El Domingo fue un día totalmente diferente al anterior, ni siquiera Vic se había dignado a hablarme después de lo ocurrido en su coche.

No me mal entiendan, tampoco quiero ilusionarlos, pero realmente justo ahora lo odio, y ya ni siquiera sé qué pensar de él.

Después de aquel beso, literalmente, me había corrido de su coche, me bajé demasiado confundido del coche y justo cuando cerré la puerta, arrancó.

—¡Kellin!— gritó mi mamá entrando a mi habitación— Es tarde.

—Son las siete— dije bufando y viendo mi reloj—.

—Pues no quiero que también hoy llegues tarde al trabajo— dijo mi mamá saliendo de mi habitación— Apúrate.

Rodé los ojos y me levanté de mi cama, dirigiéndome a mi armario y tomando la ropa que usaría hoy.

Cuando pase frente a mi ventana, inevitablemente mi vista se dirigió hacia la habitación de Vic, la cual tenía las cortinas cerradas; fruncí el ceño extrañado, pero aún así, le dejé escrita una nota, esperando a que la leyera cuando corriera las cortinas.

No sabía que pensar sobre Vic, primero intenta besarme en la tienda de celulares, luego me da un beso en la mejilla y finalmente ayer me besó, y ahora simplemente no me habla.

Ese hombre es peor que una mujer.

—¡Hola Kells!— saludó Justin cuando baje al comedor— ¿Listo para irnos?

—¿No les da flojera levantarse tan temprano y venir por mí?— pregunté viéndolos a todos— No es que no me guste, es sólo curiosidad.

Los chicos negaron con una sonrisa y siguieron comiendo el almuerzo que mi mamá les había preparado, yo en cambio, tomé una manzana y me senté a comerla con calma.

—Se ven mejor— comentó Jack señalando mis nudillos— Vaya paliza que le diste.

—Aún no entiendo cómo es que pudiste hacerlo— dijo mi mamá viéndome con reproche— Al parecer Vic es mala influencia.

—Al parecer Vic es un idiota— murmuré para que mi mamá no me escuchara, pero los chicos lo hicieron—.

—¡Ya es tarde!— dijo mi mamá mientras me pasaba mi mochila— Ya vete.

—Y pensar que hace una semana me encerraste en mi habitación para que no saliera a conseguir trabajo— comenté con burla—.

Mi mamá rodó los ojos y luego me dio un beso en la mejilla en forma de despedida, los chicos también tomaron sus mochilas y caminaron hacia la puerta, mientras mi mamá los abrazaba.

—Kellin— dijo Justin una vez que salimos de la casa— Tu vida se basa en dar explicaciones.

Rodé los ojos, más que nada porque sabía que tenía razón, últimamente mi vida era mucho más interesante que la de ellos, lo cual era muy raro, dado el hecho de que hace unas semanas mi vida era demasiado aburrida.

—Les explicó en la hora de mi comida— dije mientras me subía a la bicicleta con Gabe— En la cafetería de siempre.

Los chicos asintieron y empezamos a andar hacia la plaza comercial.

Instintivamente mi vista se dirigió a la casa de Vic, pude notar que había un ligero movimiento en las cortinas, pero intenté no ponerle atención.

Suspiré pesadamente al recordar lo que había pasado ayer y lo que ha estado pasando.

You're Perfect [Kellic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora