Estaba en la guarida de aquel hombre, entré sigilosamente y sin hacer ruido, ya que utilicé mis poderes, comencé a caminar en el lugar abandonado parecía un antiguo taller, seguí avanzando hasta observar una silueta, hice que la magia apareciera en mis manos, iba a lanzar un ataque, pero de pronto sentí un golpe en mi cara, me habían golpeado con un brazo robótico el cual daba electroshocks, era ese hombre.
— Ugh...— Volteé a observar a ese tipo, me levanté con dificultad y aturdida, tenía sangre en la parte derecha de la sien, y el labio ligeramente partido. — ¿P-Pero por qué? — Pregunté desconcertada.
— Aww, pequeña brujita, ¿Creíste que no te había visto?, no importa que uses tu estúpida magia, no servirá conmigo. — Mencionó amenazante y sarcástico.
— E-Eres un maldito. — Tosí por culpa del golpe, y salió sangre de mi boca, le observé desafiante. — ¿¡CÓMO PUEDES HACERLE ESTO A TU FAMILIA!? — Grité enfadada.
— ¿Yo?, nono, entendiste mal, lo hago por ella, mira Kenly, eres fuerte, y es un verdadero desperdicio que estés con los vengadores, ellos no te merecen, tu deberías usar esa habilidad para ponerlos en el lugar que se merecen. — Mencionó.
— Los vengadores no venden armas peligrosas a delincuentes, eso está mal. — Le observé fijamente mientras movía mis manos y estás desprendían niebla de color morado.
— Querida. — Rió. — ¿Y cómo crees que tu amigo Stark tiene toda esa tecnología? Acaso no ves que nosotros estamos debajo de ellos, los ricos, nos quedamos con su basura, es por eso que tuve la necesidad de hacer todo esto. — Hizo un gesto con sus manos refiriéndose a las armas, computadoras, los planos y sus alas mecánicas. — Lo hago para proteger a mi familia, mientras el deshecha todos sus juguetes, nosotros debemos conformarnos con esas sobras.
— No, pero esa no es forma de protestar un derecho, estas mal, eso no es justicia, casi matas a personas inocentes en el ferry por esas armas, ¡Tu hija ni siquiera sabe en qué negocios está metido su propio padre! ¡Esta no es vida, ni justicia! — La niebla se hizo más presente, pero ahora mis brazos tenían marcas azules, eran mis venas, y en mis muñecas se podían notar textos, como si de conjuros se tratarán, mi piel se volvía pálida y mi temperatura fría, mi cabello se volvía blanco y el color de mis ojos se volvían azules. — ¡TU DEBES PAGAR POR ESTO! — Le grité.
— Kenly, querida, primero que todo, no es buena idea que luches conmigo, segunda, no me importa en lo más mínimo lo que me digas. — Sacó una especie de control y atrajo sus alas mecánicas, las esquivé, con mi magia lograba atraer cosas, mientras le golpeaba, él tomó su arma y me disparó varias veces, yo hacía campos magnéticos para cubrirme, hasta que los disparos eran más frecuentes, y rozaban cerca de mí, rasgando partes de mi traje y haciéndome sangrar, mi vista se nublaba.
— N-No puedo más. — Susurré.
— Escucha, no quiero matarte, me recuerdas mucho a mi hija, y no quiero eso en mi consciencia, además. — Hizo una pausa. — Pete se pondría muy triste. — De momento pensé en él, lagrimas cayeron por mis mejillas.
Puse en posición mis manos, intentando crear un portal para sacarme de ahí, me concentré en la antigua torre de los vengadores, y en Happy, era ahora o nunca, y lo logré creé un portal y podía ver del otro lado a Happy y los tipos que subían cosas en el avión, como último lancé un ataque al sujeto haciendo que se impactará en su escritorio, entrando al portal. Caí en el suelo y Happy inmediatamente volteó a verme, sorprendido se acercó a mí.
(El portal que creo Kenly)
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