Capítulo 12.

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¿En verdad existían las personas que amaban las tormentas? A Se Hun le costaba creerlo en esos momentos, en especial porque estaba harto de la que caía sobre la ciudad desde las siete de la tarde; ya eran más de las tres de la mañana y él no podía dormir con tantos truenos, sumado al insistente sonido de las gotas de lluvia chocando contra su ventana. En situaciones así deseaba ser como Lu Han, quien seguramente dormía de lo más tranquilo al no poder escuchar nada.

—Se tendrá que cancelar la salida si sigue lloviendo así —suspiró—. Y Lu Han era el que más emocionado estaba con la idea...

Kyung Soo había sugerido ir a un parque de diversiones ese fin de semana, aprovechando que no se habían pronosticado lluvias para esos días. Aun así, Se Hun confiaba más en el hecho de poder ver las nubes grises en el cielo y en la tormenta de esa noche que en el pronóstico, así que definitivamente había guardado un paraguas portátil en su mochila.

Se dio por vencido un par de minutos más tarde y salió de su habitación, caminando hacia la del más bajo y entrando a la misma lentamente. Se sentó en la orilla de la cama y, con una leve sonrisa, llevó su mano a acariciar el cabello de Lu Han con suavidad.

Ese chico le parecía simplemente hermoso, no podía creer que no se lo hubiera dicho antes a pesar de haber tenido tantas oportunidades de hacerlo...

El castaño abrió los ojos, haciendo que Se Hun se llevara un pequeño susto, retrocediendo al instante y cayendo al suelo por muy poco. No había querido despertarlo, ahora se sentía un tanto estúpido.

—Lu... Perdón, es que... la tormenta... Yo no podía dormir y... —El rubio ni siquiera tenía una buena excusa. ¿Cómo podía explicar por qué estaba ahí sin que Lu Han pensara cosas extrañas?

Bien, era cierto que a veces Lu Han iba a buscarlo en la madrugada porque tenía pesadillas y no podía quedarse solo después de eso, pero se trataba de algo completamente diferente. Se Hun no estaba ahí por culpa de un mal sueño.

—Hmm... —Cansado, el más bajo se movió en la cama, dejándole un espacio a Se Hun para que éste intentara dormir junto a él.

Aunque Lu Han no estaba viéndolo, Se Hun murmuró un agradecimiento y aceptó la invitación, acostándose a su lado. Una vez que estuvo junto a él, no le fue necesario esforzarse tanto para quedarse dormido.

A la mañana siguiente, Se Hun fue el primero en despertar, mirando a su alrededor con cierta confusión hasta que recordó que la noche anterior había ido a ese dormitorio. Al voltear en la cama y encontrar a su mejor amigo medio abrazado a una almohada, no pudo evitar sonreír de lado. Lu Han podía llegar a verse de lo más tierno, pero Se Hun dudaba que estuviera consciente de ello.

No se resistió. Se acercó a él y besó su mejilla. El único problema fue que, al apartarse, su mente comenzó a meterle otras ideas... Como besarlo una vez más, pero en los labios.

Su rostro se puso rojo, pero consideró aquella idea. No era una locura total, ¿o sí? ¿Tenía algo de malo? Lu Han ni siquiera podría darse cuenta, pues seguía dormido. Sin embargo, hacer eso podía contar como aprovecharse de Lu Han hasta cierto punto, y esos pensamientos lo detenían.

"Sólo un beso rápido y ya", logró convencerse de una manera u otra, inclinándose otra vez hasta alcanzar los suaves labios de Lu Han con los propios. Fue sólo un par de segundos, pero había quedado encantado con la sensación. Se apartó inmediatamente después, notando que el castaño se movía un poco.

¡Lo había despertado!

—Ah... ¡Buenos días, Lu! —Dijo, alejándose más y estirando un poco sus brazos, tratando de hacer como que no había pasado nada—. Oye, lamento haberte despertado ayer... Hace unas horas, mejor dicho.

Lu Han subió su mano hasta dejarla junto a su cabeza, apoyando su pulgar sobre el meñique y dejando los otros tres dedos alzados. Después, bajando esa misma mano, mostrando ahora su palma, agitándola y moviendo su cabeza de lado a lado al mismo tiempo, terminó por decir "No te preocupes".

La mirada del más alto se quedó clavada en la del contrario, notándose que quería decirle algo, pero que no sabía ni cómo empezar. Al final, sólo suspiró antes de levantarse de la cama.

—Dejó de llover —comentó después—. Supongo que eso quiere decir que iremos al parque de diversiones con los demás. Iré a alistarme y llamaré a Kyung Soo —avisó antes de regresar a su habitación, donde se permitió recordar lo que había hecho, haciendo que sus mejillas se sonrojaran de nuevo.

Continuará.

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¡Ya casi se termina este fanfic!

Perdón por haber "desaparecido" durante varios días. Tuve mucho trabajo, pero también estuve aprovechando mi poco tiempo libre para preparar la dinámica y los premios del giveaway que quiero hacer.

Les daré más información en unos días, ahora sí.

¡Hasta luego!

Sin palabras [HUNHAN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora