You're Perfect [Kellic]

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Había dormido en la habitación de invitados porque el idiota de Vic había cerrado su habitación con seguro.  No lo culpo, siempre ha hecho eso desde que éramos pequeños, y cuando me quedaba a dormir con él, también cerraba su habitación con seguro.

Pero esta vez al muy idiota se le pareció olvidar que no estaba solo, aunque quizá lo había hecho a propósito.

Me desperté a las seis de la mañana, y fue porque mi nuevo celular vibró contra la madera del mueble en donde estaba, lo cual me espantó y desperté rápidamente para ver quién era.

Bufé con enojo cuando vi que era un mensaje de Justin, pidiéndome que le llamara para "pedirle ayuda" y que él no fuera a la escuela. Me rogó como veinte veces hasta que me desesperó y terminé aceptando.

Tenía que fingir que tenía una crisis nerviosa y lo tenía que llamar en diez minutos.

Bufé un poco molesto y volví a recostarme en la almohada, esperaba a que fueran los diez minutos para poder llamar a Justin y dormir de nuevo, aunque se supone que tendría que empezar a prepararme para que los padres de Justin se creyeran todo, así que tenía que llorar sí o sí.

Cuando faltaban cinco minutos para que llamara a Justin, me di cuenta de que no podía llorar... quizá era porque estaba muriéndome de sueño y lo único que quería era dormir y no llorar.

Me volteé para ver el techo y empecé a pensar en diferentes cosas que sabía que me harían llorar, pero ni una lograba hacer efecto en mí.

Prácticamente me desvié en mis pensamientos y empecé a pensar en cómo se tomaría mi mamá la noticia de que era travesti.

¿Me rechazaría?, ¿me apoyaría?, ¿se iría así como lo hizo mi padre?.

No podía pensar en un futuro en el que no estuviera mi madre para apoyarme, a fin de cuentas, era la única persona en mi familia que me quedaba y que aún seguía a mi lado.

Yo no sabría qué hacer si se iba.

De repente me sentí asustado, sentí mi respiración acelerarse al igual que mi pulso, y mis ojos no tardaron en cristalizarse al pensar en las cosas hirientes que podría llegar a decirme mi mamá y en ver el rechazo reflejado en sus ojos.

Un nudo en mi garganta se había formado al recordar cómo mi padre se había ido y cómo había reaccionado cuando les conté la verdad y que necesitaba ayuda.

No quería que eso pasara con mi madre.

Cuando estaba a punto de soltar la primera lágrima, mi celular empezó a vibrar sin detenerse, eso indicaba que tenía una llamada entrante.  Ví que era Justin y de inmediato deje que mis lágrimas cayeran libremente.

—¿Bueno?— preguntó Justin como si yo lo hubiera llamado—.

—Ju-Justin...— dije con la voz entrecortada por culpa de las lágrimas—.

—Hey Kells...— dijo Justin preocupado— ¿Está todo bien?

—¡Nada está bien, idiota!— grité en un susurro con más lágrimas cayendo por mi mejilla— C-Creo que estoy teniendo una crisis.

—Tranquilo Kells— dijo Justin aún con tono preocupado— Me estoy preparando para ir a la escuela, pero creo que podré ir a verte en la tarde.

—¿¡Y en la tarde ya para qué?!— grité de nuevo en un susurro y dejando que mis sollozos se escucharan más— ¡En la tarde ya me habré suicidado, y todo será tu culpa!

Oh si... Ahí estaba mi lado dramático, aunque una cosa era fingirlo y otra cosa es que me saliera natural. Este drama estaba entre ambas, las lágrimas eran verdaderas pero todo lo que decía era falso.