excursión con el colegio desde Kobe y pensó que podía llevarse "Posesión" sin que me diera cuenta. Estaba fuera con mi pipa cuando salió y lo pillé. Le dije que podíamos ir a la comisaría o podía volver y trabajar por dinero y libros. Y ahora ¡tachan! Aquí lo tienes.

   Todas rieron, aunque estoy seguro que ahora vigilarán sus bolsos. Me puse a trabajar avergonzado. A veces me apetecía interrumpir la historia y dar mi versión. Si había ido de excursión tenía la intención de comprar libros, pero mi monedero había desaparecido en el autobús. En ese entonces está obsesionado con Steven King, quería desesperadamente ese libro, lo único que me quedo eran 100¥ en el bolsillo, el libro costaba 200¥. Dejé el dinero al salir, no digo que lo que hice estuviera bien pero había atenuantes que Aizawa nunca mencionaba.

   Las cajas de libros eran más altas que yo. Eijiro había traído algunas y otras las había dejado en la puerta. La mayor parte era basura, sin embargo hubo un libro que llamó mi atención porque era distinto a los demás y porque lo habíamos tenido en casa. Había sido de mi padre cuando era pequeño. Lo cogí.

   Cuando tu familia explota son las cosas importantes las que recuerdas al principio, pero son las pequeñas cosas como ésta las que se quedan contigo para siempre.

   Pase las páginas con cuidado, parecían frágiles. Supongo que es el hecho que estos pequeños recuerdos te asaltan de forma inesperada, que no puedes protegerte y te astillas el corazón.