Lo que no te dije | Park Jimin | but not only(?

14

Miles de luces, a su alrededor.
Un pasillo.
Su madre llorando.
Su padre, consolándola.

Y todo volvía a negro.

Aquella noche, no cumplió lo que quería hacer, pero al bajar de aquel coche y cruzar la calle para ir a ver Seokjin, que la esperaba para hablar, un coche la atropelló.

[...]

—Ya no llores Jungkookie. Ella estará bien.—Dijo Taehyung quién le acompañaba en el hospital.

[...]

Había tenido la fortuna de solo haber salido inconsciente con algunas rozaduras y una pierna lesionada.

Los gastos habían ascendido bastante, al ver que la chica las semanas siguiente ni siquiera hablaba. A lo que asumieron alguna especie de shock post traumático.

—Deberías agradecer que estas viva.—Dijo la hermana de su padre, cuando la vino a visitar.

¿Qué se supone que debía agradecer?

Su vida era constantemente una lucha entre ella contra ella misma.
Siempre subidas y bajadas de autoestima. Inestabilidad. Decepciones.

Odio hacía su persona.

¿Debía agradecer por siempre estar insatisfecha de ser quién era?

[...]

Jimin había tenido que irse a Busan por el fallecimiento de la mujer de su tio, y no se enteró de las noticias de Elena hasta después de dos días, cuando encendió su movil.
Quiso volver de nuevo, y cuando por fin pudo, no se atrevió a ir a visitarla.

Pensó que tal vez a él no le correspondía.

Sin embargo, Principito, si lo hizo. Todos los días le dejaba un mensaje. Aunque Elena no respondiera.

[...]

—Ojalá se te hubieran lesionado los dedos. Al menos así tendríamos tu atención.—Dijo su padre.

Siempre había tenido una estrecha relación con su progenitor, pero después de ver los cambios de personalidad de su hija, se endureció con ella.

Tal vez, porque la consideraba mas fuerte, y no quería alimentar el pesimismo que consumía a su retoño, o porque el odiaba la actitud de derrota de las personas, y verlo reflejado en su hija le hacia sentirse como un mal padre.

Fuera cual fuera. A veces, en las condiciones de Elena, se sentían sus palabras como cuchillos.

—Deja a la niña.—Dijo su madre. —¿Con quién hablas tesoro?—Dijo aún con dulzura.

La chica alzó la mirada, y con ella su movil.

—¿No puedes vivir en la vida real hija? Hablas mas con desconocidos que no saben quién eres en realidad en vez de con tu propia familia.—Desquiciado se marchó a la cafetería.

Su madre miró de regreso a su hija, quién lucía igual de indiferente.

Se acercó, y Elena le dejó leer todo el chat con Principito.

—Es un chico muy cariñoso. Se nota que se preocupa por ti cariño. Deberías contestarlo. —Dijo su madre.

Ella solo negó y luego se señaló.