Capítulo XXXVI

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La voz de Jack resonaba en mi cabeza mientras perdía el conocimiento en aquella noche, cerré los ojos pensando en que podría ser el fin de mi historia, algunos recuerdos invadieron mi mente, no había nada por qué luchar, recordé las palabras que le había dicho a Kate durante la práctica de tiro. Supongo que este era mi destino... - "destino" - la palabra que William había dicho, él realmente creía que en Jack encontraría un hogar, mi muerte no podría afectarle tanto.

De pronto, me vi caminando en el mar, a lo largo se encontraban mi padre tomando de la mano a mi madre, al lado estaba Rebeca y William, caminé mar adentro buscando a mi familia, hasta que me empecé a hundir en la arena, momentos después mis piernas se encontraban atrapadas. Rebeca y William se aproximaron a mí.

- ¿Qué estás haciendo? - preguntó William

- Es todo... Se acabó, estoy cansada - respondí

Rebeca acarició mi cabeza - No puedes huir de tu destino, Sharon

- No pude cambiar a Jhon, me equivoqué

- Te dije que no tenía remedio, pero no estás equivocada, aún te queda mucho por hacer

Rebeca se volvió a Roger y María - Míralos, ellos están bien aquí, algún día te encontrarás con ellos, pero no va a ser ahorita

- No puedo hacer nada...

William tomó la palabra - Puedes terminar el trabajo, puedes hacerlo por mí

Rebeca dijo - Termina lo que tu padre comenzó, es el legado de la familia

- Todavía tienes mucho que hacer, Sharon - dijo William mientras sonreía - algún día nos volveremos a ver, pero no va a ser hoy.

Sharon abrió los ojos, escuchó el pitido de de la máquina que mide el pulso, recordó lo que había pasado la noche anterior, se examinó el rostro con la mano izquierda, pues en la otra mano tenía un yeso. Sintió el tacto de una cicatriz que atravesaba el extremo izquierdo de su ceja derecha, y bajaba por su mejilla, donde se entrelaza con la otra cicatriz.

- Ya era hora - Sharon se volvió a Jack, quien estaba sentado en una silla, cuidando de ella

- Hola...

Jack sostenía en sus manos, la carta que Sharon le había escrito.

- Aún no la has abierto

Jack guardó la carta en su abrigo - No, no la he leído

- Jack, no soy tu enemiga...

- El jefe y los hechos dicen lo contrario

- ¿Desde cuándo piensas eso?

- Desde que mis amigos empezaron a morir, si tan solo no hubieras matado a Richard... ¿Dónde está Mike? Debe estar muerto, no me has ayudado desde que llegaste a mi vida

- Jack... No digas eso

- ¿Qué quieres que diga? Porque no tengo muchas opciones

Sharon guardó silencio.

- Vas a ir al cuartel de la CIA, vas a estar en un agujero del que no vas a salir hasta que hables

- La noche anterior -

Jack se encontraba esperando a que Sharon saliera de cirugía cuando Joshua entró al hospital y luego se sentó a su lado.

- Quiero que me cuentes todo lo que pasó, creí que estabas muerto

- Casi muero, pero Jhon me ayudó a salir con vida

- ¿Por qué?

- Porque necesitaba de mi ayuda

Sharon IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora