Por la mañana ni siquiera tuve que escuchar la alarma de mi reloj. Mi mamá había entrado a las siete y media en punto para obligarme a despertar completamente y arreglarme para mi primer día de trabajo.

Suspiré fuertemente al ver la hora, pude haber dormido una hora completa más y habría llegado al trabajo sin problemas; pero ya no tenía más opción, así que decidí levantarme y tomar ropa de mi armario.

Al pasar frente a mi ventana, ví que la cortina estaba cerrada, lo cual era muy raro, ya que yo nunca cerraba la cortina.

Miles de recuerdos de la noche anterior llegaron a mi mente, y me di cuenta que no había sido un sueño.

Rápidamente observé mi muñeca y pude ver que estaba un poco amoratada, otra prueba más de que había peleado con Vic, además de que había destrozado mi celular y que me había dicho "te quiero".

Moví mi cabeza rápidamente intentando apartar esos pensamientos de mi mente y concentrándome en que sería mi primer día en el trabajo. Estaba nervioso, aunque supongo que no sería la gran cosa porque no creo que muchas personas visiten la tienda de música; aunque no podía negar que mi empleo era muy genial.

Tomé la ropa que me pondría y luego me dirigí a la ventana para abrir la cortina, me cegué un poco por la luz, pero luego de que mi vista se acostumbrara, me quedé observando el vecindario y sobre todo, la ventana de Vic, en la cual había un letrero pegado con algo escrito en letras grandes para que alcanzara a leerlo.

"Paso por ti a las 6:00 para ir a comprar tu celular nuevo"

Reí levemente y luego tome un plumón y una hoja de mi escritorio, escribí con letra grande la respuesta y luego pegué la hoja en mi ventana, esperando a que la leyera cuando se levantara. Sabía que lo haría porque era una manía de nosotros cuando estábamos pequeños; dejábamos hojas pegadas en nuestras ventanas o cuando estábamos castigados y nos prohibían salir, ésta era nuestra manera de tener una conversación y no morirnos de aburrimiento.

—¡Kellin se te hace tarde!— gritó mi mamá sobresaltándome—.

—¡Apenas son las ocho!— grité de regreso—.

—¡Ya es tarde!

Rodé lo ojos y luego me dispuse a salir de mi habitación para tomar un baño y arreglarme rápidamente; pero antes me aseguré de que la hoja con mi respuesta estuviera bien pegada en la ventana.

"Pasa por mí a Alternative Music a las 7:00, en la plaza ;)"


Media hora después, me encontraba saliendo de la casa, con mi mochila colgada de mi hombro y mis audífonos a gran volumen. Vic había destruido mi celular, pero por suerte tenía mi MP3 y podría sobrevivir con eso.

—¡Kellin!— escuché que gritaron mi nombre— ¡Amigo!

Me quité mis audífonos y pausé la música, luego alce la vista, encontrándome con los chicos con los que había pasado una gran tarde ayer.
Eran los cuatro caminando hacia a mí, con sonrisas amistosas y una gran energía que envidiaba.

—¡Uy ese golpe no se ve nada bien!— exclamó Jesse cuando estuvo frente a mi— ¿Estás bien?

—Si, sólo que ayer discutí con Vic y las cosas se salieron un poco de control— dije tratando de que mi largo cabello cubriera un poco el golpe— Nada grave.

—Pues ese moretón dice otra cosa— dijo Justin un poco sarcástico— Asustarás a muchos clientes en tu primer día.

—Espero que no— susurré un poco nervioso—.

You're Perfect [Kellic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora