Déjame con mi Orgullo [DISPONIBLE TAMBIÉN EN FÍSICO]

XVII. La insistencia no es una virtud

—¿Qué crees que sea? —preguntó Jasper con la boca repleta de comida.

—No lo sé... —agarré mi cabello con frustración—, ¿tú crees que sea que quiere hablar de..., hablar como lo estoy haciendo contigo o hablar de hablar?

—Nunca se sabe con él —se encogió de hombros.

Comenzó a sonar She Looks So Perfect de 5sos y comencé a tararear inconscientemente mientras comía pastel.

Ohhh... Lucrencio Roberto Hemmings ven a darme duro contra el muro y trae a Ashton.

*suspira como estúpida*

Me encanta la voz de Luke —dijo, a lo que yo asentí.

Wait... ¿Qué tenía que recordar con el nombre Luke?

Luke. Cita. Hoy. Cita con Luke hoy...

—¡Oh, mierda! —dije para mí misma—, no, no, no, no.

—¿Qué pasa?

—Tengo una cita hoy —me tapé el rostro con las manos.

—Espera, espera... ¿Una cita? —me preguntó impresionado—. Pero... Peter está en el campeonato.

—Bueno... es que no es con Peter —dije mirando a través de mis dedos.

—¿Con quién es? —me preguntó achinando los ojos.

—Bueno..., es una larga historia —sonreí inocentemente.

—Nena, tengo tiempo.

*A few moments later*

—¡Eres una mentirosa! —Jasper me golpeó la nuca.

—¡Fue una mentira piadosa! —me defendí mientras me sobaba la parte golpeada.

—Dile que te llamas Annabella o no me hables más en tu vida.

—Pero...

—Nada —interrumpió—, ahora..., ve a tu casa y te arreglas el caracho —dijo.

Miré el reloj de la pared y daban las 12:50 pm.

Ohhh... mierda. Luke pasaba por mí a las 1:15 pm.

Choqué con varios arbustos, bicicletas y mi dedito meñique sufrió todo, ya que iba descalzo.

—¡Ten más cuidado, mocosa! —gritó un pequeño.

—¿Me dijiste mocosa, mocoso? —me di la vuelta y lo traté de intimidar.

—No me llames mocoso solo porque te llamé mocosa, mocosa —se cruzó de brazos.

—No tengo tiempo para discutir con un mocoso, mocoso —le grité mientras me alejaba corriendo.

—Adelante... ¡Huye, mocosa!

***

Me puse un vestido de verano y caminé-corrí hacia el espejo. Mi pelo estaba en una toalla y cuando la saqué, el contacto de mi cabello con mi piel me estremeció. Pasé el secador lo más rápido posible en mi pelo y luego me puse unas sandalias con un poco de taco. Maquillé mis ojos para sacar mi cara de enferma-zombie y luego pasé al baño y me lavé los dientes.

Me había demorado cinco minutos en llegar, cinco minutos en darme una ducha y dos minutos en arreglarme y vestirme. Uff... ese fue un gran ejercicio.

Tomé un morral y eché una chaqueta por si acaso. Troté las escaleras y luego le puse llave a la puerta de entrada. Caminé por la acera apresuradamente y mi móvil vibró un momento.