Kösem Sultan

Büyük Valide Sultan/Gran Valide Sultan

8 de Junio de 1604

—Por favor —le pedí a la Valide

—Te dije que no, Anastasia

—Confíe en mi

—Es que no puede ser posible eso, está prohibido que una concubina hable con otro hombre que no sea el Sultan

—No hablaría con ese hombre, sólo le diría a alguien más en español lo que el Sultan dijo

—He dicho no. Ya tuviste suficiente suerte con poner a mi león celoso, no provocaré una guerra. Sal de mi vista.

La miré con enojo para después hacer reverencia y salir.

En esos dos días había ideado un plan para sorprender al Sultan: yo sería la que le traduciría a el joven que llegaría al palacio lo que el Sultan dijera y viceversa, esto para sorprender al Sultan pero, necesitaba ayuda de la Valide. Cuando le conté el plan a la Valide y me dijo que no, recurrí a Ismahan para que me ayudara a ver a la Sultana Safiye dentro del palacio ya que aún no podía salir del palacio a menos que estuviera muerta y más en esos momentos ya que a todas las chicas de Tinos nos tenían bien vigiladas. Sabía que Safiye era poderosa aunque los libros dijeran lo contrario, además, su mente no era igual a la de la Valide Handan puesto que Safiye sabía qué una mujer puede hacer lo mismo que un hombre.
Con ayuda de Orhan contactamos a la Sultana Safiye y aunque Orhan le fuera leal a Handan, no le era más leal que su amistad con Ismahan ya que ella se lo pidió como amiga.

—¿Hiciste tu último intento? —me preguntó Ismahan

—Sí

—¿Funcionó?

—¿Crees que vendría hecha una furia si así fuera?

—Buen punto

Suspiré. Todo se hacía más complicado.

—Aún así te tengo buenas noticias

—¿Cuáles?

—La Sultana Safiye llegará al palacio en un par de horas. Le insistió tanto al Sultan para venir y este aceptó. Al parecer Orhan sí logró convencerla

—Perfecto —dije sonriendo —No todo está perdido

—Ten cuidado con ella, si Mahpeyker es mala, Safiye es cruel

—Haré lo posible para convencerla

—Eso espero

•••

Los sirvientes iban y venían de un lugar a otro para arreglar el palacio. A pesar de que según la Sultana Safiye no era poderosa, tenía el respeto de varios, o al menos eso oía.
Cuando la Sultana llegó todas en el harem hicimos reverencia sin embargo, eso no evitó que la viera de reojo y quedarme con la boca abierta al ver a una señora joven como para tener pronto un bisnieto. Sabía que era algo normal no sólo en mi época sino también en esa pero, no me imaginé verla así de joven. La Sultana tenía unos hermosos ojos verdes y su cabello un poco canoso por la edad pero aún así se le notaba lo rubio. Parecía que en su otra vida iba a ser modelo por lo hermosa que era.

—Anastasia, es hora —me avisó Ismahan llegando a mi lado

—De acuerdo —dije para empezar a seguirla

Ismahan me había informado que Safiye escucharía mi petición en privado en una habitación de huéspedes. Primero llegaría a saludar al Sultan, la Valide, a Halime Sultan (quien por cierto aún no había conocido) y a Mahfiruz quién traía en su vientre a su bisnieto, de ahí se dirigiría al jardín para finalmente ir a una habitación.

Después de tanto tiempo de espera, la hora había llegado.
Caminé por los enormes pasillos del palacio mientras veía como aún todos daban vueltas. Nadie notaría mi ausencia y más porque había pedido ayuda a Meleksima para asegurarme de que Mahpeyker no notara mi ausencia.

—Aquí es —dijo parándose enfrente de una habitación

Había dos chicas custodiando la puerta por lo cual no podíamos pasar. Ismahan dijo algo en turco para que después las chicas abrieran las puertas.

—Entra y ten cuidado

Obedecí y entré. Sentía mi corazón palpitar demasiado mientras que mis manos empezaban a sudar. Caminé hasta llegar con la Sultana y una vez enfrente de ella hice reverencia. Sabía que tenía que arrodillarme no obstante, no lo haría, no me arrodillaría ante nadie aun así necesitara salir de la muerte.

—Así que tú eres Anastasia —dijo mirándome detenidamente, esto lo noté porque pude sentir su mirada penetrante en mi

—Sí, Sultana —dije alzando la mirada

—Me informaron que querías pedirme un favor pero no creo que en verdad lo desees ya que no te arrodillaste

—Perdón, Sultana pero, hice un juramento conmigo misma en el cual decía que no me arrodillaría ante nadie y este favor lo necesito mucho sin embargo, aún así no estoy dispuesta a hacerlo

—Si quieres sobrevivir en este palacio debes de aprender que primero te humillaran y luego tú los humillarás. Todo lleva su tiempo —dijo mirándome directo a los ojos

—Gracias por el consejo, Sultana

—Te escucharé por única ocasión sólo porque me lo pidió mi dama de compañía así que habla

—Como sabrá, un joven de una familia apegada a el rey de españa vendrá por su hermana Victoria al harem y escuché que él no viene con un traductor así que le pidió uno al Sultan y este aceptó por lo que yo quiero que me ayude a secuestrar al traductor para que así yo pueda traducir

—Eres astuta aún así eso está prohibido, no puedes hablarle a un hombre que no sea el Sultan, un sirviente, un guardia o un eunuco

—Por eso no hay problema, sólo necesito deshacerme por un rato del traductor

—Si lo hago, ¿qué gano yo? Porque prácticamente estaría poniendo en peligro a todo un imperio

—Deshacerse de Mahpeyker, sé que Mahpeyker de cierto modo influyó para irse al viejo palacio y justo en estos momentos ella y el Sultan no tienen una buena relación. Yo podré vengarla. Haré que Mahpeyker pague por eso.

Ella sonrió.

—Entonces tenemos un trato

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❅ - ¡Hola! Ya saben; los tres capítulos tienen que tener mínimo tres votos :'v. Confío en ustedes:).