1 Tratos internacionales

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Eran las 7:00 A.M un viernes cualquiera, todavía es invierno y el frío impregna el aire diurno, el despertador sonó como lo hacía todos los días de la semana a excepción del domingo, el Sr Jixon abre sus ojos cargados en ojeras y algunas lagañas pegadas en sus lagrimales, bosteza y sale de la cama. El dolor de cabeza matutino aparece en cuanto se sienta al borde del colchón, tal y como ha ocurrido los últimos meses o tal vez ya casi un año, pero casi siempre desaparece con un par de aspirinas. A diferencia de su juventud ahora James era un hombre cincuentón, robusto de tez blanca, cabello lacio y castaño, su frente tenía arrugas algo remarcadas ya que la mayor parte del tiempo tenía el ceño fruncido y su boca no había esbozado una sonrisa sincera en años.

La rutina del señor Jixon es como la de cualquier persona: desayuna, se baña, se viste, cepilla sus dientes y está preparado para otro monótono día de trabajo en su rascacielos donde su oficina se encuentra en el piso más alto. Afuera de su casa (o más bien dicho mansión) se encuentra un joven de piel oscura, alto, delgado y vistiendo un elegante traje acompañado de un Plymouth Fury del 58 color negro que aún servía de maravilla, se trataba de Drake su asistente personal, un joven de 20 años egresado de Harvard y becario en la compañía del señor Jixon, a pesar de ser muy joven era bastante inteligente: técnicamente él llevaba las finanzas de su jefe, era bueno con los números y aun con los malos tratos por parte de James el joven empleado siempre se mostraba respetuoso, alegre y responsable con su patrón.

-buenos días señor Jixon –dijo el amable joven abriendo la puerta del automóvil para que su malhumorado jefe pudiera entrar – ¿Cómo se encuentra hoy? espero que haya pasado una buena noche.

-dame mis aspirinas, este dolor de cabeza me está matando –refunfuñó el Sr Jixon sin siquiera contestar el saludo de su asistente.

Drake obedeció la orden de su jefe y le dio su medicina, tras tomarla se fueron rumbo hacia el edificio de Jixon telephonic inc. Como todos los días, camino a su trabajo, Drake quien conducía a través de las agitadas calles de la gran ciudad le hizo un recordatorio al Sr Jixon que se encontraba sentado en la parte de atrás.

-hoy es la junta con los empresarios japoneses, el señor Hideaki lo espera en la sala de conferencias, si cerramos este trato la empresa llegara hasta Japón y seriamos una compañía multinacional, nos beneficiaría bastante.

El señor Jixon, confundido y algo molesto preguntó.

-¿era hoy? ¿Porque demonios no me avisaste antes?

-señor le avisé con dos meses de anticipación, le mandé un memorándum y usted mismo me dijo que programara la fecha para la reunión- añadió el joven tratando de defenderse.

Era raro, cuando se trataba de negocios importantes nada se le escapaba al señor Jixon y su memoria siempre había sido excelente, bueno pronto cumpliría los 55 años, a esa edad la memoria falla de vez en cuando, no era algo de cuidado.

Al llegar al trabajo, el dueño de aquel altísimo rascacielos entra por el vestíbulo del mismo, las secretarias, los oficinistas incluso los conserjes saludaban con un educado <<buenos días>> a su jefe que al igual que hacía con Drake no respondía el saludo de sus amables empleados simplemente se limitaba a caminar hacia el elevador acompañado de su fiel asistente. A pesar de que trabajaba para James Jixon, los demás empleados apreciaban a Drake, podía decirse que era la persona más joven de todo el edificio y siempre se mostraba amable y amistoso con sus colegas laborales todo lo contrario a James. Ya en el elevador el señor Jixon y Drake esperan a que este subiera los 50 pisos para poder llegar a su oficina, la música del ascensor suena para ambientar el viaje pero a James le desagrada bastante, es como si taladraran su cabeza, el dolor que ahora más bien se había convertido en una migraña casi intensa hacía que el hombre se llevara dos dedos a la sien y frotara con suavidad, como si con eso fuera a aliviar su dolor.

El señor Jimmy JixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora