İspanya/España

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6 de Junio de 1604

Era el día. El día en que mi futuro dependía de mi plan, el día que podría quedar olvidada en el palacio de lágrimas ya que de no funcionar el plan la Valide por seguro me mandaría a ese feo lugar.
Desperté con pereza por las sacudidas que me daba Ismahan.

—¿Qué? —pregunté enojada

—Levántate Anastasia, es hora

—5 minutos más —pedí

—Buen truco pero aquí no funciona eso. Apúrate o no verás a tu prometido

—Como jodes —le dije en español

—Procura no hablar en español, pueden creer que eres una espía

—De acuerdo

•••

Después de una hora y media me terminaron de arreglar varias criadas. Aunque aún insistía en que yo podía, ellas me ignoraron, como siempre. Vestía un largo vestido rojo amaranto con dorado y unos zapatos color negro. Mi cabello estaba recogido para atrás de la parte de enfrente de mi cabeza y lo demás estaba suelto con chinos mientras que mi maquillaje era muy sencillo, casi natural.
Al terminar de arreglarme, Ismahan me acompañó hasta el jardín.
Al llegar noté que el Sultan estaba abajo de una carpa junto a la Valide y algunos sirvientes a sus lados mientras que Orhan estaba enfrente de ellos pero con una diferencia de entre 50 y 70 metros.

—Orhan —lo llamó Ismahan. Él volteó.

Orhan era un chico de tez blanca (igual que la mayoría de los habitantes de Turquía), ojos color avellana, pestañas largas y cejas gruesas. Traía consigo su uniforme de jenízaro.

—Sin comentarios —le dije a Ismahan

—Te dije que era apuesto —me dijo sonriendo —Ve con él

Caminé hacia él con las piernas temblorosas por los nervios y por lo guapo que este era.

Caminé hacia él con las piernas temblorosas por los nervios y por lo guapo que este era

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—Hola —dije cuando llegué con él

Él sonrió.

—Hola —dijo tomando mi mano derecha para después poner su otra mano libre encima mío

Le sonreí forzadamente.

—Hablas griego

—Es lo bueno de tener a Ismahan como amiga, eso aparte de su amistad

—Me alegra oír eso

—Oí que Ismahan es tu prima

—Sí, ha sido de gran ayuda en el tiempo que he estado en el palacio

—Bueno, hay que dejar de hablar sobre tu prima. ¿Te gustaría caminar? 

—Sí —dije caminando

Kösem SultanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora