Después de visitar a Elena, nos regresamos a Barcelona que es la ciudad en donde vivíamos antes de aquellos sucesos, aunque hicimos algunos ligeros cambios, entre ellos que nos mudamos del departamento que teníamos a una casa más amplia, lo único que no cambió fue que Sebastián siguió impartiendo clases en aquella universidad mientras que yo decidí buscar otro lugar para dar clases, algo que a Sebastián no le gustó del todo, pues él quería que siguiera en esa universidad, que por ende insistió que regresara ahí, pero me negué rotundamente, por lo que Sebastián no tuvo opción que aceptar mi decisión.
Así que mientras tenía tiempo libre y Sebastián se encontraba ausente, decidí sumergirme en la biblioteca de la ciudad investigando sobre demonios, me mantuve todo el día ahí, hasta que por la tarde regrese a casa con uno de los libros que había prestado; me acomode en el estudio y continue con mi lectura, pero en eso escuche que él llegaba por lo que rápidamente guarde el libro en uno de los cajones, para luego abrir la computadora portátil dispuesto a verificar si había respuesta de las universidades en donde había enviado solicitud, al revisar note que recibi respuesta de una de ellas en donde me aceptaban, no puede evitar sonreír.
—¿A qué se debe esa sonrisa? —Habló Sebastián, y gire la mirada observando como se aflojaba la corbata con bastante sensualidad, para luego desabrocharse dos botones. —Bastante sexi... —Pensé, mordiendome el labio, al tiempo que comencé a sentir un leve olor dulce que comenzó a atraerme, a tal punto de sentir una especie de hambre
—¿Ciel? —Me llamo interrumpiendo mis pensamientos.
—S-Si, ¿qué pasa? —Conteste parpadeando varias veces y en instantes desviar la mirada hacia la pantalla de la computadora.
—Estas muy distraído, ¿Estás bien?
—Si...solo... estaba a punto de contestar el mail en donde aceptaron mi solicitud. —Conteste con nerviosismo, pues su cercanía comenzó a agitar mis sentidos.
—Me alegro. —Susurro cerca de mi oído, con una voz aterciopelada, haciendo que una corriente eléctrica recorra mi cuerpo, estremeciéndome, pero de repente él me jalo del brazo con total sutileza, colocándome de pie para abrazarme.
—Al menos me gustaría algo de tu atención. —Alego con recelo, rozando sus labios con los míos, abrí levemente la boca esperando que iniciara el beso, pero solo se limitó a sonreír al notar mi deseo, algo que me enojo.
—Eres un fastidioso. —Lo empujo deshaciendo el abrazo para avanzar hacia la salida.
—Pero así me amas y más cuando tengamos una familia. —Agregó en un tono divertido, rodé los ojos y salí de la habitación.
—¿No se supone que hoy llegarías tarde? —Cuestione ignorando su comentario pues no quería iniciar un debate sobre tener hijos.
—Si, pero le traspase la tutoría extra a otro profesor.
—Ya veo... —Contesté sintiéndome algo acalorado.
—¿Acaso te molesta que haya llegado temprano? —Dijo reteniendo mis pasos abrazándome por detrás.
—N-No... —Jadeé cuando sus manos estrujaron suavemente mi cintura, al tiempo que me acercaban más a su cuerpo. Una reacción poco inusual en mí.
—Enserio. —Ronroneo rozando sus labios en mi cuello, lentamente, dulcemente.
—Se-Sebastián... —Deposito un beso en aquella parte, para luego, hábilmente, cargarme y llevarme a nuestra habitación.
Al ingresar, me recostó en la cama con delicadeza, y en instantes comenzó a devorar mis labios tan apasionadamente, por alguna extraña razón no lo detuve, pues mi cuerpo comenzaba a arder de deseo, que, mis manos comenzaron a quitarle la ropa con algo torpeza y ansias. Cuando ambos quedamos completamente desnudos, Sebastián no dejaba de besar mis labios, mientras su diestra atendía mi miembro, haciendo movimientos rápidos.
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Tú Olvido y Mi Pasión
FanfictionDespues de haber sido en convertido en demonio, Ciel decide abandonar su vida normal y esconderse, sin pensar que terminaría enamorandose de su mayordomo, aunque las cosas no saldrán como el esperaba, por lo que tomara una decisión apresurada... Dec...