Me vio a los ojos y yo lancé una gran carcajada.
—No —negué con la cabeza—. Mi...
—Está bien —se levantó de la cama enojado y comenzó a caminar—. Te veo mañana, Ann.
Traté de alcanzarlo y cuando pude me reí otra vez.
—No —suspiré—. Mi segundo nombre no es Carmela... Es Jazmín.
—Oh —se puso pálido—. De todas formas yo...
Le di un corto beso en los labios y lo callé.
—Ser novios es muy rápido —asintió—. Pero creo que la palabra que inventaste está bastante bien... Solo que no creo mucho que no tengas sexo. Conmigo o sinmigo —reí.
Alzó una ceja y luego amplió su sonrisa.
—Hagamos un trato... Si paso dos semanas más sin sexo —se quedó pensativo—. Me harás un baile sexy y privado —sonrió—. Pero luego, será una obligación que tú y yo... —sonrió y movió las cejas. Golpeé su hombro. Alcé una ceja.
—¿Y qué pasa si yo gano?
—Te compraré todos los libros que quieras —dijo sin siquiera pensarlo.
—¿Y si tú rompes el trato y por calentura lo haces con otra chica? —pregunté con intriga.
—Nunca haría eso —me miró ofendido y alcé la ceja un poco más—. Eso se puede hablar, pero luego, no tengo una idea para eso.
—Si lo haces con otra chica, tú tendrás que bailarme a mí —sonreí—. Pero no será en privado, claro que no. Será en la cafetería de la escuela —suspiró—. ¿Trato hecho? —le tendí la mano.
—Trato hecho —estrechó mi mano.
Sonreí y fui hasta mi armario. Saqué un papel largo lleno de títulos de libros y se lo entregué.
—Wow... ¿Estos son todos los que quieres leer?
—Está por ambos lados —le susurré divertida.
—Okey... Prepara tu disfraz... Puede ser de conejita o policía...
—Prepara tu dinero, Peter —me saqué la playera y lo comencé a besar. La verdad me veía como una zorra desesperada, pero todo por tener libros.
Sus manos viajaron a mi cadera y me acercó más a él. Tomé sus manos y las arrastré por mi espalda hasta llegar al broche de mi sujetador.
—Claro que no caeré en eso, pequeña —sonrió y golpeteó mi nariz con su índice.
—Te odio —gruñí.
—No, no lo haces —rio y me pasó mi playera.
—Solo porque me das pena —arrastró sus manos por mi espalda y sin pensarlo tocó mi trasero. Lo miré con ambas cejas alzadas y el solo rio.
—¿Qué crees que haces? —miré sus manos en mi trasero.
—Es parte de la letra chica del contrato que está en mi cabeza —sonrió y yo le golpeé el hombro.
Me reí y puse mi playera otra vez. Gracias a Dios que Peter tuvo un momento de auto-control, porque Alex abrió la puerta y nos vio sin ninguna expresión.
—¿Qué haces aquí, Peter?
—Solo vine a hablar con Ann...
—Sí, claro —rodó los ojos—. Tu mini Peter te delata.
Todos los ojos se posaron en la entrepierna de Peter. Poco menos salía y empezaba a firmar autógrafos...
Eugh, me la estoy imaginando con lentes, un mini esmoquin y con una mini corbatita.
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Déjame con mi Orgullo [DISPONIBLE TAMBIÉN EN FÍSICO]
Teen Fiction// PUBLICADA EN FÍSICO POR NOVA CASA EDITORIAL // Idiota. Cree que teniendo perfectos músculos, unos ojos miel envidiables, una altura que te hace quebrarte el cuello cuando lo quieres mirar a los ojos, cabello rizado, perfecta piel besa..., esperen...