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Lo había conocido en el peor momento, o eso quería creer Elena.

En ese tiempo, cuando tenia no más de 14 años, un chico nuevo había llegado a clase. Era muy tímido, de mirada limpia y bastante callado. Sacarle una palabra era un logro muy grande.

Se llamaba, Park Jimin, un jovencito de pelo oscuro, ojos pequeños y labios voluptuosos. Sus mejillas eran gorditas y el se veía en sí, muy tierno.

No fue amor a primera vista, pero la manera en la que llamo la atención de Elena, si fue así.

Un año después, siendo compañeros a penas y habían cruzado palabra.

Literalmente, solo se habían dicho "Hola" no más de dos veces, y habían compartido un ejercicio de parejas en clase de música.

Quitando aquellos esporádicos momentos, nadie había dado el paso para entablar conversación, pero eso no quitó peso a la atracción por parte de Elena, quien en esa época resaltaba sobre todo por su hiperactividad y alegría con todos.

Tenía algún que otro chico que la buscaba y tonteaban con ella en los pasillos, pero para muchos era algo que rozaba la perfección y no muchos se acercarían por no sentir estar a la altura.

Sin embargo, la atención de la joven y adorada Elena había sido solo aquel muchacho de cara angelical.

Comida la cabeza por varias "amigas", se armó de valor y fue hasta el gimnasio donde Jimin recibía clases de Taekwondo. Esperando, a que saliera, quiso acercarse pero unas duras palabras la detuvieron rompiendo toda su confianza y dejándola expuesta.

—"Si consigues una cita con la chica más popular antes que el capitán del equipo de fútbol te dejaremos en paz"

—Mira, no quiero problemas. Y no me voy a acercar a ninguna chica del instituto...

—¿Ni siquiera a Elena? Vamos, Jimin, si lo haces...te dejarán en paz.—Dijo un chico americano que se había echo muy cercano a él.

—No saldría con una chica así...—Dijo hundiéndose de hombros entrando a los vestuarios.

Lastimosamente , para la suerte de su dignidad, todas aquellas "amigas" y algunos de los que amenazaban al joven Jimin se percataron de la reacción de esta. No tardaron nada en hacer correr el suceso, y tampoco en crear nuevos rumores, a partir de lo ocurrido, por los cuales Jimin se marchó del instituto y Elena recibió burlas que desembocaron en insultos y acoso, comiéndose poco a poco cualquier tipo de amor propio.

De ser alguien querida y admirada a alguien callada y retraída.

Si bien, a partir de un bosquejo surgiría la primera idea de aquel webtoon, no fue si no gracias a aquella primera decepción amorosa que nació la historia.

Siguiendo la línea de aquellos rumores que la habían rodeado sobre aquel chico que a sus ojos era perfecto, delineó la idea del comic que quería crear, por fin ella podría manejar todo como quisiera. Así fue como creo a Calico, basándose en la imagen de aquel chico que la hirió sin saberlo.

Pero no fue hasta que llegó Jungkook a su vida en el primer año de universidad cuando dio un giro a la historia y haciendo mella en la personalidad del menor y sus preferencias sexuales, las cuales no eran aceptadas por muchos y hacían sentir horriblemente mal al mas joven, provocando que llorase y faltara a clase. Sin embargo, ella veía algo en él pero siempre que trataba de acercarse él huía, así que empezó a imprimir su webtoon y se lo dejaba todos los viernes encima de la mesa. Él, no tardó mucho en averiguar que se trataba de su compañera Elena, por la exposición de un dibujo que seguía la linea de aquel comic que tanto le gustó, así que desde ahí nació su amistad y también la preferencia sexual del personaje principal de aquella historia. Calico era gay, como los rumores que llegaron a Elena sobre Jimin. Ella pensó que Jungkook era el compañero perfecto para la historia de este, y que favorecía a la trama aquel romance.
No se equivoco.
Aquello había sido la clave de aquel éxito que la acompañaba, y ambos se sentían felices.

Lo que no te dije | Park Jimin | but not only(?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora