Capítulo 6.

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La cafetería tenía el ruido de siempre. A Se Hun no le gustaba mucho comer ahí porque el ambiente en general le parecía insoportable después de unos minutos, pero ese día entró con la única intención de arreglar un asunto y, con algo de suerte, sin tener que recurrir a la violencia.

Caminó hasta la mesa del centro, donde estaban sentados cuatro chicos. Tres de ellos conversaban entre sí y reían, mientras el más bajo de todos se limitaba a comer lentamente y escucharlos a pesar de que en realidad no estaba interesado en lo que decían. Kyung Soo, un pelinegro de baja estatura, no encajaba para nada con los otros tres chicos de la mesa: Huang Zi Tao, Kim Jun Myeon y Kim Jong In, siendo el último algo así como el líder del grupo.

—Parece que te la estás pasando muy bien, Jong In —enfrentó al joven de alborotado cabello castaño y de tez un poco más oscura que la suya.

—¡Oye! ¡No me llames por mi nombre! —Se levantó al escucharlo, apoyando sus manos encima de la mesa y frunciendo el ceño, mostrándose molesto—. Tú eres el amigo del raro que no puede hablar, ¿verdad? No me agradas ni un poco. Si sabes lo que te conviene, darás media vuelta ahora mismo y te largarás. Estoy hablando en serio, no querrás que me ponga agresivo.

—No me iré a ninguna parte hasta que te quede claro que debes dejar en paz a Lu Han.

—Ah, así que por eso estás aquí... —Bufó—. Quieres defender a tu noviecito.

—Cállate. No estoy bromeando —cruzó sus brazos—. Tócale un solo cabello y te dejaré la cara tan arruinada que ni tu madre sabrá quién eres.

Con esa última advertencia, Se Hun salió de la cafetería y prefirió ir al jardín detrás del edificio. Jong In estaba furioso, pero intentaba tranquilizarse, hasta que la voz de Kyung Soo lo hizo alzar la mirada.

—Así que es verdad...

—¿De qué hablas? —Preguntó el castaño.

—¡Molestaste a Lu Han otra vez! —Se quejó—. ¡Dijiste que ya no lo harías, Kai! ¡Me prometiste que ya no molestarías a nadie!

—Kyung Soo, puedo explicarlo...

—¡No! ¡Estoy harto, Kai! —El más bajo se levantó y agarró su bandeja de comida para irse a otro lugar. Había llegado a su límite, no quería escuchar más excusas por parte del chico que decía ser capaz de cambiar sólo por él.

Ignorando lo que decía Jong In, caminó hasta una mesa donde estaban Park Chan Yeol, Byun Baek Hyun y Zhang Yi Xing. En verdad agradecía que sus amigos siempre tuvieran un lugar disponible para él en su mesa.

—¿Por fin te diste cuenta de que Jong In es un cretino y nunca va a cambiar? —Fue el saludo de Baek Hyun, un chico delgado de cabello castaño claro, sólo un par de centímetros más alto que Kyung Soo.

—Algo así —susurró sin ganas.

—Nos duele verte tan decepcionado, amigo —habló Yi Xing, a quien cariñosamente apodaban "Lay", moviéndose un poco para dejarle un espacio al más bajo.

—No sé por qué creí en él —soltó un suspiro tras haber tomado asiento—. ¡Era obvio que estaba mintiendo cuando me dijo que cambiaría!

—No pienses demasiado en eso —intentó animarlo el más alto de todos, un joven de cabello teñido de una bonita tonalidad plateada, cuyo nombre era Chan Yeol.

Kyung Soo y Chan Yeol se tenían mucha confianza, pues prácticamente habían crecido juntos y eran amigos desde el primer año de primaria. Eran bastante unidos, tal vez tanto como Se Hun y Lu Han. Había algunos rumores que decían que Chan Yeol estaba enamorado de Kyung Soo, pero nadie podía confirmarlo.

—No sé qué me pasa —hizo una breve pausa—. Creo que soy un tonto. Una parte de mí sigue pensando que Jong In sí podría ser diferente si quisiera.

—Has dicho las palabras clave, amigo mío —Baek Hyun puso una mano encima del hombro del pelinegro—. Jong In no quiere cambiar, el problema es él.

Mientras esa conversación tomaba lugar, Jong In también hablaba con sus amigos. Kyung Soo le llamaba tanto la atención, pero estaba seguro de que jamás le haría caso a menos que cambiara su actitud, cosa que para él era muy difícil.

A pesar de que Jun Myeon y Tao le daban consejos como olvidarse de él y simplemente buscar a otra persona, Jong In no dejaba de pensar en Kyung Soo. Ya tenía muy clara una cosa: no lo quería sólo para entretenerse durante un rato y ya, sino que deseaba tener algo serio con el pelinegro de aspecto simpático. Para Jong In, Kyung Soo era diferente a todas las demás personas que había tenido la oportunidad de conocer.

—Ese chico será mío, no importa qué —aseguró el castaño.

—¿Estás seguro? —Preguntó Tao con cierto tono burlón asomándose en su voz—. Yo diría que Park Chan Yeol ya se te adelantó.

—Guarda silencio, Tao. No necesito detenerme a pensar dos veces si quiero partirte la boca con un solo puñetazo o no —advirtió.

Esa misma tarde, después de clases, Lu Han caminó con Se Hun de regreso al apartamento que compartían. Leía los labios del más alto mientras éste le contaba qué había hecho durante el día, omitiendo la parte en la cual buscaba a Jong In en la cafetería para enfrentarlo.

Estuvieron tranquilos hasta que llegó la noche. Ambos terminaron con sus tareas pendientes y se sentaron en la sala con la única intención de jugar videojuegos. Pocas cosas los ayudaban a distraerse como un buen par de horas jugando.

Se Hun volteaba a ver a Lu Han de vez en cuando, notando que estaban cada vez más cerca, pero sin molestarse por ello.

Después de un rato, Lu Han soltó su control y se estiró un poco. Claramente estaba cansado, por lo que Se Hun le sugirió ir a dormir, levantándose instantes más tarde para apagar la consola.

El castaño de menor estatura tocó su barbilla con la punta de los dedos de su mano derecha, bajando la misma poco después hacia donde la izquierda descansaba en posición horizontal a la altura de su pecho. Pasó su mano derecha con los dedos levemente doblados por encima de la mano izquierda, deseando así buenas noches a Se Hun.

Con una sonrisa sincera, Se Hun se acercó a él y le dejó un beso suave en la frente.

—Buenas noches, Lu —le dijo—. Te quiero.

Continuará.

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¡Hola!

¡Ay! ¡Qué vergüenza! No había actualizado este fanfic desde marzo. Perdón, perdón, perdón.

Bueno, como podemos ver, ya se acerca el KaiSoo poquito a poquito... ¿O será el ChanSoo? No diré nada, dejaré que adivinen.

Si les gustó este capítulo, no olviden darle una estrellita y pasar a dejar un comentario.

¡Un abrazo con mucho cariño para todas las personas que toman algo de su valioso tiempo para leer! Hasta luego.

Sin palabras [HUNHAN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora