Capítulo 8.

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Después de conversar un poco con Chan Yeol y Kyung Soo, Se Hun y Lu Han fueron a sentarse con ellos y con los otros chicos, mismos que parecían felices ante la idea de tener a dos nuevas personas en su círculo. El sordomudo, tomando en cuenta su dificultad para hacer amigos, también estaba sonriendo. Le daba cierta emoción ver a varios chicos interesados en él, pero sin la intención de fastidiarlo o hacerle algo malo, a diferencia de Jong In.

Aunque Se Hun era el único en aquella mesa que podía entender a Lu Han, los demás hacían un esfuerzo por también captar sus mensajes. Fascinados con el lenguaje de señas, los cuatro terminaron pidiéndoles que hicieran de maestros para aprenderlo. Lu Han realmente se conmovió por eso, al instante sintió una agradable calidez en su pecho y unas cuantas lágrimas formándose en sus ojos. No todos se interesaban en aprender ese lenguaje para hablar con él, por lo que significaba mucho que cuatro personas se animaran a hacerlo.

—Entonces, ¿nos veremos mañana? —Preguntó Baek Hyun con una leve sonrisa—. Aunque me gustaría poder comenzar a aprender en este momento...

—Seamos pacientes —le contestó Lay.

—Nos sentamos aquí todos los días —agregó Kyung Soo.

—¿Todos los días? —Se Hun hizo una mueca tras escuchar esas palabras—. La verdad es que la cafetería no me gusta mucho. Me parece de lo más ruidosa e insoportable —admitió—. Si estamos aquí ahora es sólo porque la mayoría se encuentra estudiando en sus salones, pero Lu Han y yo preferimos ir a la azotea porque es un lugar mucho más tranquilo.

—En ese caso, mañana podríamos ir a la azotea y almorzar ahí —mencionó Chan Yeol, encogiéndose de hombros.

Los demás asintieron poco después, incluso comentando que un cambio así sería agradable. Se Hun sonrió honestamente al ver que no tenían problema alguno con eso y terminó por advertir en plan bromista que no debían llegar tarde a su primera clase de lenguaje de señas.

Esa misma noche, mientras Se Hun miraba una película de héroes en el apartamento que compartía con Lu Han, éste se encontraba concentrado en sus notas. Sabía que sus calificaciones no eran de las más altas, pero en verdad deseaba cambiar eso y mejorar aunque fuera poco a poco.

Se Hun, tras darse cuenta de que la película en realidad no era tan entretenida como le había parecido en un inicio, tomó asiento junto al más bajo y le picó una mejilla.

—¡See un! —Se quejó Lu Han.

—No has dejado de estudiar desde que regresamos de la escuela —dejó que leyera sus labios—. Deberías descansar aunque sea una media hora, ¿no crees?

Dejó su cuaderno a un lado por unos momentos y, usando lenguaje de señas, dijo "No estoy cansado". Se Hun movió sus manos para responder "Deberías distraerte unos minutos, por lo menos".

Lu Han pareció pensarlo unos instantes y terminó por darle la razón a su mejor amigo. No obstante, no sabía con qué podía distraerse. Al pedirle un par de ideas a Se Hun, éste le dijo que tal vez podría ayudarlo a practicar algunas señas.

—Hablo contigo a diario, por eso no se me olvida el lenguaje de señas —comentó tranquilamente—. Pero hay algunas palabras y frases que no uso todo el tiempo y, bueno, creo que ciertas cosas sí se están borrando de mi memoria. ¿Quieres ayudarme?

El sordomudo asintió y se le quedó viendo fijamente. Entonces, Se Hun le mostró su mano izquierda, sólo con los dedos medio y anular hacia abajo, dejando extendidos los otros tres. Luego puso su mano derecha a un lado, extendiendo únicamente el pulgar.

—¿Lo hice bien? —Cuestionó.

En realidad, él ya conocía la respuesta. Sabía que lo había hecho mal, que aún le faltaba algo, pues así lo había planeado. ¡Quería que Lu Han lo corrigiera! Por algún motivo, en verdad tenía muchas ganas de ver a su mejor amigo diciéndole "Te amo" con señas.

Lu Han alzó una ceja y negó un par de veces, tomando el meñique de la mano derecha del contrario y extendiéndolo también. "Te amo" era una frase tan sencilla y se podía formar con señas tan básicas, apenas y podía creer que Se Hun la hubiera olvidado.

—¡Oh! Entonces, ¿debo hacerlo así? —Hizo como que en verdad no tenía ni la más mínima idea.

El otro castaño asintió una vez más y acomodó sus propias manos de la misma manera para que Se Hun pudiera ver la frase. Se Hun sonrió y, tras unos segundos, Lu Han decidió preguntarle por qué quería practicar precisamente esas palabras.

—Ah... Por nada —sus mejillas se sonrojaron un poco—. No me acordaba, eso es todo.

A Lu Han no le fue posible conformarse con semejante respuesta, así que movió sus manos otra vez, siendo directo y preguntando "¿Estás enamorado de alguien? ¿Intentas impresionar a esa persona usando lenguaje de señas para decirle lo que sientes?", esperando que su amigo le respondiera con la verdad.

—¡¿Qué?! —La tonalidad rojiza en su rostro se volvió un poco más intensa—. Por supuesto que no. Estás pensando cosas muy raras, Lu.

Se levantó instantes después, murmurando algo como que lo mejor sería continuar con la práctica más tarde, y se marchó hacia la cocina para buscar algo en la nevera.

Continuará.

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¡Hola! Sobreviví (?) a mi primera semana en mi nuevo trabajo. Debo reconocer que sí terminé más cansada, pero supongo que estaré mejor una vez que me acostumbre a todo.

Ahora los domingos serán mis únicos días libres, ¡pero no por eso dejaré de escribir!

Se supone que podría editar algo mañana porque es domingo, precisamente, pero... ¡Coincidencia! Mañana también es mi cumpleaños, así que no creo estar mucho por aquí.

Haré todo lo posible por actualizar pronto. ¡Muchas gracias por su apoyo!

Sin palabras [HUNHAN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora