Con la mirada en el tabulador, palpitando al mismo ritmo que hacía supropio corazón trataba de llegar a la hora fija en la que siempre subía capítulo de aquel fanfic que tenía a la gente en espera sin dormir al otro lado del globo, mientras el hilo de ruido pasaba por la puerta, asegurándome que nuevamente se estaba perdiendo una reunión familiar, en la que la mayoría de asistentes criticaban su vida asocial y deprimente.
No es que le tomara gran importancia después de tantos años cargando el estigma de ser la única de la familia que parecía no pertenecer a la misma.
Con silencio, y el tic en el pie por el nerviosismo, el punto final de aquella temporada se materializaba y el botón gris de <<publicar>> cambiaba a celeste al clicar.
La tensión en los hombros se había ido por fin, y ahora solo descansaba la cabeza en el respaldo de aquella silla de escritorio y cerraba los ojos. Había sido intenso.
Joder, si que lo había sido.
Había iniciado aquel webtoon a los 15, después de tener su primera decepción amorosa.
Y ni siquiera lo podía tomarlo como tal, porque ni siquiera llego a materializarse su deseo o fantasía adolescente. Sin embargo de ahí salió algo que cambiaría su vida de tantos modos.
Dejaría de ser tan abierta con sus sentimientos, se quedaría mas tiempo en casa leyendo y reduciría su circulo de confianza , e iniciaría con el trabajo que llevaba retrasado de dos semanas para el taller de dibujo, que consistía en crear un comic.Ese fue el primer borrador de lo que años más tarde se convertiría en una saga que tenía a todos inquietos y expectantes cuanto menos.
Hoy sin embargo, se cerraba una gran etapa para el protagonista después de tantas aventuras. La tercera temporada de aquel webtoon se cerraba con una herida en el protagonista, que encarrilaba al receptor a un final de temporada que bien podría despistar como final de la saga si la escritora así lo decidía.
Los comentarios después de la publicación no se hicieron esperar desde el segundo 0, así que entusiasmada y aún en silencio leía atenta.
–Has estado mucho tiempo en tu habitación, ven a hacer acto de presencia.
Es tu fiesta de cumpleaños.No se quejó al respecto, pues al menos había respetado el trato de dejarla escribir sin interrupciones.
–¡Elena, 20 años! Soy tan feliz de verte cumplirlos una vez más– se abrió paso y entre los presentes y le entrego una caja mas grande que una caja de zapatos, por lo que la prematura idea de que fuera algo para que saliera más arreglada a las calle se desvaneció.
En realidad no le importaba en lo absoluto lo que sea que fuera que estuviera tan bien envuelto ahí , ya era un tesoro para ella si aquel hombre mayor se lo entregaba.
Con sumo cuidado abrió la caja llevándose las manos a la boca.
–¿Te gusta bichito?–Dijo el señor embelesado por la reacción de su nieta.
–Muchas gracias abuelo.–Se tiro a sus brazos con cuidado.
Los padres de Elena no dejaban de mirarla enternecidos por la escena e incluso algunos familiares que siempre comentaban de su vida lo hicieron.
Para ningún miembro de aquella familia quedaba duda de que aunque era una chica muy suya, tenía sus brotes de niña tierna, aún si tenía recién cumplidos 20 años, tenía una cara y una voz que producían ganas de querer guardarla en una cajita de cristal y cuidarla.
–Espero ser el primero en ver las aventuras del pequeño Calico.
Asintió repetidas veces, se disculpó con todos sus familiares, quienes acostumbrados a su carácter aceptaron de buena manera su ausencia, ya que al fin y al cabo era su día especial ¿no? Y se volvió a encerrar en su 'sitio feliz'.
Era una Wacom Cintiq 13HD, una tableta gráfica de la que había visto numerosas reseñas , una que contraria a la que ya tenía desde hace años, poseía pantalla y todo.Le pareció mágica incluso.
Una pequeña lagrima caía sin previo aviso y se sintió plena al encenderla.Liz , una de sus primas que tenía un año menos, irrumpió en aquel momento intimo entre su tableta gráfica nueva y ella.
–No puedo creer que hayas publicado esa barbaridad. ¿Como puedes no tener corazón? –Dijo sosteniendo el móvil en sus manos, mostrándole la casilla con el dibujo y tres puntos suspensivos.
No respondió.
–Sabía que no te gustaba los finales felices, ni siquiera esperaba que todo fueran cosas bonitas. Pero...herir al protagonista justo cuando esta apunto de encontrar a Guk. ¡ERES UNA DESALMADA!–Y se tiró en la cama.
–Relájate, y mejor observa esta preciosidad que me ha regalado el abuelo. Con esta belleza crearé gráficos increíbles, y ¡AHHH EL CASTILLO DE TANGSHAN SE VERÁ MUCHO MÁS REALISTA! LOS DETALLES LIZ, LOS DETALLES SERÁN ALUCINANTES.
–Eres demasiado entregada a tu webtoon.
–Dijo la chica que viene a gritarme por el capítulo final.
–¿FINAL?–comenzó a gritar aunque Elena solo estaba jugando.
Pasaron 15 minutos cuando ambas quedaron en silencio, Liz observaba lo que hacía su prima en la tableta.
–Wow. Me sorprende tu talento primita. Debo aceptar que molas, pero...¿cómo creaste a Calico?–Miro de nuevo al personaje–Porque miradas como esas...tuviste que sacarlas de algún lado. ¿No? Es tan real...
Elena no muy consciente de lo que decía su prima regreso a ver al personaje que dibujaba sin complicaciones.
–Algo así...no seas tan curiosa.
–¡Cariño tus padres ya se van! Elena sal a despedirte de la familia. –Asintió.
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Lo que no te dije | Park Jimin | but not only(?
Fanfiction☕️Trata temas de enfermedades mentales ☕️podría contener imágenes explícitas ☕️Uso de palabras técnicas o jergas ☕️contenido homosexual y heterosexual ☕️mezcla de echos reales con ficción ☕️universo alternativo (bangtan boys) ☕️🔞 ©️samanthasound...